Tiana es una chica alegre, divertida y muy estudiosa. Su vida cambia cuando empieza ser la niñera de un hombre adulto, ¿pero qué tiene que perder una niñera cuando se enfrenta a un mundo lleno de prejuicios?.
Todos los derechos reservados.
—¿Ya estás mejor Manuel?.— dijo Juan sentándose a su lado. Manuel se encontraba sentado en el frío piso. Ya que Alberto y su grupo ocupaban casi toda la banca que había en la celda.
Manuel asintió, mirando atento, a aquel hombre de barba larga, acampanado color blanco como la nieve.
— No suelo meterme en la vida de los demás pero me da curiosidad el porqué terminaste aquí.— Preguntó con cierta curiosidad.
— Ni yo lo sé. — expresó Manuel apenado.
— No te preocupes, seguramente tu familia te va a sacar de aquí, de eso estoy seguro. — Juan colocó una mano en el hombro de Manuel en señal de afecto, pero él se alejó asustado. — Tranquilo, sé que no me tienes confianza pero no soy como los demás que están aquí adentro.
— Ese hombre es malo. — comentó Manuel apenado.
— Bueno… muy malo no es, solo que simplemente Alberto reacciona de mala manera cuando no le obedecen, se cree dueño de la celda, ya sabes, el poder se le sube a la cabeza a uno aquí dentro. — Carcajeo Juan con una simpática sonrisa.
Manuel analizó las palabras de juan con mucha atención, parecía que estaba interesado en escuchar al hombre que hace unos minutos lo había salvado de una golpiza, sin embargo, desde los pocos minutos que él llegó a esa celda y comenzó a hablar con Juan, sintió cierta confianza con aquel hombre porque se fue abriendo poco a poco a la confianza que Juan le transmitía.
— ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?.— pregunto Manuel con curiosidad mirando a aquel hombre, este agachó la cabeza y comenzó a jugar con sus dedos pulgares.
— Cuando vives mucho tiempo en las calles, te lías con ciertas personas peligrosas que te llevan por diferentes rumbos, las calles son peligrosas, demasiado me atrevo a decir. Sin embargo, no te das cuenta de que tienes todo hasta que lo pierdes. apenado Juan miró a Manuel — Entiendo tu problema chico en verdad.
Manuel abrió los ojos como platos, desde siempre sintió que no encajaba con los demás integrantes de su familia. Claramente sabe que es diferente a los demás qué clase de hombre adulto, maduro, en la vida real se vestiría como él.
—¿Qué quieres decir?.
— La cosa es chico… que tengo una hija con tu mismo síndrome, reconocería a una persona con ese trastorno en cualquier lugar del planeta, por eso cuando te vi sentí la necesidad de defenderte. Mi hija me llamaría loco pero siempre la protegía cuando sus compañeros la molestaban en clase. Te contaré algo al principio su madre y yo no sabíamos cómo tratarla, no sabíamos qué era lo que le sucedía. Cuestión que la llevamos a un psicólogo, este nos dijo que nuestra hija tenía el síndrome de Wendy, que es lo contrario a tu problema tú tienes el síndrome de Peter pan, que solo afecta a los hombres, en cambio, el síndrome de Wendy afecta a las mujeres.
Manuel no entendía las palabras de Juan, sabía que le estaba diciendo algo y que era importante. Pero él no comprendía.
— No entiendo… siempre he sentido que era diferente a los demás, mis padres me trataban como a un bicho raro, sé que me sucede algo pero no entiendo que es lo que me pasa.
— Te entiendo perfectamente a mi hija le sucedía lo mismo mira — Juan sacó de su bolsillo una foto de una joven de unos treinta años que vestía una remera color rosa con unos jerséis del mismo color, estaba peinada con dos coletas. — Ella es mi hija Dana, mi pequeña princesa, si supieras todo lo que hicimos con su madre para verla feliz.
A Juan le comenzaron a caer lágrimas por sus redondas mejillas. Manuel lo vio por un momento sintiendo la necesidad de demostrarle su apoyo. Pero se contuvo.
— ¿Y Dónde está ella ahora?.— interrogó Manuel con cierto interés.
— Con su madre, tengo prohibido acercarme a mi hija desde que se enteraron de que estoy preso. Su madre decidió prohibir todo tipo de contacto, dice que soy una mala influencia, no la culpo tiene razón. Pero sabes a ti, te están juzgando sin siquiera saber que tienes, te tratan como a un inmaduro como si fueras un tonto y no lo eres, aún tienes mucho más que dar. Demuéstrales a los demás de que eres capaz de alcanzar en esta vida Manuel, créeme cuando te dijo que eres especial pero tienes una Luz en tus ojos que te hace único chico.
Manuel miró atento a Juan, sabía que sus palabras eran claras y sinceras. Tal vez él no entendía su problema pero sí entendía la pena que Juan sentía.
—¿La extrañas?. — Volvió a preguntar.
— Mucho, todos los días pienso en mi hija.
Continuará...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Hola Lectores!!!! Quiero pedirles unas sinceras disculpas por demorarme en actualizar eh estado un poco ocupada. Sinceramente la historia está dando giros inesperados y se que deben tener dudas, consultas. La cual no tengo problema en responderlas tampoco voy a spoleear, hace poco me di cuenta lo que realmente me gustaba y es el escribir no sere buena en esto de escribir pero hago lo que puedo. Además quiero decirles que para mí es un enorme esfuerzo el hacerle publicidad a esta historia y escribirla, publicarla. La verdad no es ninguna molestia para mí. Pero aveces uno está entre la espada y la pared. Y aveces nose si seguir escribiendo o no jsjs. Pero bueno. Eso quería contarles mis pensamientos y más adelante sabrán más cosas Sin más no leemos pronto 😘.
