Capítulo 17.

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A la mañana siguiente se sintió fuerte otra vez. Y fue capaz de hacer planes y cumplirlos. La única joya que tenía que le pertenecía enteramente era un collar de diamantes que había pertenecido a su abuela materna. Era lo único que podía ayudarla a conseguir la libertad. Necesitaba dinero para vivir hasta que se acostumbrase al cambio y pudiera ver qué podía hacer. Y si bien sabía que iba a ser una sorpresa para Justin, no dudaba que sería una tarea difícil para ella adaptarse a la nueva situación.
Al salir de casa de Justin, _____ no llevaba nada de lo que perteneciera a su antigua vida: ni tarjetas de crédito, ni joyas, ni trajes de noche. No tenía derecho al dinero de Justin, ni a que él la mantuviera. Después de todo, no había sido su esposa de verdad. Entonces, ¿por qué iba a pedir el divorcio de él, si podía pedir la nulidad matrimonial? Su matrimonio había sido producto del chantaje. Su disolución iba a ser muy sencilla seguramente.
Vendió el collar de su abuela en una joyería. Le dio pena, y se sintió culpable por ello. Pero esperaba que su madre, si la veía desde arriba, la comprendiera.
Nuevamente en casa, buscó en los armarios la ropa más sencilla que tenía, vaqueros, faldas. Buscaría un hotel pequeño hasta que pudiera encontrar algo más barato para vivir. Y después buscaría trabajo, cualquier trabajo. De ninguna manera sería, como había dicho Justin, como un recién nacido desprotegido.
En ese instante, sonó el teléfono interno. Era Petros, informándole de que tenía una visita abajo esperándola. Un tal señor Woods. ¿Había ido Paul a su casa? _____ no podía creerlo. Como no había llamado la noche antes, ella había creído que él no se encontraría en casa, y había intentado llamarlo más tarde, sin dar con él, cuando había tomado la decisión de abandonar a Justin.
Ryan estaba de pie en la sala, mirando un cuadro de Picasso, el pintor preferido de Justin.

—¡No tendrías que haber venido!

—¿Es auténtico? —preguntó Ryan señalando el cuadro.

—Sí —tenía tantas cosas que contarle que no sabía por dónde empezar. Y además, no sabía qué cosas contarle y qué cosas reservarse. Notaba que, absurdamente, tenía un cierto sentimiento de lealtad hacia Justin. No le gustaba ver a Paul en casa de Justin. No le parecía bien, simplemente. Y tal vez por ello no podía echarse en sus brazos.

—Me han dicho anoche que no estabas en casa, cuando te he llamado.

—Pero estaba.

—¿Sería Justin el responsable de que le hubiesen dicho eso a Ryan? ¿Significaba que a partir de ese momento sus llamadas iban a ser controladas y censuradas? De todos modos ya no importaba. Se iría de allí.

—Le he dicho a Justin que quiero el divorcio. Hoy me voy de esta casa.
Paul sonrió, atravesó la alfombra del salón y le dijo:

—Querida, ¡es fantástico!
Cuando intentó besarla, _____ se apartó nerviosa.

—No, aquí no. No me parece bien.
Ryan se rió y dijo:

—Espero que te sientas mejor en mi apartamento esta noche.

—Ryan, no me voy a vivir contigo.

—Sí, podría ser perjudicial para tu divorcio. Tienes razón. Eres una chica sensata. Después del comportamiento de tu marido, no entiendo cómo puedes sentirte culpable de la pareja. Eso podría afectarte en el convenio de divorcio.

—No quiero nada de Justin.

—No seas tonta, _____. Ya sé que tienes la herencia de tu padre, pero...
_____ se puso tensa. ¿Por qué no hablaban más que de dinero? "Una larga trayectoria en la caza de mujeres ricas", las palabras de Justin volvieron a su mente.

—Ése es un tema del que tenemos que hablar.

—Lo digo por ti. Tú no estás acostumbrada a las estrecheces. No soportaría ser el responsable de que te vengas a menos.

—No lo serás. Seré libre y seremos como cualquier otra pareja. Es mejor que te vayas ahora. No debieras estar aquí —_____ fue razonable.

—Relájate, por el amor de Dios —Ryan iba de un lado a otro de la habitación, observando los muebles antiguos y los cuadros.

—¿Cuántas de estas cosas son tuyas? —preguntó con un suave silbido de admiración.
_____ vio en los ojos de Paul una mirada de avaricia, y una cierta excitación reprimida ante lo que veía. Al notarlo. _____ sintió que algo moría en su interior.
De pronto miró el escritorio pequeño y elegante de su madre. Era el único mueble suyo. Se lo había regalado su padre cuando se había casado. Pero se sentía muy disgustada por la actitud de Paul para pensar en los recuerdos de familia.

—Ninguna. De hecho, firmamos un acuerdo prematrimonial por el que renunciaba a estas cosas —mintió _____ — ¿Y sabes cuál era el asunto de la herencia de mi padre en París? Que el dinero va a tener que emplearse en saldar deudas.

—¿Deudas? Estas bromeando.

—No. Cuando me vaya de esta casa no tendré un centavo.

—¡Pero eso no me lo habías dicho nunca! —exclamó él, y se calló repentinamente— Antes de irte debieras pensar bien este asunto. Bien sabe Dios que sólo quiero lo mejor para ti...

—Por supuesto —interrumpió ella.

—Me sentiría realmente mal si tú renunciases a todo esto por mí. Lo que quiero decir es que... ¿Y si las cosas no funcionaran entre nosotros? Si te soy sincero, es demasiada responsabilidad para mí. Debemos pensar muy bien lo que hacemos.
Entonces dijo que tenía una cita. Era evidente que quería irse para pensar a solas lo que ella le había dicho.
_____ se sintió estúpida, decepcionada. Era evidente que Ryan quería que se divorciara de Justin pero siempre que se llevara consigo el dinero de él.
Subió y terminó. Ryan iba a desaparecer de su futuro, pero tampoco quería a Justin en él. Dejaría atrás el pasado. Ya no necesitaba ningún hombre en quien apoyarse. Todos los hombres la habían manipulado, desde su padre, pasando por Justin, hasta Ryan. Y ella los había dejado hacer. Sintió una furia incontenible.
Bajó sus maletas, llamó a un taxi. Boyce se preparó para acompañarla.

—No te necesito. Abandono a Justin.
Boyce se quedó pasmado. Pero pronto se enterarían todos.
Llegó el taxi. El taxista fue de gran ayuda en sugerirle un hotel. Al bajar compró el periódico. Lo primero era encontrar un lugar dónde vivir, y un trabajo. 

Un matrimonio diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora