Volviendo a tejer: libro 3 - La doncella de los dioses.

Cap23. Volviendo a la normalidad

Dioses mencionados

Durtzen. Diosa de la paciensia.

Dregarnuhr. Diosa del tiempo.

Verbergen. Dios del ocultamiento.

Mestionora. Diosa de la sabiduria.

Schlaftraum. Dios de los sueños.

Sehweit. Dios de la vision lejana.

Ventuhete. Diosa del tejido.

***

"Rozemyne... necesitamos hablar contigo."

Mi hermana estaba junto a Charlotte, Wilfried y Editha.

Parecían incomodos mientras me pedían ir a una sala de reuniones. Si me estaban pidiendo una reunión sin anticipación significaba que ya habian intentado usar un método convencional, sin éxito, pero en verdad, con el torneo interducados acercándose con rapidez pasaba muy poco tiempo en el dormitorio, para gran descontento de mis estudiantes incluso me quede en el palacio tres o cuatro veces, simplemente me olvide de prestar atención al giro de Dregarnuhr y quede fuera durante el toque de queda.

Margareth me regaño en cada ocasión, diciendo que debía prestar más atención, aun si tenía mucho que hacer.

Mis asistentes realmente se estaban esforzando para ajustar los horarios para revisar los proyectos que tenía con algunos ducados, dando siempre el mismo tiempo, ajustando importancia, ranking, y valor general.

Entre el trabajo del comité, las fiestas de té, juegos y los entrenamientos, simplemente se ocupaba todo mi tiempo.

Aunque en realidad no fue tan malo como pudo serlo.

Al no pertenecer a ningún ducado, no tenía que participar en los juegos de ditter de selección, no podía en realidad.

'El proximo año quizás podria participar bajo algunas condiciones.'

En un inicio, Ferdinand intento incluirme en los juegos de Ehrenfest, pero después de decirle claramente que no jugaría, dejo de hacerlo, aunque se veía frustrado y fastidiado por mi negativa.

'Supongo que solo quería jugar junto a mí.'

Después de sentarnos en la sala preparada se irguió una herramienta de área específica, todos se miraban entre si mientras el silencio seguía extendiéndose, como si no se decidieran a hablar.

O quien hablaría, en realidad.

Fue Rozelia quien finalmente cedió.

La vi respirar y soltar el aire con resignación mientras tomaba un poco de té para refrescar su garganta.

"Hermana... lo lamento, no queríamos molestarla con esto porque no es su responsabilidad, pero ¿podría hacer algo con su prometido?", pregunto sin mirarme. "Como hasta hace poco estaban en malos términos, realmente no queríamos molestarla con esto, no ahora que finalmente están bien, pero..."

"¿Pero?" la inste a continuar, estaba confundida.

Estaban hablando sin hablar, dando vueltas al asunto sin llegar a tocar el tema. Fue mi primo quien finalmente perdió la paciencia.

"¡Esta insoportable!" gruño

"¡Wilfried!"

"¡Hermano!", lo riñeron las tres al mismo tiempo.

"¡Pero es verdad!" se defendió cruzándose de brazos en un gesto un poco infantil que consiguió se perdiera la seriedad del asunto, sonreí un poco divertida a eso, mientras esperaba que me explicaran lo que estaba pasando.