capitulo 12

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Me acerqué para llamar su atención. La mujer sé volteo a verme, y con una sutil, sonrisa, invitó a sentarme. 
Una mujer ya de una edad mayor, relucía una sonrisa, además de eso vestía muy elegante, con un vestido de color blanco que hacía relucir su cabellera rubia, que ya tenían sus primeras canas.

— Es un gusto conocerla señora... – exprese, pero en un momento corte mis palabras, ya que no sabía su nombre.

— Ameli Harrison – prosigo ella, asintiendo ligeramente con la cabeza.

— Ameli, – sonreí, — Bueno, usted dirá, que es lo que necesito tener para poder conseguir el empleo.

— Verás muchacha, – dijo, colocando la taza de té sobre la mesita que se encontraba justo a su izquierda. La señora Harrison tenía unos modales encantadores, mezclaba elegancia con sofisticación. Era muy sofisticada y daba la impresión, que era muy delicada. hace mucho tiempo contratamos a varias niñeras, pero..., hizo una pausa Nuestro único hijo que tengo junto a mi querido esposo. Es como decirlo, Especial  dijo remarcando lo que había dicho.

Seguramente su hijo era un niño encantador al igual que ella, pero para ser una señora un poco mayor de unos cuarenta cinco años, me daba la impresión que su hijo era un niño de unos doce o trece años. Que no está mal, ya que mi madre me tuvo a los  treinta años.

— Entiendo, todas las madres dicen eso de sus hijos.

— Es que el es especial, realmente lo es. – continuo diciendo ella.

Hice una pequeña pausa, para admirar sus ojos grises que le daban ese toque a estar cansada.


Continuará...

La Niñera Del CeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora