Capítulo 29 "Verdades"

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El enmascarado miraba la escena con extasis. La noche de la fiesta estaba todo planeado, él le había pagado a Murphy para que entrara a robar a la casa de Ricky, todo se llevó a cabo de forma secreta. Simplemente se reunieron una noche, porque el enmascarado lo tenía vigilado, sabía cuantas veces a la semana frecuentaba un bar de mala muerte. Lo que hizo fue mandarle una nota con una de las chicas que atendían en el lugar, donde le proponía un negocio. Murphy tenía muchos problemas económicos, le debía mucho dinero a unos contrabandistas, y estos ya habían amenazado con acabarlo a él y a su grupo. Por eso accedió a la reunión.

A la noche siguiente se vieron en un callejón oscuro detrás del bar, el asesino esa noche no llevaba la máscara, vestía con gabardina negra y una gorra del mismo color. Murphy quiso hacerle preguntas, porque no entendía lo que sucedía, pero obtuvo las siguientes palabras:

—Sin preguntas. ¿Harás el trabajo si o no?

Murphy asintió, el asesino le entregó un maletín lleno de dinero. Y le dijo que después que terminara el trabajo le entregaba la otra mitad y que podía quedarse con todo el botín que encontrara en la fiesta. Después de darle la dirección, se dio la vuelta y se fue.

Murphy no tuvo oportunidad de verle muy bien el rostro, pero pudo darse cuenta que era alguien joven. Cuando salió fuera del callejón, abrió el maletín, sus ojos se abrieron sorprendido, eso era demasiado dinero, y si aún faltaba la mitad, alcanzaría para pagarle a los contrabandistas y quedaba para repartirse entre ellos, feliz por creer que había cerrado el negocio del año, llamó a sus amigos para darles la noticia y armar un plan.

No entendía qué era lo que ese desconocido buscaba proponiendole ese trabajo, ya que estaba pagando semejante cantidad de dinero, y además de eso, le había dicho que podía quedarse con todo lo que encontraran en la casa, sin obtener nada a cambio, para Murphy era algo muy extraño, sin embargo, era muchísimo dinero lo que estaba recibiendo, por lo que jamás se iba a negar, pensó que quizás se había topado con personas adineradas que solo pagaban por ver diversión, por causarle daño a otros.

Lo que él no sabía, pero que el enmascarado solo estaba usándolo, porque eso era lo que hacía, le gustaba usar a la gente, manipularla a su antojo, ellos solo serían el señuelo para que la policía se centrara en ellos y no tuvieran sus ojos en él. Porque esa noche, se llevaría a América, pero no solo a ella.

Se divirtió asesinando a Tony, esa porquería que había accionado su arma en contra de él, lo que hizo fue esconderse, esperando que fuera a buscarlo, y cuando lo tuvo cerca, se le lanzó encima, desarmándolo. Lo acuchilló sin piedad, chorros de sangre salían disparados a todos lados, ahí fue cuando Murphy lo encontró, quedó en estado de shock, cuando quiso reaccionar ya el enmascarado le había lanzado un objeto que yacía a su lado y Murphy en un acto de reflejo había intentado agarrarlo, lo que hizo que el asesino, corriera hacia él y le diera con la empuñadura del arma en el rostro, haciendo que su cuerpo tambalera y cayera encima de unas cajas que habían a su lado.

—Si quieres vivir, te quedarás quieto, ¿vale? —Le apuntó con el arma.

Murphy asintió,  a la vez que tocaba su nariz por donde salía mucha sangre, acto seguido alzó sus manos para que viera que no tenía nada con qué defenderse. Lo siguiente que vio le revolvió el estómago, tuvo fuertes arcadas cuando el enmascarado pisó la cabeza de Tony, luego alzó el cuchillo y con fuerza lo clavó en su cuello. Sostuvo el mango haciendo presión mientras empezó a cortar. Su objetivo era desprender la cabeza del cuerpo, no tenía la hachuela que era la que usaba para realizar este tipo de trabajos, ya que era más práctico. Con el puñal se le dificultó un poco, porque tuvo varias veces que acuchillar y mover con fuerza. Murphy permaneció con los ojos abiertos del pánico. Su cuerpo no podía moverse, pues nunca creyó que algún día iba a presenciar semejante acto tan atroz, lo que hizo que su cuerpo se paralizara.

Acechada por el mal |COMPLETA|Where stories live. Discover now