capitulo 17

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Mientras yo me encontraba busca y busca, del pan, al parecer, Manuel se había artado de mi idiotez. ¿Pero qué estoy diciendo?, Él es el idiota con su actitud. Él se levantó, se dirigió hasia uno de los muebles de la cocina, y de su interior saco una pequeña bolsa que decía; "PAN LACTAl".


— Hay tienes, – dijo dejando la bolsa, — Para ser una niñera no tienes experiencia, sonrió sutilmente.


— ¿Perdona?, – me pare firme delante de él. — Tal vez para ti no tengo experiencia, – que en cierto modo él tenía razón. — Pero con el paso del tiempo aprenderé.

Había dicho eso, como si estuviera tan segura de mis palabras, —Pero qué idiota soy que acabo de decir, – Manuel solo me miraba mientras aún sonreía.


— Te dijo algo niñera, no te agobies, hasta ahora lo vienes haciendo bien, – me dio un ligero golpecito en el hombro.


Se veía divertido con su atuendo de marinerito, llevaba una camisa blanca con franjas azul marino, una gorrita amarilla con una pequeña Elite encima. Para ser un hombre ya adulto le quedaba perfectamente.

— ¿Te puedo hacer una pregunta?, – dije, mientras abría el paquete de pan

— Claro, – emitió mirándome atentamente.

— ¿Por qué usas ese tipo de vestimenta?. – lo señalé.

— Hay algún problema, con mi apariencia. – volvió a decir. Mientras tomaba entre sus manos un pequeño carrito, lo meneaba de adelante hacia atrás, las ruedas de ese juguete rechinan por la mesa.



— No, no dijo que te quede mal, quiero decir habiendo tantas forma de vestirse. ¿Es algo en tendencia vestirse así?.

La cara de Manuel cambio inmediatamente, no pude descifrar su mirada. Pero al parecer le gustaba que yo hiciera ese tipo de comentarios.

— Sabes olvídalo, no tienes por qué escucharme, no soy importante, – Expuse. — Toma. – le entregué la hamburguesa en un pequeño plato.

— Espero este rico, – hablo divertido, tomando el alimento en sus manos, le dio un mordisco. Analizó bien el contenido del mismo.

— Como sea, – hable desinteresadamente, mirándolo y me cruce de brazos.


Seguí en lo mío ordenado el desorden, que había hecho y limpiando la losa para que quedara limpio. En ese momento le dediqué una mirada a Manuel, él seguía disfrutando su comida. >>¿Será que le gustó?<<, me puse a pensar. Pasaron unos momentos y volví a mirarlo, pero lo que vi me sorprendió.

— ¿¡Pero que!?, – exclamé atenuada.

Manuel estaba desnudo delante de mí, su ropa estaba esparcida por el piso. Mi respiración empezó a acelerarse, por un momento creí que podría hacerme algo. Pero no creo que él tenga una mentalidad apta para captar o hacer algún tipo de perversión.

— ¿Que significa esto?, – señale haciendo un paso hacia atrás, pero desgraciadamente para mi suerte choque con la mesada. NO HABÍA ESCAPATORIA.


— Creí que no te gustaba mi apariencia con respecto a mi ropa, tal vez así te guste más 



Menos mal no se había quitado el bóxer, que por cierto eran muy divertidos, por qué hay si me hubiera desmayado. Siguió parado y yo no sabía hacia donde mirar.

— Menos mal, no te quitaste el bóxer – hablé nerviosa.

— Si quieres lo
puedo hacer, — expreso.

—¡No, no!, – me apresuré a responder, justo tenía sus dos manos en su ropa interior, a punto de bajar... Am ya saben...

Para mi fortuna, me hizo caso, así que siguió haci parado justo en el centro del comedor.

— ¿Podrías ponerte tu ropa nuevamente?, – me cubrí los ojos, aunque ya había visto mucho por hoy.


— No lo haré, – se cruzó de brazo desafiándome, — No te gusta verme con ropa, a partir de ahora me verás así. – dijo.

Parecía un chiquito rebelde, que estaba, en un momento de negación.








Continuará...

La Niñera Del CeoWhere stories live. Discover now