Capitulo 25

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Eran las ocho de la noche los Harrison se había ido a preparar, Manuel se encontraba cenado su espagueti, algo que él pidió hecho por mí, desde que estoy aquí Manuel no come otra cosa que no sean cocinadas por mis manos.
Estaba nerviosa, era a la primera fiesta importante que asistía, por suerte los mensajes insistentes de Armando habían mermado, seguí jugueteando con mis dedos mientras observaba a Manuel.

-¿Pasa algo?, - pregunto él, al parecer se había dado cuenta de mi nerviosismo.

- Am no nada, - mentí,
-¿Está rico?,- dije para cambiar de tema.

- ¡Claro que sí!,- Exclamo -No comería otra cosa que no fuera cocinado por tus manos, - dijo sonriendo.

- Me alegra oírte decir eso,- hablé forzando la sonrisa, me gustaba que los hombres se fijarán en mí, ¿a qué chica no le gusta eso no?.

-Claro que si va a alegrarte niñera, por qué desde que llegaste a esta casa mi vida se iluminó, créeme, ahora estoy más feliz, tengo ganas de hacer más cosas, cosas que antes yo no solía hacer, - expreso Manuel.

Me pregunto que serán esas cosas que antes no hacías, imagine a un Manuel encerrado en su cuarto sin ganas de salir en una tremenda soledad, recuerdo la primera vez que llegue aquí, Manuel estaba detrás de su madre con su traje de marinerito, un poco tímido, pero cuando me dejaron solo con él, se soltó de inmediato.

-Mama es muy sofisticada, sabes que, A ella cuando era una niña fue abandonada por su padre, - expreso 

-¿En serio?,- dije asombrada,- Es raro, - expresé.

-¿Qué es lo que te parece raro?,- interrogó Manuel.

-Que tu madre haya Sido abandonada, no lo creo, quiero decir la señora, parece que es una mujer sofisticada, elegante y sobre todo Esbelta,- dije analizando cada rasgo de la señora.

-Bueno, todos tenemos algún secreto en nuestra vida, ¿no es así?, Pero eso no significa que no podamos cambiar nuestro futuro.

Él tenía razón a pesar de que la señora fue abandona por su padre, eso no la detuvo para seguir adelante y cambiar su futuro gracias a qué ella no se quedó en el pasado, logro tener una vida, casarse y hasta tener una familia.

-Además de eso, - expreso nuevamente Manuel,-No soy el único Harrison, - dijo

- ¿Cómo?,- pregunté cruzada de brazos.

Él quería decir que había más personas en esta familia.

- Claro, verás tengo un hermano mayor, no lo veo haces años, mamá y papá me contaron que se fue a vivir al extranjero, por estudios.

¡Que! Esto era sorprendente, Manuel No era el único heredero, o sea que existía otro más, una copia de él tal vez.

-¿Y cuál es su nombre?,-dije levantando el plato de la mesa.

-Rayan, ese es su nombre,-espero que él venga para navidad aquí nieva mucho y si hay algo que siempre quise hacer con él, es jugar con bolas de nieve.

¿Rayan?... Era un nombre bonito, ahora más que nunca mi modo Sherlock estaba activado, Mientras más, me enteraba de cosas más curiosidad, tenía seguramente Rayan sería un chico normal.

La señora y su esposo bajaron muy elegantes, ambos con trajes de brillos que te dejaban Anonadada. Manuel se levantó y vio a sus padres, le prestó atención a cada rasgo de los traje elegantiosos que llevaban sus padres.

-Mamá, papá,-expreso él
- se ven muy bien, - dijo finalmente.

-Gracias cariño, - Emito la señora acariciando el rostro de su hijo y depositando un beso. - Es momento que Tiana y tú vayan a arreglarse también.

Manuel me miró, yo le devolví el gesto con una sonrisa, y le di mi mano para que la tomara >>vamos iremos juntos<<, el oji celeste tomo mi mano y ambos subimos las escaleras, entre a mi habitación mientras Manuel entraba a la suya, La señora se había preocupado de dejar el vestido sobre mi cama, >> que lindo de su parte<< dije nuevamente.

- Manuel, si necesitas ayuda solo pídela, - grite desde la otra habitación.

-¡Está bien!, - dijo gritando desde el otro pasillo.

Una forma de comunicación graciosa, acto seguido tomé el cierre, lo baje, hasta el final de la cola del atuendo, nuevamente lo mire con asombro, era la primera, pero primera vez que usuaria algo así, el corazón me latía a mil.

Salí de la habitación caminado por ese pasillo en tonos blancos, toque la puerta de la habitación de Manuel, pero nadie respondió, >> seguramente debe estar abajo<<. Baje las escaleras, la cola del vestido arrastraba por esas pulidas escaleras, en eso levanté la mirada, la señora y señor junto con Manuel estaba parado enfrente de mí.

-Te estaba buscando, - le comenté a Manuel, él me miraba asombrado con la boca abierta.

- Manuel cierra la boca, te entrarán moscas por ahí, - bromo el señor John. Su hijo obedeció, él me tendió su brazo, para que yo la tomara, hice una reverencia en forma de respeto, acepte gustosa el acto.

Todos caminamos hasta la puerta, la limusina estaba esperándonos a fuera.

-Señores Harrison, joven Manuel El auto está listo, suban por favor, - expreso el cochero.

Si ya antes el corazón me latía, ahora mis pulsos estaba aún más acelerados.

-Manuel, - dije susurrándole,-¿Estás seguro de que quieres que vaya?, Aún puedes arrepentirte, - exprese en broma nerviosa.

- Tiana...,- dijo - Este día vívelo como si fuera el último,-expreso tomando un mechón de mi cabello.









Continuará

La Niñera Del CeoWhere stories live. Discover now