capítulo-6

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Pov: Jung

Estaba en el cuarto de mi madre ella dormía y mientras pasaba el tiempo ella empeorará, pero parece que a mí padre no le importa él sigue trabajando ni siquiera pasa a verla eso me hierve la sangre.

- Jung vete a dormir que mañana tienes entrenamiento de taekwondo y te necesito al 100-

Dijo mi padre desde la puerta yo lo mire con desden, pero hice caso me pare de dónde estaba y antes de irme le di una última mirada a mi mamá ella estaba muy enferma.

Seguí mi camino hasta mi cuarto no sin antes azotar la puerta y darle un golpe a la pared me da tanto coraje ver a mi padre feliz de la vida mientras mi mamá se muere y de las están comiendo los gusanos poco a poco.

Me recosté con rudeza en mi cama y me deje llevar por los brazos de morfeo.

Ya al día siguiente regresando de entrenar fui al cuarto de mi mamá, ella estaba despierta se encontraba viendo un libro.

Lo primero que hice al entrar al cuarto fue lanzarme hacía ella y abrazarla, pocas veces tengo la oportunidad de verla despierta.

- ay Jung como quisiera quedarme un poco más para cuidarte -

- no digas eso mamá ya verás que todo saldrá bien y volverás a estar sana -

Dije separándome de ella y sentándome en una silla que estaba por ahí.

- ¿Y mi papá? -

Parece que me conte un chiste a mi madre porque comenzo a reírse con sarcasmo saliéndose una tos ruidosa.

- tú sabes que ese malnacido solo viene a verme para ver si ya me morí -

- Jung te diré algo, sin importar que pase tú siempre serás amo y señor de está casa todo lo que ves es y será tuyo ¿De acuerdo? -

Yo asentí ante todo lo que decía.

- jamás dejes que ninguna zorra de la calle que llegue a traer tu papá te quite todo lo tuyo, porque eres el único heredero tampoco dejes que los bastardos que vengan a futuro ambicien lo que te pertenece, si es necesario extermina a todos ellos que osadian tus cosas -

- claro que sí madre, yo haré tu voluntad hasta el final -

Pasaron unos 5 meses cuando mi madre murió y mi padre no siquiera se digno a presentarse el día que la enterraron, a pesar de los años no puedo dejar de pensar en mi mamá la extraño mucho, pero a mí papá le tomo unos 5 años superarla.

¿5 putos años y ya busca a alguien más? Jamás había imaginado que mi papá sería tan despreciable como para hacer eso como quisiera ahorcarlo con mis propias manos.

- señor Jung su padre lo requiere en la planta baja -

Dijo una de las empleadas en el marco de mi puerta.

Yo solo me pare y me quedé desde las escaleras había una mujer con grandes curvas se veía tan corriente y ordinaria, yo solo pude hacer una cara de asco al ver qué está sería la nueva novia de papá.

- mami tengo sueño -

¿Mami? Esa fue la voz de una niña miro a todos lados y ahí estaba un niñita escondiéndose detrás de su madre tendrá unos 7 u 8 años no lo sé sinceramente.

- Jung lleva a Cati a su cuarto -

Yo solo sonreí, pero por dentro me moría del asco al imaginarme esa niña andar por mi casa no lo puedo permitir.

Entramos al cuarto y la niña estaba distraída así que le di un empujón para que callera al suelo.

- este no es tu cuarto -

- ¿Ah? -

Tan solo escuchar su voz me hace enfurecer, maldita perra oportunista.

- ¿Eres sorda o ni siquiera tu idioma entiendes? -
Escupí con enojo.

Y así pasaron varios días en los cuales ver a esas dos rondar por mi casa era todo un martirio, ella y su madre solo eran unas simples perras oportunistas y mi padre un idiota que se va por un par de pecho operados.

Aquella mujer mayor era lo que más me hacía enloquecer, ella jamás estará a la altura de mi madre simplemente es una prostituta que sacaron de un burdel barato, se pasea por mi casa como si fuera dueña.





Me encontraba por el cuarto de la niña y me di cuenta que estaba entre abierto su habitación, yo me asome a ver y pudre lograr visualizar una pequeña figura en ropa interior.

Al principio aparte mi mirada sabía que esto estaba mal, pero ¿si solo veo un poco más?.

Me asome devuelta y la niña seguía en ropa interior, logré ver qué pequeños pechos parecían piquetes de mosco y ese cabello tan largo y grueso la hacía ver cómo una muñeca.

La niña no tardó en vestirse y yo me fui de ahí, pero cuando llegué a mi cuarto no podía dejar de pensar en ella y no de la manera que me gusta, por una razón ahora quería tocarla hasta que me hartara.

La odió, pero algo en mi quiere tocarla como si quisiera algo más que que golpearla quería verla de maneras que jamás imaginé y menos con una niña.

- joder -
Dije a lo bajo ya que no podía hacer eso, una cosa es molestarla con insultos y otra muy diferente tocarla más allá de lo que su ropa deja ver.

Pero yo deseo corronperla, verla llorar seguro que vería hermosa con esos ojos tan grandes que tiene sería lindo ver bajar lágrimas por ellos.

Sentí como el calor subió por mi cara al pensar eso, yo de verdad quiero tocarla tenerla a mi merced.

Me pare de ni cama y dispuse a ir a su cuarto y así fue durante varias noches incluso días que la tocaba y la veía llorar, pero algo que jamás podré olvidar será el primer día que la toque, el primer día que vi bajar lágrimas por esos ojos.





Mantenía mi cara metida entre sus piernas, estaba besando sus muslos cuando sentí una pequeña mano en mi cabeza.

- basta Jung, basta -

Levanté la cabeza y vi a una niña con los ojos ahogados en lágrimas y eso me hacía sentir satisfacción, seguro ella lo sabía y por eso lo hacía, seguro ella sabe lo que provoca y por eso hace esto solo es una pequeña perra al igual que si madre.

- a mi ninguna perra dirá que hacer o no -

Dije con una sonrisa ladina y ella estallo en llanto de nuevo y yo fui hacia su cara y besé sus ojos, era mi parte favorita de todo esto el ver sus ojos llorar me hacía ponerme duro y sentirme superior, cómo si con solo verme me fuera energía.



Yo realmente deseo poseer esos ojos~























~𝑱𝒖𝒏𝒈~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora