26.Una Cita de "Amigos" en Giverny

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Me aferro a Jason como si no hubiera un mañana mientras él conduce la moto como loco y en unos veinte minutos finalmente termina el viaje.

Cuando finalmente logro abrir los ojos y bajar a zona segura poniendo mis pies en el suelo, todo mi miedo se evapora al ver lo que hay delante.

ㅡEsto es...ㅡno puedo decir nada, solo sonrío como niña pequeña emocionada por ver a Santa Claus.

Estoy delante de un parque de diversiones. No es un gran parque lleno de personas riendo y divirtiéndose como siempre imaginé que sería. No hay muchas personas, y algunas de las atracciones ni siquiera están funcionando, pero aquí estoy...

Finalmente estoy en un parque de diversiones... Noto mis ojos humedecerse por un segundo.

Sé que es tonto que una chica de diesisiete años se emocione por un parque de diversiones poco atractivo, pero es una de las cosas que siempre soñé de pequeña. Este lugar me llena de alegría con el solo hecho de estar aquí.

ㅡTierra llamando a Lexie Kudrowㅡ escucho la voz de Jason a mi lado.ㅡSolo es un parque de diversiones, no creo que amerite emocionarse así ㅡdice señalando mi cara de tonta feliz como una lombriz.

Solo le miro y sonrío sin poder evitarlo. Salto hacia él cayendo en sus brazos. No tiene más remedio que sostenerme por la cintura y sonríe un poco también.

Es tan lindo cuando quiere... Y tan capullo casi todo el tiempo...

Sus lindos ojos negros brillan debido a las luces del parque delante de nosotros y su sonrisa es tan tierna, su sonrisa espontánea en aún más linda que su sonrisa arrogante.

Joder... Estoy condenada a vivir bajo el hechizo de este maldito pelinegro al que odio.

Nos adentramos en el lugar y está casi vacío, solo un grupo de chicas están sentadas en unos bancos y una pareja se dirige a la Noria.

Ni siquiera hay montaña rusa...

Caminamos alrededor de todo el lugar, y encontramos un puesto de algodones de azúcar.

Amo los algodones de azúcar.

ㅡ¡¡Quiero!! ㅡle digo a Jason mientras lo jalo hacia el puesto

ㅡSolo es azúcar ¿Qué tiene de increíble?

ㅡOh, vamos, es delicioso. Es como comerse una nubeㅡrespondo sonriendo.

ㅡRealmente pareces una niña pequeña. De hecho una niña pequeña ahora me parece más madura ㅡresponde examinándome con la mirada de arriba a abajo.

ㅡTú me trajiste, ahora asume las consecuencias ¡Liberaste a mi niña interior!ㅡrespondo tomando mi algodón de azúcar y dándole un mordiscoㅡVeamos que hay por alláㅡseñalo con mi mano libre mientras como mi nube rosa.

ㅡTe dije que no hables con la boca llena, pareces una ardilla con las mejillas infladas.

Solo me callo y le enseño la lengua para molestarle mientras me dirijo a uno de esos juegos en los que hay una pequeña montaña de botellas y si las haces caer te llevas un regalo.

ㅡQuiero intentarlo ㅡaviso dándole un último mordisco al delicioso algodón.

ㅡNo lo conseguirás, tienes muy mala suerte. Con tu torpeza igual terminas llevando abajo todo el localㅡresponde con seguridad.

Este tonto... Se cree que eso me detendrá, lo conseguiré y me llevaré en oso de peluche más grande del estante.

Es adorable... Me siento como esa chica de "Mi villano favorito" cuando quería el unicornio.

Miro la torre de botellas como si pudiera desintegrarlas con la mirada.

Tú puedes Lex...

Arrojo la pelota por los aires y termina pegando en la mesa de las botallas, luego rebota y le pega en la cabeza al encargado.

ㅡAuchㅡse queja el pobre hombre.

Me disculpo sonriendo y me alejo retrocediendo lentamente, evitando la mirada del señor. Me detengo a unos metros para esperar por Jason que se demora más de lo que debería. Espero sin mirar hacia atrás.

Escucho sus pasos acercándose y su molesta risa burlona llega a mis oídos.

ㅡNo molestes, casi lo logro. Pero mi muñeca me duele un poco.

ㅡSí, seguramenteㅡresponde con sarcasmo y saca de detrás de su espalda el enorme oso de peluche.

Mi boca se abre en una gran "O"

ㅡ¡¡Lo conseguiste!! ㅡabrazo el oso emocionadaㅡ.Gracias.

Caminamos a través del parque mientras miramos a nuestros alrededores, Giverny sin duda es una hermosa ciudad.

ㅡ¿Por qué no hay montaña rusa?

ㅡEs un parque muy pequeño para eso ¿No crees?

ㅡQué mal. Siempre quise subir a una ¿Crees que las montañas rusas se llaman así porque las hicieron en Rusia? ¿O quizás porque en Rusia hay muchas montañas? ¿Cómo les llaman los rusos? ¿Montañas de aquí?

ㅡ¿Por qué hacen tantas preguntas idiotas? Me mareas con tantas estupidecesㅡresponde riendo.

ㅡNo son preguntas idiotas, solo son curiosidadesㅡme defiendo golpéandole con mi enorme oso de peluche.

ㅡEres como una niña tonta que no sabe nada.

ㅡY tú como un viejo cascarrabias que cree saberlo todoㅡvuelvo a golpearlo con el peluche, pero esta vez más fuerte.

ㅡDeja de hacer esoㅡse queja.

ㅡQuiero subir ahíㅡanuncio señalando la Noria en el medio del parque, nunca había visto una en mi vida, es enorme, y eso teniendo en cuenta que este lugar no es tan grande como en las pelis.

ㅡ¿En serio quieres subirte en esa cosa? Ni si quiera parece que está girando, va muy despacio.

ㅡEs así como debe ser, cuando estés en la parte más alta podrás ver el paisaje, es hermosoㅡle explico.

ㅡSé como funciona. Tú eres la que nunca ha estado en un parque de diversiones, yo sí y te aseguro que no hay nada grandioso en el paisaje de este pueblito lleno de plantas.

ㅡ¡Subiremos!ㅡ respondo ignorándole. Jalo su brazo hasta uno de los cubículos para empezar la vuelta en la Noria.ㅡGracias por traerme, es muy lindo. Siempre quise venir a un parque de diversiones.

ㅡLo séㅡresponde mirando a través de la ventana, luego se gira hacia mí y me pilla mirándole.

Odio que sea tal guapo, ojalá pudiera ponerle una bolsa de plástico en la cara cada vez que sonríe para evitar mirarlo como tonta.

Casi inconscientemente me acerco a su cara, rodeo su cuello con mis brazos y uno nuestros labios. Él no se niega, corresponde sin protestar llevando una de sus manos a mi espalda.

Sus labios son tan suaves y su beso es dulce y lento. Nuestros labios encajan perfectamente y su lengua se abre paso en mi boca haciendo el beso más atrevido.

Extrañaba besarle. Creí que no volvería a sentir sus labios contra los míos, ni esos nervios que recorren mi cuerpo cuando acaricia mi espalda.

Tonta Lex, volviste a caer...

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Sus estúpidas reglas ✅Where stories live. Discover now