Buscando pistas

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Aunque Dumbledore le había advertido sobre el espejo, la curiosidad y el deseo de ver a sus padres nuevamente llevaron a Harry a regresar una y otra vez a la sala donde se encontraba el misterioso espejo. Cada vez que se paraba frente a él, veía a sus padres sonriendo y a su familia completa, algo que anhelaba con todo su ser.

Sin embargo, mientras el tiempo pasaba, Harry empezó a darse cuenta de que obsesionarse con las visiones en el espejo no lo llevaba a ninguna parte. No podía cambiar su realidad actual y debía aprender a aceptarla. Así que, con mucho esfuerzo, decidió dejar de visitar el espejo y enfocarse en su vida presente en Hogwarts.

Con el apoyo y la comprensión de Draco, comenzaron a explorar más la escuela y sus alrededores. Decidieron investigar sobre aquel curioso artefacto que Harry leyó en el libro de la biblioteca. Descubrieron rincones secretos y pasadizos ocultos, a veces con la ayuda de la capa de invisibilidad, aunque Dumbledore había advertido sobre su uso. A pesar de las restricciones, ambos encontraron un sentido de libertad al explorar lugares fuera de los límites comunes.

Un día, mientras exploraban los terrenos del castillo, encontraron una entrada a un pasadizo bajo el sauce boxeador. Intrigados, se aventuraron dentro y descubrieron que conducía a un oscuro y misterioso corredor lleno de trampas y criaturas mágicas. Con valentía, pero también con precaución, lograron sortear todos los peligros y llegaron a una cámara que parecía estar relacionada con la piedra filosofal.

Sin embargo, antes de que pudieran descubrir más, fueron descubiertos por el profesor Snape. Enfrentaron una encrucijada: confiar en Snape o intentar escapar. Optaron por la confianza y le contaron lo que habían descubierto. A su sorpresa, Snape les creyó y les explicó que estaban en grave peligro y que debían mantenerse alejados de esa cámara.

Esta revelación los dejó pensativos y preocupados. Se dieron cuenta de que la búsqueda de la piedra filosofal era más peligrosa de lo que habían imaginado. Sin embargo, también les dio un sentido de responsabilidad y un propósito más claro: proteger la piedra filosofal y asegurarse de que no caiga en manos equivocadas.

Con esta nueva misión en mente, Harry y Draco comenzaron a planear cómo podrían ayudar a evitar cualquier intento de robo de la piedra filosofal y a mantener a salvo a Hogwarts. Sabían que tenían un largo y difícil camino por delante, pero estaban decididos a enfrentar cualquier desafío que se presentara. Su amistad y determinación los guiaban en este viaje lleno de magia y misterios.

Dark Harry...(No tan dark)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant