Capítulo 18 "Eres mala mintiendo"

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Hoy era miércoles, Becka y yo nos encontrábamos en casa de Judith

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Hoy era miércoles, Becka y yo nos encontrábamos en casa de Judith. Estábamos mirando una nueva serie. Judith no hacía otra cosa más que hablar de Braxton; se notaba que el chico le gustaba.

Di un gran mordida a mi hamburguesa mientras veía la televisión. Mi teléfono comenzó a sonar —el teléfono que mi padre me regaló cuando le dije que el mío se había arruinado, por haberse caído accidentalmente dentro de la tina—, miré que se trataba de Jose, así que me disculpé con las chicas. Salí de la habitación y abrí la llamada.

—Hey, hola —dijo con nostalgia.

—Hola, ¿estás bien? ¿Ocurre algo? —pregunté preocupada.

—Sí, problemas familiares que nunca faltan —respondió y soltó un suspiro—. ¿Cómo va todo por allá? Vi las noticias, así que Benjamín no es el asesino.

—No, ya lo soltaron. Todo es muy abrumador.

—Lo sé, tienes que cuidarte mucho, no sabemos qué es lo que quiere. —Su tono de voz sonaba apagado.

—¿Seguro qué estás bien? —pregunté inquieta.

—Sí, solo necesito salir a distraerme un rato. Saldré con mi vecina.

—¡Eso es genial! Espero que te diviertas.

—Oye, tengo que irme. Saluda a los chicos de mi parte.

—Por supuesto. Te extraño.

—Y yo a ti. Adiós. —Colgó la llamada.

Guardé mi teléfono y entré a la habitación. Becka tenía la nariz roja de tanto llorar y Judith la miraba con cara de "¿Es en serio?", yo sabía con exactitud como era ella. Becka era la clase de persona que lloraba por todo, si sus padres estaban peleados, si veían películas muy románticas, si veía noticias o escuchaba rumores de que habían dejado abandonado a algún perrito o gato, ella sufría por la pobreza que había en el mundo, por los niños enfermos; esa era Becka.

Tomé asiento nuevamente y le pasé un pañuelo.

—Gracias. —Sorbió su nariz—. Intento no ponerme así, pero es imposible.

—Te comprendo —dije sonriéndole—. Becka, ¿has hablado con Candace?

No sabía si ya habían hecho las paces, o aún seguían enojadas. Ayer estuve intentando comunicarme con Candace, sin embargo, no entendió la llamada. Y me preocupaba, ya que con todos los asesinatos ocurridos no era para menos.

—Sí —respondió—. Me pidió perdón, dijo que se sentía muy mal por todo. Ella se encerró en su casa y no sale, la muerte de Owen le afectó bastante.

—Lo sé, fue horrible —dije, sacudí la cabeza para que esos pensamientos de cuando supe que él estaba muerto, se esfumaran de mi mente.

—Ella dijo que cuando se sintiera mejor, vendría a visitarnos. —Becka se limpió las lágrimas y se levantó—. Iré a echarme agua en el rostro. —Se dirigió al baño.

Acechada por el mal |COMPLETA|Where stories live. Discover now