Las clases en Hogwarts

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Durante su segundo año en Hogwarts, Harry y Draco se encontraron con desafíos aún mayores que en su primer año. Una de las asignaturas que les resultó particularmente interesante fue Herbología. La clase sobre las mandrágoras fue especialmente memorable. La Profesora Sprout les explicó con detalle sobre estas criaturas mágicas y les mostró cómo manejarlas con precaución, ya que su grito puede dejar inconsciente a cualquiera que lo escuche. Fue una lección en la que la prudencia y el conocimiento fueron fundamentales.

En otro momento, tuvieron la dudosa experiencia de una clase con el Profesor Lockhart. El vanidoso profesor les contó sobre sus supuestas hazañas y aventuras, aunque rápidamente se hizo evidente que sus habilidades estaban más en la narración de sus historias que en la aplicación práctica de la magia. Los estudiantes, incluidos Harry y Draco, tuvieron que contener su risa ante las torpes demostraciones de Lockhart.

La clase de duendecillos también fue todo un desafío. El profesor Lockhart les advirtió sobre la naturaleza traviesa de estos seres mágicos y les explicó inútil y vagamente cómo tratar con ellos. Por eso, la clase tomó un giro inesperado cuando uno de los duendecillos logró escapar y causó un revuelo en el aula. Aunque fue un momento caótico, Harry y Draco aprendieron a trabajar juntos bajo presión y a manejar situaciones inesperadas, especialmente no dejar escapar los duendecillos, mientras a lo lejos se escuchaba la voz de Hermione Granger quien decía que el profesor les estaba dando un poco de experiencia práctica.

Fuera de las aulas, Hogwarts también les brindó oportunidades para hacer nuevas amistades. Ginny Weasley y Astoria Greengrass se encontraron por casualidad en la biblioteca un día. Ginny estaba angustiada porque había perdido su diario, y Astoria, siendo amable y comprensiva, se ofreció a ayudarla a buscarlo. Después de un tiempo, Astoria tuvo la oportunidad de recuperar el diario durante un descuido de Harry y Draco, y se lo entregó a Ginny. Esta amistad inesperada demostró que incluso en tiempos difíciles, la empatía y la amabilidad pueden unir a las personas.

Mientras tanto, la cámara de los secretos seguía siendo una preocupación en la mente de Harry y Draco. Con el diario ahora sin su posesión, estaban cada vez más lejos de seguir las instrucciones y liberar el monstruo en la cámara. Sin embargo, también estaban esperanzados de recuperarlo. Estaban en una encrucijada, sin saber si podían seguir adelante con el plan oscuro que les indicaba el diario si lo llegaban a recuperar o si debían resistirse a su influencia maligna. Lo cierto es que no sabían como desapareció y quién lo tiene ahora pero las preocupaciones desaparecían en los entrenamientos de quidditch. Sin dudas, el Quidditch es un buen refugio para el estrés.

Dark Harry...(No tan dark)Where stories live. Discover now