Capítulo 12

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La moral podía irse a la mierda.

Medité demasiado los últimos días, y me percaté que al dejarme llevar por mis emociones y aceptar estar con Eren, desde que eso comenzó, mis días en este sitio cambiaron radicalmente, me sentía feliz y cómodo.

Los tratos del castaño continuaban siendo igual de atentos, pero al encontrarme de alguna manera más apegado a él, se me hacían mucho más evidentes los momentos en que se encerraba en su oficina. Yo sabía que el mafioso no tenía nada que ver ni con lo mínimo de alguien con negocios sanos, y esa era otra cosa que me carcomía de nervios, no obstante, dejaba que las cosas fluyeran, aunque en el fondo saber eso me atormentara.

Corté las verduras con las que planeaba hacerle un almuerzo al de cabellos largos, hace unas horas ni siquiera despertamos a la misma hora, las sabanas de su lado se hallaban frías cuando me levanté. Luego lo vi en su oficina de nuevo mientras hablaba por un teléfono, sonaba molesto.

Quería intentar alegrarlo, aunque sea con algo pequeño.

Podría decir que mi día estaba yendo relativamente bien, aunque esto se fue al carajo en cuestión de unos cortos e inesperados segundos.

-Si gritas te vuelo la cabeza-Escuché la voz de un hombre hablar fríamente.

Ni siquiera tuve la chance de levantar la mirada y poder ver de quién se trataba, mis sentidos se congelaron y mi razonamiento literalmente quedó de lado. Con mis manos temblorosas dejé caer el cuchillo al suelo, y ese simple sonido terminó por aturdirme. Los nervios me invadieron más rápido de lo que creí y ya sentía mi corazón latir como loco.

Tragué grueso, levantando la vista para apreciar a quien me amenazaba. Nunca en toda mi estancia en este lugar había visto a ese tipo, tampoco se me hacía familiar su voz o alguno de sus rasgos.

Lentamente, se acercó a mí. Su expresión no reflejaba ninguna clase de emoción negativa al igual que positiva, simplemente traía marcado un semblante de frialdad, lo cual de inmediato me erizó la piel. Si él venía con el objetivo de dañarme, se notaba mucho que estaba decidido a llevar a cabo su cometido.

-¿Dónde está Jaeger?-Preguntó con autoridad.

Sí, sabía donde estaba, pero evidentemente no le diría.

Lo ignoré y desvié la mirada sin resistir a que me siguiera mirando de esa manera.

-Hice una pregunta-Recordó, se acercó tan rápido que cuando caí en cuenta su mano apretaba con fuerza mis mejillas y con la otra me apuntaba con el arma-Responde, es mucho mejor para ti contestar que callar.

Mis latidos aumentaron y el miedo me invadió aún más, una gota fría de sudor rodó por mi rostro y me quedé estático sin decir nada. En un intento de alejarme de él terminé siendo acorralado contra la pared, con sus inexpresivos ojos, amenazándome por no hablar.

¿Esta sería mi muerte?, se me helaban los huesos de solo imaginarlo y las inminentes ganas de llorar no tardaron mucho en asomarse.

-Estoy aquí-Una gruesa y conocida voz se hizo presente.

Mis ojos se desviaron hasta donde vinieron las palabras, encontrándome con los ojos enfurecidos del castaño. La presencia del moreno solo ocasionó que el desconocido me tomara del brazo y me pusiera frente a él, no tardando mucho en apuntarme con su pistola justo en las sienes.

¡Mierda!

Ahora mismo ni siquiera estaba temiendo por lo que pudiera pasarme, porque era más que claro que yo no le interesaba en lo más mínimo a este hombre, eso resaltó cuando lo primero que hizo después de amenazarme fue preguntarme por "Jaeger" que podría ser Eren o Zeke. A quien pretendían dañar era al de ojos verdes, lo peor es que si eso pasaba sería justo frente a mis ojos, y estoy completamente seguro que yo sería incapaz de soportar ver eso.

In the hands of the enemy. (EreRi)Where stories live. Discover now