Capítulo 5

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"¿De verdad no me dirás?"

Evan miró el agua roja que salía del cabello de Gabe cada vez más mientras colocaba el acondicionador y frotaba con ambas manos su cuero cabelludo. Podía sentirlo reírse todavía, sus hombros se movían y sonaba como una ardilla conteniéndose de burlarse con más ganas. Evan sonrió, sacudiendo la cabeza.

"Vamos, dime de qué color es tu cabello en realidad."

"No, sería divertido ver cómo lo descubrirás."

"Eres tan cruel conmigo. Pero tomando tus palabras, el tiempo lo dirá." Tomó la manguera y limpió el resto del producto de su cabello hasta que sus dedos se deslizaban suavemente sobre los largos mechones rojos. Sonrió mientras tomaba una toalla pequeña y comenzaba a secarle el cabello. "Luce tan bien en ti que por ningún motivo creí que era teñido."

"Gracias, mi estilista tiene manos de oro."

Poniéndose de pie, Evan colocó las manos en sus caderas. "El desayuno está listo, así que deberías darte prisa antes de que se enfríe más." Se lamió los labios cuando él comenzó a levantarse, pero apartó la mirada cuando Gabe se levantó por completo. Evan se rascó la cabeza y señaló el tumulto de ropa. "Puse algo de ropa interior ahí, solo úsala si quieres."

"¿Es tuya?"

"Bueno, sí."

"Está bien."

Solo le tomó unos rápidos segundos estar vestido con su ropa. La camiseta marrón se acomodó bien a la anchura de sus hombros y suelto abajo, aunque sus pantalones de deporte le quedaron bien. Le dio un rápido vistazo a donde había dejado la ropa solo para ver el espacio vacío. Miró hacia abajo de su camiseta antes de asentir. Gabe levantó una ceja con una pequeña sonrisa mientras se secaba el cabello con la toalla. 

"No disfruto estar con mis joyas al aire," dijo. 

Sus ojos estaban brillando con suavidad, casi menos agresividad que antes. Evan le sonrió y le tendió la mano, a lo que Gabe la tomó sin pensarlo demasiado. Lo llevó hacia afuera, dejando la tina así mientras tanto. Por el momento solo quería alimentarlo y dejarlo estar en su sala, que llenara el lugar entero con su aroma.

"Desde ese día en la cafetería me di cuenta de que tienes un gran apetito, lo que realmente aprecio," le dijo mientras lo empujaba hacia una silla. Gabe se sentó, todavía secándose el cabello pero con ojos fijos en los platos de comida que tenía, y en el que deslizó frente a él. El café todavía estaba caliente así que también le sirvió una taza, sentándose del otro lado de la mesa. "No es nada especial, pero Grayson cree que mis panqueques son los mejores del mundo."

Huevos revueltos, tocino y tanto jarabe como él quisiera. 

"Gracias," dijo antes de enterrar el tenedor en el plato y tomar una gran mordida. Evan sonrió mientras sorbía de su café. Gabe exhaló mientras masticaba haciendo una cara de placer. "Realmente no paso mucho tiempo en la cocina, solo compro comida donde me parece cuando tengo hambre, así que cada vez que pruebo algo casero es como..." Se encogió de hombros, una mirada perdida mientras masticaba.

Evan se preguntó si estaba pensando en sus padres, pero Gabe rápidamente sacudió la cabeza y tomó otro bocado. Los bordes de su boca se levantaron cuando él lo miró.

"Esto es delicioso, concuerdo con Grayson."

"Mi placer."

Comieron mientras hablaban de pequeñas cosas, nada en especial que fueran a recordar después. Pero Evan lo amó. Cada segundo de ello. De tener a Gabe en su espacio, haciendo algo tan común como tomar el desayuno, se sentía tan íntimo y agradable, que ahora comenzaba a entender a los que una vez llamó tontos por buscar querer relaciones a largo plazo. Esto era malditamente agradable.

[GAY] Garras y Maullidos. #2 TIGRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora