01) Heredero de House of Black

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"El dosel de la cama se abrió con brusquedad y la luz natural inundó inmediatamente la habitación.
Parada como estaba, con su mirada digna, Walburga indico a su nieto que se levantara y prepara para el día.
Un suspiro hueco escapo de sus labios, rodando sobre la cama, no hizo ningún ruido al ponerse de pie con movimientos casi robóticos.

Su mente inmediatamente viajando hacia la mujer, no era lo habitual, normalmente esperaría a que bajara por su cuenta y después de desayunar lo obligaría a leer todo el día, no permitía que "desperdiciara su tiempo" como lo llamaba, aun que realmente no había mucho que hacer en la antigua y solitaria mansión de su familia, pero eso no le importo, Walburga era una mujer nerviosa que no sabía relajarse, y eso era rico viniendo de un niño.

Tomando asiento pudo notar nuevamente a su abuela con un comportamiento extraño y distinto a lo habitual, sus ojos desenfocados pasaban a través del periódico en su mano derecha, mientras que la taza de té, elevada a la altura de sus labios no se movió en ningún momento.
No comento nada de esto, ella hablaría tarde o temprano, sea sobre lo que la atormentaba o no. Y sinceramente no estaba muy interesado en iniciar una conversación por su cuenta.

-Estoy enferma- hablo repentinamente, su mirada fría ya observándolo, lentamente coloco la taza en el plato de porcelana y el periódico fue arrojado sin interés.
-Solo me quedan 2 años de vida-"

Caminando entre las oscuras calles, una mirada repugnante se formo en sus finos rasgos, barriendo cualquier cosa que se le pusiera de frente, no estaba particularmente interesado en el callejón donde se intercambiaron objetos malditos o un sin fin de artefactos prohibidos por el ministerio de la gran Bretaña Mágica, no llamaban su atención cosas de tan bajo valor, viniendo de una familia tan oscura como lo era, no le interesaron objetos tan mundanos, cuando en sus propias bóvedas podría encontrar lo maldito maldito, artefactos capaces de derribar fortalezas, magia que te haría cosas peores que la muerta y un sin fin de baratijas y reliquias.
No era una exageración, los Negros a lo largo de los siglos habían sido una familia prominente de sangre pura en el antiguo continente, a través de saqueos, conquistas, robos, estafas, apuestas y negocios, legales o no, adquirieron objetos de valores incalculables, tomos mágicos y conocimiento que en ningún otro lugar podrías encontrar, en la gran Europa Mágica y quizás de otros continentes con grandes comunidades mágicas, no era un secreto que los Negros dominaban en riquezas y nadie estuvo a su nivel para competir, era como una cadena alimentaria y en la cima se encontró Izar siendo el ultimo heredero de House of Black.

Sus pasos lo llevaron hasta un sucio local que parecía abandonado, lúgubre incluso en el sucio callejón, en la puerta un símbolo extraño se dibujo con runas que emanaban un poder mágico extraño.
Golpeo la puerta en un ritmo inconstante de pausas y golpes mas fuertes, hasta que un crujido abrumador se hizo presenté y la puerta se abrió con un chirrido.
Dentro había una oscuridad infinita que negaba la posibilidad de observar algo y un fuerte hedor asalto sus fosas nasales.
A través de la oscuridad sus ojos plateados brillaron más de lo que debería ser posible, observando a una figura acercarse a el, el lugar estaba lleno de objetos interesantes, cuencos con cosas viscosas dentro, huevos de doxy un pequeño vicho venenoso, ojos flotando en líquidos amarillentos, alas de hada e incluso cenizas de fénix.
Eso había llamado su atención, la ceniza de fenix era un material extremadamente raro, los fenix eran criaturas que rara vez se mostraron y pocos tenían el privilegio de encontrar uno, eso era una parte, la siguiente era sin duda saber que los fenix al morir renacían de sus cenizas, recolectar las mencionadas era casi imposible ya que tenias que convencer al fenix para que las entregara por si mismo o te dejara recolectarla, de ser lo contrario tendrías que matar a la ave y para matar un fenix tenias que interrumpir su transición entre el mundo material y el nirvana, la única forma de hacer esto era golpeándolo con hierro durante su muerte y posterior renacimiento en el momento exacto, algo muy difícil de hacer, y que desde luego traía consecuencias, la maldición de la sangre hirviendo fue el castigo que se impuso por matar un ser únicamente mágico como lo era un fenix, cada tanto un descendiente de la linea sanguínea del responsable del crimen presentaría los síntomas de la maldición, una debilidad profunda la mayoría del tiempo y el restante un dolor incansable que corría a través de tus venas.
Cuestionándose quien había sido el loco en arriesgarse, su respuesta fue resuelta cuando vio un ser pálido y de caninos muy largos que lo veía fríamente.
-¿Qué desea en mi negocio, joven mago?- cuestionó con una voz profunda, Izar no se inmutó mientras avanzaba dentro, analizando todo con sus ojos calculadores.
Los rasgos del vampiro no cambiaron en lo absoluto, pero estaba profundamente sorprendido de que el niño pudiera ver dentro de su tienda, había un hechizo de oscuridad profunda dibujado con runas y nadie normal podría ver dentro de ella, con encantamientos para lograrlo o no, solo la vista natural lo permite, su sorpresa al ver a un niño mago no menos, hacerlo, era obvia para el, aún que la respuesta de ¿Cómo? vino tan fácil como para pensar en su presencia ahí, por otro lado su fuerza mágica no era algo de que burlarse, poseía un núcleo mágico que avergonzaría incluso a adultos y estaba realmente interesado, si solo dependiera de "eso" (rituales), no se le esperaba un futuro largo dentro de lo previsto y por otro lado, si era fuerza natural, estaba seguro que el nacimiento de una nueva potencia mágica acababa de entrar en su tienda.
-Necesito dos gotas de sangre de unicornio, debe ser sin maldición, desde luego-
Asintiendo con comprensión, el vampiro camino a traves del lugar con la vista igual de clara que el niño.
Se detuvo frente a una vitrina que parecía lleno de viales, sacando precipitados, camino hacia Izar antes de colocarlos frente a el.
-Sabes lo que se requiere- indico el ser, atento en el niño.
Un frasco lleno de un fluido carmesí fue lanzado en su dirección, lo tomo con agilidad, sus ojos brillando con malicia.
Entrego los viales, cada uno contento con su pago y sin segundas palabras, el niño se retiró en silencio, ignorando al vampiro que atravesó el frasco con sus dos grandes colmillos y comenzó a gemir de placer.
Normalmente era peligroso interactuar con un ser como un Vampiro, siendo un niño era una sentencia de muerte casi segura, pero su negocio era uno de los más selectos en el callejón Nockturn y solo personas de alto calibre pudieron involucrarse con sus materiales, la familia Black llevaba haciendo tratos con el durante siglos y si bien lo despreciaron por lo que era, sabían ser profesionales cuando les beneficiaba. Eso permitió el trato de neutralidad mutuo y ningún incidente que llevara a algo desafortunado.
Su mente instintivamente volvió hacia las cenizas de fénix, pero decidió no arriesgarse, era un material difícil de tratar y prefería esperar una oportunidad más segura.

The Black House Where stories live. Discover now