❤️ Reconciliación ❤️

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    Y acepto la transferencia.

    Eso dolió mucho, más considerando que fue hace una  hora. ¡Cómo si quisiera estar con él aburrido de Kuchiki y Renji en el escuadrón seis! Una parte de él pensó que tal vez no entendió la indirecta o la entendió mal, pero fuese como fuese lo dejó alejarse de él.

     — Imbecil Sajin, Imbecil yo mismo —, susurró entre dientes con la cara contra la mesa mientras una lágrima corrió por su mejilla limpiando enseguida, volvió a pegar la cara contra la mesa ante la mirada y cuchicheo de los demás.

    Estuvo así por dos horas más, sin lágrimas, no tenía fuerzas para llorar, solo pensar en lo imbecil que era él y todo el maldito mundo mientras se destruía por dentro. Todo hubiese sido mejor si nunca se hubiera enamorado.

    Tal vez fue porque estaba divagando que no se fijó cuando alguien tomo asiento frente suyo.

      — Takeshi —. Sorprendido no por escuchar su apellido sino por escuchar la voz que más quería oír, frunció el entrecejo ligeramente porqué su imaginación era una porquería en este momento incluso hace unos segundos se imaginado hasta su muerte — ¿Acaso estás llorando? —, está vez frunció el entrecejo ¿El llorando? No es que no lo hizo hace poco pero no lo estaba haciendo, alzó su mirada roja por estar presionando contra la mesa sin rastro de una lágrima y tan frío como el hielo. Así solia mirar a todo el mundo, menos a Komamura.

    Y eso le dolió mucho que le mirase así toda una semana entera, pero volviendo al tema de buscarlo porque literalmente se perdió cuatro horas frunció el entrecejo de igual manera. Miradas frías que eran aterradoras.

    Sajin nunca miraba así a nadie que no fuera su enemigo y eso le dolió muchísimo, también que le llame por el mendigo apellido que sabe que no le gusta.

     — Capitán —, su voz ronca dirigiéndose a él — ¿Desea algo?

     — Desde luego, deseo que me expliques ¿Porqué faltaste cuatro horas enteras escapando del trabajo? —. Se sorprendió al escuchar las horas exactas — ¿Y bien? Dime.

     — Eso a usted no le importa ahora, porque aceptaste mi transferencia —. Dijo en voz firme, como si fuese una buena defensa cuando obviamente era mala.

    Komamura parpadeo una, dos , tres veces antes de responder la locura que escuchó.
   
   — ¡Tu pediste transferencia! —, exclamó, le estaba gritando. Él nunca le gritaba a nadie a menos que estuviera molesto.

    — ¡Pensé que me detendría! —, gritó casi sin voz, causando sorpresa en el contrario. No obstante soltó una sonrisa respirando profundo —, pensé por un momento que quería estar conmigo —, mirando el té que tenía horas ahí sin haberlo probado le miró a los ojos —. Pero puedes irte al diablo, Sajin.

    Casi que corriendo se fue pero fue sujetado con tanta fuerza que casi rompe la mesa. Aún así estaba de espalda, no quería verlo. Podía sentir su mano después de tanto tiempo y se sintió tan débil, tan vulnerable que quería desmayarse en sus brazos por siempre.

    — Ya no estás hablando de trabajo ¿No es así? —, se escuchó su voz suave — (t/n) —, mencionó su nombre y casi desfallece.

     — Yo... —, sintió todas las miradas sobre él y quiso escapar —... Lo siento—, fue lo que dijo casi ahogándose —, creí que si me iba me detendrias. Pero está bien sí no es así —, finalmente se soltó de su agarre —, siempre y cuando tú estés bien, no importa —, entonces se fue casi que corriendo del lugar.

     Komamura seguía ahí, estático y sorprendido por eso pero fue tan rápido que no pudo responderle porqué se estaba yendo del lugar en plena tormenta de nieve.

One Shot - personajes de bleach.Where stories live. Discover now