Cap5. Delirios de Schlaftraum

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Fue a mediados de la semana, cuando Rozelia finalizo sus clases y comenzó a organizar las invitaciones, así como las solicitudes de reunión que recibió y mientras que Ferdinand estaba organizando los juegos y partidos a los que habia sido invitados y retado con ayuda de sus asistentes, que decidí estudiar en la biblioteca.

Después de todo, tan temprano en el invierno, los estudiantes no la frecuentaban.

Ya que pasaba cada hora libré estudiando en la biblioteca, esa información pronto llego a todos los estudiantes y, aunque había algunos que se acercaban, no me interrumpían, por lo que decidí seguir asistiendo llevando un sequito reducido para no interrumpirlos en sus estudios.

Claro, me arrepentí demasiado rápido, el día de la fruta, de mi decisión.

"Es realmente difícil llamar su atención mientras lee, lady Rozemyne."

"Sigiswald."

Respire hondo para no aplastar al sujeto, su propio sequito estaba bloqueando a mis estudiantes. Que el día de hoy me hubieran acompañado los laynobles, solo empeoraba la situación.

El príncipe estaba sentado en el mismo cubículo que yo, sonriendo de lo más feliz sin dejar de observarme. Paseando sus ojos desde mis manos, hasta mi cabeza, bajando la mirada para estudiarme completa, profundizando su sonrisa.

"Es usted realmente encantadora, lady Rozemyne, su uniforme realmente la favorece", alago haciéndome sentir incomoda. "Una verdadera discípula de Efflorelume."

Escuche a mis estudiantes soltar jadeos de sorpresa e indignación, algunos tuvieron problemas para mantener su mana controlado mientras sus ojos brillaban con tenues arcoíris, pero como laynobles, no dañarían a nadie.

"Soy discípula de todos los dioses, Sigiswald."

Lo mire sin sonreír, mientras que continuaba fingiendo no haber entendido su insulto. Él quería provocarme. No entendía porque o para qué, pero no caería en sus provocaciones.

Lleve un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, un gesto clave para Margareth quien desapareció tan rápidamente que dude un momento sobre si habia estado ahí conmigo o no. Sigiswald seguía sonriendo, alabando mi belleza, ofreciéndose para ayudarme con lo que necesitara, como si realmente tuviera poder alguno, haciéndome sentir el doble de incomoda cuando sus ojos cayeron en mi collar de compromiso y no lo abandonaron.

"¡Princesa, encontré...! ¿hay algún problema aquí?", pregunto el bibliotecario principal.

"Si, profesor Baldrich, Sigiswald pretendía ofrecerme su ayuda para estudiar, pero solo me está incordiando."

"Lord Sigiswald, usted no es un estudiante, ¿Qué está haciendo aquí?" lo cuestiono con severidad. "Que viva en la soberanía, no lo autoriza a pasear libremente, ¡y menos! durante el invierno."

Solté un ligero suspiro de decepción antes de ponerme de pie mirando al bibliotecario principal.

"Profesor, me llevare ese libro y estos, gracia. Y ¿podría notificar a Zent que dejare de asistir a la biblioteca por un tiempo?"

"Lo notificare, pero no necesita dejar de venir, princesa. La próxima vez le permitiremos estudiar en la oficina."

"Gracias por su consideración."

El principito habia estado tratando de interrumpir mi intercambio con el bibliotecario pelirosa todo el tiempo, siendo ignorado por ambos.

Mientras volvía a mi habitación, Margareth me informo de que Zent habia puesto a su hijo bajo arresto domiciliario por todo el invierno, de modo que no debería salir.

Volviendo a tejer: libro 3 - La doncella de los dioses.Where stories live. Discover now