The Black House

30) Knockturn alley

—¿Cómo te fue?.
Cuestionó Daphne una vez que vio salir a Izar de la chimenea.
—Me siento extrañamente sucio...
—¿Tan mal estuvo?.
—Una completa pesadilla, ese hombre es un completo idiota.
Una sonrisa cómplice se deslizó en los labios de Daphne, viendo divertida al niño.
—¿Lo crees?.
—No me cabe duda. Es fácil entender como llego al poder. Lo querían ahí, es fácil de manipular y sobornar, compro todo mi cuento debido a que encontramos un punto en común sobre un odio hacia Dumbledore, el imbecil cree que el director ursupara su poder, por más que ha rechazado la oferta de ser Ministro en múltiples ocasiones.
—¿Y eso es bueno o malo?.
—Ya sabes la respuesta.
Manteniendose en silencio unos segundos, la pose pensativa trajo una sonrisa en Izar, sonriendo con cada uno de los gestos divertidos que hacia la niña.
—Es bueno, el hombre es fácilmente manipulable y lo moldearas a tu gusto. Puede ser un dolor de trasero cuando deje de ser importante en el juego, pero aún fácil de limpiar para ti. Lo usarás mientras te sirva, pero puede intentar hundirte con el cuando caiga, así que serás cuidadoso con tus pasos y cuando deje de ser más útil, se acaba el juego para Cornelius Fudge. Pero eso ya se sabía, desde que se involucro y comenzó a aceptar sobornos de ex mortifagos.
—¿Te he dicho lo mucho que me encantas?.
Uniéndose en un tierno beso, se vieron a los ojos, le encantaba como la niña podría saber lo que pensaba con exactitud, aún que no podía negar que también era un poco espeluznante. Una mujer es peligrosa, una mujer hermosa e inteligente es el doble de peligrosa.

—Tracey vendrá, acaba de mandar una carta, dice que sus padres le dieron permiso de quedarse una semana.
—Ya veo... ¿Tu sigues sin pedir permiso, cierto?.
Una sonrisa divertida se formó en los labios de Daphne, sentandose a su lado.
—¿Tanto te molesta tenerme cerca?.
—Puede ser, realmente no haces nada.
Eso se ganó un ligero golpe de una Daphne indignada, sus travesuras hubieran continuado, hasta que fueron interrumpidos por Blaise, del otro lado de la mesa.
—Theo dice lo mismo, vendra y se quedará una semana, como Tracey.
Suspiro, los ojos en blanco por las internaciones que eran demasiado regulares para su comodidad, se sentía como una tercera rueda mientras ellos coqueteaban, y no podía negar que estaba algo celoso de la relación que compartieron, se llevaban muy bien y encajaban perfectamente, solo esperaba encontrar una pareja igual de buena para el, no solo matrimonios concertados por contratos, como lo había hecho su madre.
—Perfecto, servirá para estudiar juntos y encontrar algún método más seguro para estudiar la piedra.
Los otros dos asintieron de acuerdo, pensativos.

Las semanas se fueron con rapidez y pronto tanto Theo como Tracey habian llegado a la casa acentral, todos siendo presentados antes Walburga Black como sus amigos. La mujer estaba muy complacida de que Izar hiciera tan buenos amigos, y el mismo estaba más que complacido, por no mencionar lo soprendido que estaba al saber que la mujer deliberadamente ignoro que Tracey fuera una mestiza, o tal vez simplemente no lo sabía, era algo que estaba fuera de su comprensión.

—Es gratificante que estén aquí, ya no tendré que soportar solo a estos dos.
—¿Es eso? ¿O estás celoso de que nadie te hace caso?.
Se burló Theo, con una irritante voz de bebé que hizo enfurecer a Blaise.
—Sabras sobre eso no... ¿Alguien además de ti mismo te presta atención?, estoy seguro que ni los elfos domésticos en tu mansión.
Una discusión comenzó al instante entre los niños, por otro lado Tracey se burlaba un poco de Daphne, la cual, para su irritación, no le prestaba atención, ella y Black deliberadamente ignorandola. Era su mejor amiga, pero aún estaba un poco molesta, tratando de avergonzarla siempre, aún que realmente no se podía negar lo mucho que la queria.
Los días que siguieron fueron muy animados en la mansión, la mayor parte del tiempo divirtiéndose, entrenando o estudiando en la biblioteca, y no por primera vez, decidieron que hacerse amigos de Black fue una de las mejores desiciones que habían tomado en su vida.

...

El enorme tomo cambio con suavidad sus hojas viejas y gastadas, parecía que nadie lo había tocado en mucho tiempo y realmente era así.
Los rituales mágicos fueron una de las prácticas más importantes en la familia de los Black, como ya se había mencionado, cada miembro de la rama principal recibió una daga ceremonial para poder eliminar a sus enemigos y realizar rituales, una tradición que había perdurado desde los inicios de la familia, hace varios siglos. El número 11 era el número mágicamente mas poderoso que existía y esa era una de las principales razones, realizar rituales apartir de esa edad fue algo importante, ya que el núcleo mágico de uno daba el primer paso hacia la maduración, y aún que los rituales grandes y extremadamente violentos podrían afectar el desarrollo y crecimiento del mismo, aún los rituales más simples siempre fueron bienvenidos. Walburga Black había fallecido cuando su nieto tenía apenas 5 años, debido a una grave enfermedad diagnósticada en St Mungos, hospital para heridas y enfermedades mágicas. Y antes de partir, necesitaba supervisar el primer ritual de su nieto y guiarlo para los que haría posteriormente solo, era mucho riesgo, sin embargo, era un riesgo mayor que lo hiciera solo posteriormente y con nada más que entrenamiento teórico, fue la razón de adelantar su primer ceremonia de maduración y hacerle entrega de su daga familiar, el más joven de la familia en recibirla para el caso.
Por otro lado, los rituales a medida que pasaba más y más el tiempo, fueron perdiendo importancia, incluso entre la familia, catalogados como una de las mágicas oscuras a ojos del ministerio de Magia, incluso en la rama principal se dejaron de implementar los rituales más grandes y poderosos, conformándose con los básicos que ayudaban de una forma más controlada.
El tomo que sostenía en sus manos simplemente poseia informacion de los rituales más oscuros que había, los rituales, después de todo, era una magia peligrosa que se adaptaba a cualquier tipo de propósito que tuviera el practicante o creador, una razón más para ser tan velipendiadas en la comunidad mágica.