[GAY] Garras y Maullidos. #2 TIGRES

Capítulo 2

"¿Vas de salida?"

Evan terminó de ponerse su chaqueta, aseguró su billetera en el bolsillo trasero y tomó las llaves de su camioneta antes de darse la vuelta. Ian estaba parado bajo el marco del pasillo, luciendo como si hubiera rodado toda la noche en la cama. Asintió. "Sí. Tengo algo que atender, pueden tomar lo que necesiten. El refrigerador está lleno, así que solo encárguense de limpiar cuando terminen."

"Oh. Entiendo. ¿Grayson sigue durmiendo?"

"Sí." Apretó los labios, recordando la noche pasada. "Bebió como pez y encontró algo de mi alcohol especial, así que está tumbado como una roca y roncando como una sierra." Por una parte era mejor que hiciera eso antes de irse arrastrando a los pies de esa mujer otra vez, como ya había hecho con otros más en el pasado. Se encogió de hombros. "¿Ustedes dos van a quedarse por más tiempo?"

Theo venía por el pasillo, arrastrando los pies, pegándose a Ian de inmediato. Evan apretó los labios, conteniendo su risa. Theo estaba creciendo todavía, cuando lo conoció el chico estaba a la misma altura de Ian, ahora era más alto y más amplio. Un oso, supuso, crecían como árboles y pesaban una tonelada. No iba a mentir, todavía tenía curiosidad sobre quién de los dos estaba arriba en la cama. Pero era algo de lo probablemente nunca conseguiría una respuesta. Dado que ambos eran alfas, era solo interesante pensar en su alfa tomando el rol de pasivo.

"No tenemos nada mejor que hacer. Ellen está a cargo por el momento, así que Theo y yo solo estaremos alrededor un tiempo."

El chico asintió. "Probablemente iremos a un hotel, no queremos molestarte más de lo necesario."

"Pueden quedarse. Me agrada la compañía."

Ian sacudió la cabeza y se giró hacia la cocina. "Es tu espacio. No te ofendas, pero también necesitamos el nuestro. ¿Tienes algo de café?" Buscó en los cajones con confianza. No era la primera vez que venía aquí, pero Evan tenía el terrible hábito de limpiar y mover las cosas cada vez que se sentía ansioso. "Grayson también querrá algo fuerte cuando despierte."

"Arriba de la estufa encontrarás." Tenía una maravillosa máquina que era su querido bebé, y Ian sabía muy bien que cuidaba de la cosa tanto como a su auto, así que el hombre sabía que debía ser gentil con ella. "Nos vemos más tarde, entonces. ¿Tienes la copia de llaves?"

"Sí, sí. Puedes irte ahora."

Theo solo sacudió la mano en el aire antes de arrastrarse hasta donde estaba Ian y pegarse a su espalda como un pulpo. Poniendo los ojos en blanco, Evan hizo su salida. Entró a su camioneta y buscó su teléfono antes de presionar el botón de llamada que se conectó directamente al bluetooth, encendió el auto y salió directamente a la carretera mientras esperaba. Glenn contestó con una voz ronca.

"¿Sigues en la cama, bastardo?"

"Buenos días a ti también, imbécil." Hizo un sonido ronco y algo se movió atrás. "Al menos invítame el desayuno, ¿no? Finge que te importo al menos un poco."

Evan apretó los dedos alrededor del volante mientras entraba al centro de la ciudad. "No somos esa clase de amigos, pero, ¿tienes la información? Si es así, podría considerarlo."

"Por supuesto. ¿Con quién crees que estás hablando? ¿Dónde estás?"

"Entrando a la avenida principal. Te diré algo, le pagaré una cena a ti y a tu novia en un lindo restaurante esta noche y tú me das la información." Llegó al edificio donde estaba su oficina, entró al estacionamiento y estacionó. "Glenn, ¿sigues ahí?"

"Sí. Creo que puedo aceptar, pero también necesito mi paga. Lo entiendes." Hizo una pausa y luego carraspeó, el sonido de teclas golpeando el otro lado de la línea. "Bien. Gabriel Barclay, tiene veintiocho años y su cumpleaños es en un mes. Te enviaré su dirección a tu teléfono, trabaja en un club de Strippers, y se mudó a la ciudad hace más de diez años. A menos que necesites algo más profundo, este chico parece ser solo una pobre alma más. ¿Por qué tienes interés?"