―¡No soy tu omega! Deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además, ¡tú! no serías nada digna para una omega como yo.
En ese momento, Jennie había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuch...
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La alfa líder iba de un lado a otro, estaba sumamente preocupada, su omega había estado teniendo episodios demasiado extraños, se sentía muy intranquila, el verla casi a cada momento rechazar algunos alimentos además de vomitar de vez en cuando la estaba poniendo sumamente alarmada.
—Jennie, tranquila —habló Minnie que veía como su líder se la pasaba casi mordiendo sus uñas—, está bien, Dasom la está revisando.
La alfa líder soltó un suspiro.
—Puede que no esté bien, puede que sea mi culpa, puede que incluso sufra una enfermedad, no quiero que algo le pase.
—Alfa líder, debe encontrarse tranquila —habló Somi, jamás había visto a la chica tan preocupada, ni siquiera en los entrenamientos, siempre le veía con un semblante serio ante los problemas.
Rosé comprendía lo que pasaba, pues al tener de omega a Jisoo, también había sentido más la necesidad de protegerla y de no apartarse de su lado, el lazo sí que hacía que sintieras todo lo que siente tu pareja destinada, pero era un problema a veces, debido a que si la omega se sentía enojada, ni siquiera te respondía el porqué de su enojo. Los omegas son complicados, pero muy hermosos.
Escucharon los pasos de Dasom aproximarse hacía ellas, y entonces Jennie dejó de caminar de un lado a otro para mirar hacia Dasom.
—¿Se encuentra bien? —preguntó Jen de inmediato, Dasom sonrió al ver la preocupación en el rostro de Jennie.
—La princesa está bien, Jennie, debes dejar de preocuparte, debo darte una felicitación.
—¿Qué? —Jennie no lo entendía, por medio del lazo sintió como su omega le mandaba prácticamente alegría, no entendía lo que estaba pasando.
—La princesa Lalisa está esperando un bebé.
Jennie se quedó estática al escuchar aquello, ¿sería madre? ¿Lisa y ella serían madres de un hermoso cachorro? ¡No lo podía ni siquiera creer! Se sentía tan emocionada, quería salir corriendo por todo el pueblo y gritarle a todos que iba a ser madre, que Lisa y ella tendrían un hermoso cachorro, estaba más que contenta al respecto.
—Puedes ir a verla, está recostada.
Indicó Dasom, a lo que Jennie a duras penas pudo dar un asentimiento y caminar hacia donde se encontraba ahora su omega.
Con pasos casi sigilosos y con duda, entró a la respectiva habitación en dónde su omega se encontraba, aún recostada y con una sonrisa que no podía ni siquiera borrar, al mirar a su alfa soltó feromonas para indicarle que su aroma tenía un tenue cambio, pues este era más dulce.
—Seremos madres —Lisa soltó una suave risa al escuchar a su alfa, parecía que aún no lo podía ni siquiera creer—, ¿en verdad lo seremos?
—Sí, alfa, lo seremos —Jennie por fin pudo sentirse relajada, escuchar a su omega decir tales palabras solo la hacía sentirse mucho más feliz que nunca.
—¿Qué crees que sea? —preguntó Kim, acercándose para poder estar al lado de su omega y acariciar la mejilla de la princesa.
—Dasom me lo ha dicho, pero... será una sorpresa para ti, mi alfa.
—Eso no es justo, mi omega.
Lisa le dio un beso en la mejilla.
—Te amo, alfa.
—Y yo a ti, omega.
Fin
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