Capítulo- 28

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Me levanto con rapidez y corro hacia al baño para vomitar, ya llevaba varios días con nauseas.

Termino de vomitar y limpio mi boca, estando frente al enorme tocador me miro al espejo, no me reconozco sinceramente, mis ojos se ven tristes y estoy más delgada, siento tanta lastima por mi misma.

Realmente nunca fui feliz plenamente en estos años, siempre quise que mi mamá fuera feliz, por eso me quedé callada y al final no sirvió de nada porque murió, comencé a llorar.

Llore por mi mamá, por mi y que el sacrificio que hice no sirvió de nada, no sirvió de nada dejar mi felicidad a un lado por mi madre ya que ella murió y no pude estar con ella, deseaba tanto morir, sentía mucha tristeza de saber que aguante tanto para nada.

- ¡sal del baño Catalina! -
Era Jung detrás de la puerta, me asusto demasiado ya que estaba distraída sintiendo lástima por mí.

Abrí la la puerta y ahí lo vi a él, feliz con el torso descubierto, realmente él era alguien atractivo, era alto, con músculos muy notables con unos tatuajes que decoraban su piel tersa, nada que ver con la mía, últimamente mi piel es muy seca.

- ¿por qué me miras tanto? -

Aparte la mirada casi de inmediato al escuchar preguntarme eso.

- talvez tienes ganas que repitamos de lo de ayer ¿verdad? -

Se abalanzó sobre mí y me abrazo colocando sus manos en mis pechos los cuales apretó con fuerza y sentí un horrible dolor más de lo habitual.

- carajo Catalina, ¿por qué ahora e sentido tus tetas más grandes? -

Comentó Jung en tono de burla, era un asco.

- basta Jung, te juro por mi vida que no me siento bien -
Trate de moverlo y quitármelo de encima.

El me tomo de la cara haciendo presión en mi quijada.

- hoy me levante con bastante buen humor, no dañes mi día Catalina que en cualquier momento dejare de ser amable contigo para darte una pálida otra vez -

Termino de decir eso paga después darme un beso en los labios y soltarme dándole así la espalda, en cuanto le doy la espalda siento su asquerosa mano en mi trasero, me acababa de nalguear.

Tome ropa y me cambie e incluso me peine hoy, tenía ganas de arreglarme, arreglarme yo misma por gusto propio no porque me lo ordenaba Jung.

Cuando quede lista baje al comedor, Jung estaba tardando en bajar así que no lo espere y comencé a comer, moría de hambre.

- aunque la mona se vista de seda, mona se queda ¿cierto? -

Era Jung llegando al comedor y mirándome con desaprobación.

- por si no sabías, tienes que esperar a tu marido para poder comer y todos los invitados -

No entendía lo que decía, quien más vendría a comer, desde el primer día que llegue no e visto a nadie solamente a sus amigos cuando yo intente huir la primera vez.

Cuando gire mi cabeza veo entrar a otra persona, era Anton tenía mucho sin verlo no desde aquella vez que me presto su celular y eso me hizo recordar que me estaban buscando.

Ya tenía mucho tiempo que no miraba la tele tal vez el papá de Jung me olvidó cuando mi madre murió, vuelvo sentirme sola y sin salida y mi única salvación es Massimo que creo que también me dejo.

Mientras terminaba de comer ellos hablaban de vario temas que no me importaban, me sentía muy triste en estos momentos como si en este momento se me revelara todo, que estoy sola y que nadie me ayudara.

~𝑱𝒖𝒏𝒈~Where stories live. Discover now