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El fin de semana daba inicio, Rérica había decidido ir un rato a la biblioteca después de todo había pasado una semana sin pisar el lugar. Tanto que le extraño a su amiga Laura el que no viniese.

Por fin encontró su lugar vacío, algo que le lleno de alegría en el momento, aún así algo le inquietaba.

Se sentó y dispuso a leer los nuevos libros de su autor favorito. "Darber L.Ruiz" llevaba años siguiendo a este autor. Siempre ha soñado con conocerle, no podía dejar de pensar quien es la mente maestra de majestuosas obras de acción y misterio, un autor que le fascinaba por su prosa.

Busco información sobre él y realmente se sabe poco de la vida de este autor, pero su trabajo es destacado en las novelas policiacas y de misterio Claramente Darber L. Ruiz es su seudónimo, algo que no es tan secreto en el mundo de la literatura es que los autores utilicen seudónimos en vez de revelar su verdadero nombre, cuestión de gustos.

Rérica aún así decidió enviar cartas a la editorial y hacerle llegar sus saludos y admiración,  pero nunca obtuvo respuesta alguna, algo que le ponía triste pero no perdía la esperanza y continuaba enviando aquellos sobres, solamente el año que estuvo ausente dejo de hacerlo y tiene planeado ahora en su regreso continuar con ello.

Abrió el libro que recién se había publicado "Los mártires de la Rosa"  una novela ambientada en la época victoriana. Algo que le pareció extraño porque se salía completamente del estilo del autor, igual se daría la oportunidad de leerlo, después de todo es su autor favorito, se encontraba leyendo las primeras páginas y alguien se sentó frente a ella.

—¿Ehh..? ¿Otra vez tú...?—dijo con una molestia.

—Esta bien, no voy a luchar por el lugar en esta ocasión, he decidido sentarme en frente, así ambos podemos disfrutar de nuestro tiempo de lectura—dijo con tranquilidad el hombre.

—Mmm.. no lo sé....—con una mueca en su rostro, Rérica pensó que estaba siendo algo infantil y decidió no tomarle más importancia al asunto y dejarle que esté junto a ella.

—Creo que empezamos con el pie izquierdo señorita ¿No lo cree?—dijo con una sonrisa—Soy Rubén Rocaluz.

—Rérica Kovitoba—ambos estrecharon sus manos, para firmar de alguna manera el fin de la guerra y hacer la paz.

—Un gusto conocerte Rérica, tu nombre es único, me agrada mucho.

—Siempre me lo dicen, a mí parecer es súper raro, no sé en qué pensaban mamá y papá.

"Lo raro es primo de lo mágico y especial" trata de verlo así, eres magia chica rara.

—No lo creo señor, no soy nada especial, solamente soy una chica con muchos problemas, la lectura es mi único refugio.

—Somos dos, también es mi refugio, ¿Qué es lo que estás leyendo?— Rérica alzó el libro que tenía en sus manos y este hizo una mueca.

—¿Qué pasa señor?

—No me gusta ese libro.

—¿Al menos le ha hechado un vistazo antes?—dijo con curiosidad la chica.

—En realidad, quien no me agrada es el autor.

—Pareciese que habla como si le conociera de verdad.

—A ese cretino si le conozco en persona y no es nada genial— Rérica abrió sus ojos como platos y se acercó más a el hombre, ansiosa de saber más información.

—¿Enserio le conoce? ¿Como es él? ¿Qué edad tiene?— preguntó y esperaba respuestas con mucho entusiasmo.

—No hay nada que contar, solamente es un pobre perdedor y solitario hombre.

Bambiro's ClubWhere stories live. Discover now