Capítulo 8

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Con una mierda.

Gabe no podía apartar la mirada de él. Músculos redondos y firmes, no demasiado voluptuoso pero imponente y elegante como un tigre debía ser. Tenía los ojos oscuros, llenos de deseo y lujuria sin dejar de verlo, tan excitando que Gabe podía saborearlo en el aire y era increíble. Se sentía como drogado por la emoción, y su cuerpo estaba caliente y listo para tomarlo, pero... Evan era grande.

Grande, grueso como nadie que Gabe pudiera recordar. Pero, oh... si no deseaba tenerlo dentro de él ahora mismo. Deseaba por primera vez en toda su vida sentir todo eso dentro de él, acariciándolo en sus más profundos espacios, calentándolo y aliviando el calor de su celo pendiente. Evan era el único que podría quitarle esta sensación. Gabe lo sabía. Lo sentí por todo su cuerpo. Que era el tigre a quien siempre había añorado.

Y si Evan disfrutaba de un pequeño juego de dominio en la cama, eso estaba bien para él, porque no le gustaba ser mandado ni ordenado, todo lo contrario por su propia naturaleza dominante. Era como si el destino lo tuviera todo preparado, y los hiciera increíblemente compatibles en todos los sentidos.

Se sentó más cerca del borde de la cama, colocando las manos a los lados de su cadera antes de mirar hacia arriba, porque el señor sabía que esa cosa entre las piernas de Evan, era una enorme distracción, pulsando y goteando hasta sus grandes bolas que colgaban. El rostro de Evan era un poema lleno de lujuria. Gabe estaba seguro que una parte era por el aroma de su celo que solo llamaba a copular hasta que la sensación se asentara y el omega estuviera en paz con su cuerpo mientras tomaba a su compañero con la primitiva esperanza de simplemente reproducirse.

Era cuando se volvía más bestia que humano, y esa parte tomaba todo de él, dejando casi lo humano enterrado hasta el fondo todo el tiempo mientras el celo terminaba. 

Ya estaba claro que no podrían hacer mucho cuando su celo realmente llegara, pero confiaba en Evan y sabía que él sabría qué hacer cuando se diera el momento.

Estaba agradecido de que su compañero no fuera un alfa, o habrían tenido muy graves problemas. Tener a un compañero sobrio durante su celo era una gran ventaja.

"Vas a chuparme," dijo con la voz ronca y el estómago apretado mientras veía a Evan acercarse a su erección. "Jódeme con tus dedos. Prepárame para ti..."

Evan lo tomó en una mano y lo frotó sobre su mejilla ligeramente rasposa por la barba haciendo a Gabe gemir y jadear por la sensación. Ya estaba sensible, así que no iba a durar demasiado, mucho menos con Evan haciendo ese tipo de cosas. Cuando los carnosos labios de su compañero se envolvieron en la punta de su pene, él se encogió, subiendo una mano para colocarla en su cabello, acariciándolo con la punta de sus uñas. Lamiéndose los labios mientras Evan lo tragaba más profundo, Gabe apretó los dientes al sentir la parte trasera de su boca, apretada, mojada y caliente... Era simplemente demasiado bueno, pero no era el único que merecía recibir placer. La primera vez no había podido hacerlo, porque los síntomas de su celo fueron tan fuertes que sus pensamientos se nublaron y lo único que pudo desear eran los dedos moviéndose dentro de él y la necesidad de correrse. Pero ahora se sentía mejor, probablemente porque los supresores seguían haciendo efecto en menos cantidad, pero estaba completamente despierto y con la mente clara.

Moviendo uno de sus pies hacia Evan, él presionó los dedos sobre la carne caliente y dura, exhalando con un estremecimiento por la excitación. Evan también se sacudió, sus ojos cerrándose y un sonido profundo saliendo desde su pecho.

Había bromeado con ello, pero estaba comenzando a pensar que Evan tenía un lado masoquista.

Pasando su mano libre sobre su pecho, Gabe inhaló sin apartar la vista de Evan. "Después me vas a joder en la cama," dijo en voz baja, su estómago apretándose cuando Evan movió la cabeza más rápido, usando una mano para jugar con sus bolas y la otra tanteaba su agujero lubricado. Los ojos musgo lo miraron con calor sin sacarlo de su boca, podía ver la urgencia en ellos y la necesidad, pero también . Sí, lo entendía por completo. Y como si fuera una respuesta, Evan meció las caderas contra su pie. "Supongo que estás de acuerdo con el plan."

[GAY] Garras y Maullidos. #2 TIGRESWhere stories live. Discover now