Capítulo 2

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Sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda cuando se escucharon los gritos de mis compañeros, el pasillo comenzó a rechinar debido a los zapatos de los enfermeros intentando escapar, sentí mi corazón acelerarse cuando los desgarradores gritos comenzaron a escucharse cerca de la habitación, saber que allá afuera probablemente acaban de morir algunos de mis compañeros de trabajo; me generaba una sensación de querer vomitar por el miedo de que algo también me fuera a suceder.

Lágrimas comenzaron a escurrir de mis ojos recordando algo que pasó hace tiempo, sé que dije que el ser un doctor especializado en urgencias me ayudó a no sentirme nervioso con poca cosa, pero esto no era poca cosa. Mis pies comenzaron a temblar sin saber si levantarme y hacer algo para evitar que el hombre volviera a ser herido. El problema recaía en que si decidía pararme del piso existía alta probabilidad de ser atravesado por esas malditas balas, estas situaciones me daban un dolor de cabeza muy fuerte, ya que siempre sabía qué hacer en casos de presión, sin embargo, esto era demasiado.

Tapé mis oídos con mis manos por lo fuerte que sonaban las balas.

Comencé a pensar en toda la situación que estaba viviendo. Ahora mismo me encontraba en la misma habitación de un mafioso que acababa de ser herido hace poco menos de unas horas. Aquí existían dos situaciones peligrosas en las que me hallaba completamente involucrado, podrían ser las mismas personas que intentaron dañarlo y vinieron con el objetivo de terminar lo que no pudieron, o quizás se trataba de su gente que intentaba salvarlo de otro atentado que finalmente terminara con su vida de forma permanente. Y por un maldito demonio, en ambas situaciones cabía la gran posibilidad de que mi existencia en la tierra se viera gravemente afectada.

No tenía ningún tipo de lazo con este tipo de personas, el único que se podría decir que tuve, fue porque antes era pareja de un policía que muchas veces arrestó a alguno de ellos, no obstante, solo eso. A lo que voy es que, tampoco necesitaba demasiado para saber qué clase de personas eran, literalmente, con solo ver los noticieros o periódicos, podías darte cuenta de que a esos tipos no se les compadecía el corazón al tener que hacer algo malo con tal de obtener lo que querían.

Una clara prueba de lo que he mencionado antes es este hombre tirado en cama. Seguramente estaba haciendo una de las cosas que acostumbra y por ello está como esta.

Recuerdo que Erwin en repetidas ocasiones me pedía que dejara de trabajar en el hospital por estos casos, yo tendía a ser terco en grandes cantidades; así que siempre ponía excusas para que no insistiera en lo mismo. Smith sabe perfectamente como son estas personas, prácticamente, vive en torno a ellas con la idea de que en cualquier momento puede morir gracias a uno de ellos.

Erwin varias veces arrestó a algunos de los matones de los Jaeger. Digamos que intentó de todo por sacar alguna pista que delatara quién era Eren Jaeger, no obstante, esos hombres parecían ser máquinas o tal vez le temían más a su jefe que a la misma policía. Nunca en toda su trayectoria el rubio ha logrado tener una pista de ese hombre, cosa que yo sé que lo desesperaba bastante. Una vez, incluso el mismo Eren le mando una carta burlándose de él por todos sus intentos fallidos de intentar atraparlo, le echaba en cara la poca inteligencia de los oficiales, le escribió en esa hoja que su burla siempre serían ellos. Ni siquiera con esa carta consiguieron alguna pista de quien la pudo escribir.

Gracias a todas las anécdotas que me contó mi ex prometido, fue suficiente para enterarme de que esas personas debían tener muy buenas amistades para que hasta ahora nadie los haya delatado, al igual que muy buenos planes para evitar ser encontrados y encarcelados de una buena vez. Esta gente con sus actos solo demostraban que la única manera de que algún día pisaran la cárcel; sería si se entregaban por voluntad propia.

-¡Levi!-Escuché exclamar la voz de mi amiga, con un tono alterado.

Mi corazón latió con fuerza al saber que estaba afuera corriendo peligro. Dejé mi miedo de lado y me levanté del piso con la intención de abrir la puerta. Me encontré con su rostro preocupado y no tardó tanto en entrar y tirarme al piso con ella.

In the hands of the enemy. (EreRi)Where stories live. Discover now