Cap11. El juego de Schlaftraum y Ventuchte

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Dioses mencionados

Anhaltung. Diosa del consejo.

Dregarnuhr. Diosa del tiempo.

Efflorelume. Diosa de las flores.

Mestionora. Diosa de la sabiduria.

Schlaftraum. Dios de los sueños.

Schutzaria. Diosa del viento.

Ventuhete. Diosa del tejido.

Wiegenmichte. Diosa de la crianza de los niños prebatutizados

***

Me encontraba sentada en mi habitación en la finca de mi familia, observando como mis hijos y aprendices empacaban ropa, zapatos, pijamas, ropa interior, entre otras cosas, empacando lo primero que se enviaría a la soberanía cuando tocaron la puerta.

"Milady, Lord Sylvester desea reunirse con usted. Desea que lo vea en su despacho, ¿a qué hora sería adecuado?", me pregunto Philine.

"Lo veré ahora."

Tenía una idea bastante clara de sobre qué quería hablar, por lo cual lo mejor era abordar el tema pronto.

No iba a gustarle nada lo que le diría de todos modos.

Salí de la habitación seguida por Margareth y Angélica, Damuel y mi hermano Lamprecht se unieron a mí en el segundo piso y nos dirigimos al castillo en highbeast.

No me sentía muy animada, el plan A pintaba por completo que iba a fallar, estaba comenzando a desesperarme, no tenía tiempo, estaba casi segura que tendría que optar por el plan B o el C y para eso, necesitaba a otros conmigo.

"Aub Ehrenfest, lady Rozemyne está aquí."

"Muchas gracias Silvio, puedes retirarte"

Los asistentes prepararon té y comenzaron a salir de la oficina, cuando nos quedamos solos mire a Sylvester y le obsequie una pequeña sonrisa antes de sentarme.

"Lo lamento."

Mis palabras parecieron tomarlo por sorpresa, sobre todo en el momento en el que coloque una feystone roja sobre su escritorio.

"Ella... ¿era una enfermedad por edad o...?"

"No lo sé", dije sin mirarlo, "todo parece indicar que sí. Pero..."

"Lo escuchaste, ¿cierto? Muchos de los antiguos devotos de mi madre presentan los mismos síntomas..."

"Aub, lo siento, pero..." me detuve rascando mi mejilla, "creo que ya sabe lo que pediré..."

"Lo se. Ya comencé a evacuarlos. ¿Estarás bien con tantos enfermos?"

"Lo estaré, prepare un lugar en el bosque. Estarán aislados y así evitaremos posibles contagios también. Descubriré que está pasando."

"Intentémoslo una vez más, Verónica. ¿Cómo colabas...?"

"Flor estúpida."

"No soy una flor, Verónica."

Estaba cansada, habían pasado tres días con ella, sin obtener nada, incluso después de que conseguí a sus antiguos devotos, a ella no le importaba realmente lo que pasara con ellos. Me quedo claro el segundo día de encierro.

A Verónica no le importaba nada, era una mujer muerta, solo sabia insultarme, después de forzar su memoria, comenzó a mirarme con odio, con rencor, sus insultos perdieron toda creatividad, 'flor estúpida' era lo único que salía de sus labios.

Volviendo a tejer: libro 3 - La doncella de los dioses.Onde histórias criam vida. Descubra agora