In the hands of the enemy. (EreRi)

Capítulo 14

Leí con atención los ingredientes que contenía los purés de tomate entre mis manos, tan solo eran pequeñas cajitas similares a las que traían dentro jugo.

Sin mucho más que ver, terminé optando por echarla al carrito que traía.

A pesar de estar en una tienda con más gente haciendo sus compras dentro de ella, cierta persona en particular llamó mi atención, y es que detrás de mí venía un tipo intentando lucir casual, aunque ya no se veía tan común después de percatarme que venía siguiéndome desde que bajé del auto de Eren, quien había venido a traerme hasta aquí.

Me di la vuelta y saqué el celular de mi bolsillo para marcar al número de mi "pareja", y qué satisfactorio se sentía llamarlo así. Solo bastó unos cuantos segundos para que pudiera escuchar la voz de mi novio.

-¿Qué pasa?-Escuché de inmediato la voz del castaño sobresaltada.

-Quien me sigue, ¿lo mandaste tú, o fue alguien más?-Interrogué, observando como el hombre intentaba disimular agarrando los juguetes frente a él.

-Pues... es que escuché que por ahí que andaba un ladrón suelto asaltando ese tipo de tiendas-No mentía, yo mismo había visto eso en las noticias con su compañía-Sabes que en cualquier otro momento te dejaría ir solo, pero esta vez no podía arriesgarme a que te pasara algo-Su voz salió con un toque de vergüenza.

Le creía, creía cada palabra que decía. Y es que no solo se trataba de lo que soltaba, sino que anteriormente ya me había demostrado con acciones que confiaba plenamente en mí. Él fue quien me dio la idea de que volviera a comenzar a salir, incluso también, por comodidad, me dijo que podía hacerlo sin compañías, aunque mayormente siempre iba acompañado por él, porque siendo sincero, amaba que pasáramos momentos así juntos.

-Lo siento mucho... pero no podría estar tranquilo si no lo hacía-Confesó, incluso podía imaginarme la expresión de pena que debía estar figurándose en su atractivo rostro.

-¿Sabes? Es muy lindo que siendo dos años menor que yo, seas tú quien me protejas-Una sonrisa se asomó en mi semblante al mencionar eso.

-La edad no define nada, Levi Ackerman-Soltó con cierto deje de coqueteo-Además, aunque tengo veinticuatro años, soy más grande que tú en todo lo que puedas imaginar-El descaro desbordó en lo último, sí, este hombre ya se estaba desviando y hablaba con morbo.

-Cierra la boca-Escuché las risas de Jaeger tras esto, antes de colgar la llamada con una sonrisa bien marcada en mi rostro.

Bien, prácticamente me enamoré de Eren Jaeger, el mismo que en un pasado me salvó de la gran posibilidad de haber muerto aquel día en un tiroteo, luego me "acosó" con el objetivo de cuidarme indirectamente y saber más de mí, después me secuestra por "casualidad" y en lugar de tratarme mal, tiene un trato demasiado bueno conmigo, y al final, terminé enamorado de él.

Simplemente, mi amor por Eren era real, me enamoré de él por sus atenciones y la manera tan dedicada de hacer que me sintiera cómodo al estar en su casa, el cómo quería con sinceridad hacerme sentir parte de su familia.

Es innegable que al principio nada comenzó bien, y es que era más que imposible que nuestra relación comenzará bien, más que nada porque fue él quien me secuestro, y también por el hecho de mi "moralidad". Pero al final de cuentas las cosas se daban por algo, y yo agradecía profundamente haber tenido la oportunidad de conocer a este maravilloso hombre que me hacía sentir tan feliz cada segundo que estábamos juntos.

Sí, esto era una total locura, pero amaba a Jaeger con sinceridad y me encontraba completamente seguro de que mis sentimientos eran mutuos, porque las acciones hablan más que las palabras, y el castaño se había encargado de demostrármelo lo más que podía estos últimos meses, y todavía continuaba haciéndolo.