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Después de que Rubén Rocaluz y Marina Solorzano abandonaran el lugar. Rérica disfruto un poco más de la velada junto a sus amigos.

Daniel y Rérica después de un rato, se despidieron de los anfitriones e iban camino a casa de Rérica, pero no sin antes hacer una parada. Daniel se estacionó, en un hermoso parque y le pidió a la chica bajar.

—¿Porqué estamos aquí Dani?—dijo curiosa la chica.

—Quiero pasear contigo por este lugar.

—Esta bien—él tomo su mano y ella le miró con sorpresa.

—Sabes Rérica, he querido preguntarte algo desde hace tiempo...

—Bien, dímelo entonces.

—Me gustas mucho, eres una chica hermosa, inteligente, graciosa, eres todo lo que me quiero en una mujer.

—¿Ehh?—dijo con sorpresa. —Muchas gracias Dan, pero...—rápidamente el chico le hizo una seña para que guarde silencio.

—Se lo que intentas decirme... lo sé muy bien, no es fácil olvidarte de alguien, yo no soy Rocaluz, pero estoy dispuesto a hacer todo para que te enamores de mí, dame una oportunidad de estar a tu lado, realmente quiero salir contigo.

—Dani, tengo que pensarlo... sabes por el momento no quiero tener una relación con nadie—dijo con seriedad la chica.

—Dame la oportunidad de estar contigo, haré lo posible por que sanes, yo quiero que la Rérica alegre vuelva, esa chica desde la que estoy enamorado de hace tiempo...

—¿Realmente tu estarías dispuesto a esto?—el chico la miró un poco confundido.

—¿A que te refieres con exactitud? Si es lo que pienso... si, se que no será de la noche a la mañana. Lo sé muy bien, pero como te dije. Estoy dispuesto a conquistarte y enamorarte.

—¿De verdad?—preguntó nuevamente y este asintió.

—Esta bien, te daré esa oportunidad. Si no llegase a funcionar.... ¿Seguiremos siendo amigos verdad?

—Oye no quiero volver a la friendzone, es más, haré lo posible porque eso jamás suceda, hermosa—dijo mientras le daba un abrazo.

Rérica pensó rápidamente antes de darle una respuesta afirmativa, no podía  engañarse más a sí misma, Rubén ya tenía sus problemas y su vida había cambiado, las cosas no volverían a hacer lo mismo. Tal vez esta noche fue la despedida con Rubén. La próxima vez le daría entender que ya no debían verse de ninguna manera.  Lo mejor era dar una vuelta a la página.

—Por favor se paciente conmigo Daniel. Te lo pido...—y ella le correspondió el abrazo.

Al día siguiente en Bambiro's Club pronto se corrió la noticia de que Rérica y Daniel salían juntos. Todos sus amigos se reunieron en el lugar, Elisa, Laura, Javier y Erick estaban ahí igual de sorprendidos, claramente era evidente qué algo entre ellos sucedería, pero a la vez no esperaban qué fuera pronto.

—Así que por fin el doctor otaku se ganó a la princesa, ¡brindemos por eso!—exclamó Laura mientras alzaba su taza de café y los demás reían.

—Me da mucha alegría por los dos, les deseo mucha felicidad—dijo Elisa y Rérica le abrazaba y le tocaba su pancita, ya estaba demasiado grande.

—Aunque seamos amigos, eso no quiere decir que si haces llorar a mi hermana, no pueda patear tu trasero—exclamó Javier mientras le daba un pequeño golpe en el hombro y Daniel solo reía.

—Rérica me da mucho gusto que seas feliz de nuevo, aunque ya no seas mi cuñada, tienes un amigo con el que siempre puedas contar.— dijo un Erick tratando de ocultar su seriedad y esbozandole una falsa sonrisa, Javier lo miró un poco extraño, pero decidio dejarlo pasar.

Bambiro's ClubWhere stories live. Discover now