Capítulo 38

1.7K 270 5
                                    

Jisoo se sentía muy extraña, al darle un vistazo a Rosé se percató que esta se encontraba sentada en el piso con los ojos cerrados, no sabía si se trataba de alguna clase de meditación, o si simplemente estaba a punto de dormirse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jisoo se sentía muy extraña, al darle un vistazo a Rosé se percató que esta se encontraba sentada en el piso con los ojos cerrados, no sabía si se trataba de alguna clase de meditación, o si simplemente estaba a punto de dormirse. Posiblemente la segunda opción sería la más cercana a las probabilidades.

Unos pasos se escucharon, llamando por completo su atención, al mirar detrás suyo pudo divisar a Jennie.

—¡Jennie! —la omega se incorporó viendo a la alfa líder con una sonrisa—. Has despertado, ¡me alegra mucho!

Jennie dio un pequeño asentimiento, aún pasaba por su cabeza la escena anterior, ¿qué fue lo que había ocurrido? ¿Acaso ver a la princesa de tal manera le estaba afectando a su loba? ¿Por qué hizo tal cosa? La había consolado, la había acercado hacia ella, como una alfa brindándole protección a su omega.

—¿Cuánto tiempo he dormido? —preguntó.

—Dos días —respondió Roseanne, miraba a la castaña, quien de inmediato se vio sorprendida, ¿dos días? Ni siquiera los sintió—. Dasom vino a revisarte, tus dolores de cabeza ya pararon con la medicina que te ha dado.

—Lo sé, debo ir a ver a la princesa.

—¡Espera! —Jisoo caminó un par de pasos para poder ir hacia Jen, Park las miraba de soslaya—. ¿Podemos hacer la competencia?

Jennie la observó por unos momentos, sabía que Jisoo había adquirido demasiado interés en ella, pero debía evitar que algo como eso pasara. Sus ojos fueron a los de Roseanne, quien de inmediato dejó de mirarlas, de nueva cuenta Jennie miró a Jisoo, quien esperaba una respuesta de su parte.

—Rosé y tú pueden competir, es buena con el arco —la mencionada se mostró sorprendida por las palabras de la alfa líder—, ve con ella, Jisoo, tengo que ir con la princesa.

No dejó que Jisoo le diera una respuesta, simplemente se dedicó a seguir con su camino para ir de nuevo con Lisa. La más baja soltó un suspiro, debía admitir que Jennie no es su destino, pero le hubiese gustado que lo fuera, tal vez ni siquiera estaría sufriendo, sintió como una mano se posaba en su cabeza revolviendo sus cabellos, frunció el ceño al sentir como era despeinada por la mano invasora.

—Deja de poner esa cara de pocos amigos —habló Rosé—. ¡Vamos! Te enseñaré quien manda en el tiro con arco.

—Ni creas que podrás ganarme —Park soltó una suave risa al instante que escuchó eso.

Tal vez Jennie no sea una gran parte de su destino, pero puede que alguien como Roseanne lo sea, y debe estar bien, pues a pesar de saber lo fastidiosa que es aquella alfa, le agradaba.

***

Jennie entró a su habitación, pues la princesa Lalisa aún seguía allí, se percató de que estaba recostada, su respiración era tranquila, sonrió al verla de tal forma, a pasos algo sigilosos se acercó para poder estar con ella.

—Princesa... —pasó su mano por la mejilla de la chica hasta su sien, quitando algunos cabellos de por medio, la menor soltó un quejido, estaba demasiado cómoda en aquel lugar, el aroma de Jennie estaba muy concentrado, así que no quería irse, no ahora—, despierte...

Lisa fue abriendo sus ojos despacio, enfocando la imagen de la muchacha a su lado, Jennie apartó su mano de inmediato.

—¿No sería mejor que descanse en su habitación, princesa? —sugirió, sin un rastro de molestia en su voz.

La omega negó rotundamente, no quería alejarse de allí, era un lugar muy cálido, y más al sentir que estaba Jennie presente.

—Me gusta estar aquí, contigo —dijo con una sonrisa, pero no fue correspondida—, pero... si crees que soy una molestia, entonces me iré.

La princesa se incorporó, sentándose, estaba a punto de por fin levantarse, pero sintió un agarre en su muñeca izquierda, miró hacia la mano que le impedía irse, era un suave agarre, pero resistente.

—¿Jennie?

—Lo lamento... No sé qué me pasa, esto... —vio hacia el agarre que imponía sobre la muñeca de la rubia—, estoy actuando demasiado impulsiva, creo que mi loba está enloqueciendo.

—No, no lo está. ¿Acaso no lo ves? Lo hace porque sabe que estamos destinadas, y quiere que me quede contigo.

—No, no estamos destinadas —de nuevo decía aquello, la omega bajó la mirada ante sus palabras.

La loba de Lisa le indicaba que lo mejor era dejar de mencionar el tema, con el tiempo la loba de Jennie se daría cuenta, pero podía hacer algo para ayudarla, Lisa se sintió apenada ante las ideas de su loba, ¿sería demasiado atrevida? Tal vez un poco.

Con algo de valor se acercó hacia las castaña, Jennie arqueó una ceja al ver las acciones contrarias, pues Lisa había tomado la mano que la tenía en un agarre aprisionante y la había pasado por su cintura, casi obligándola a un abrazo.

—¿Lalisa? —preguntó, la omega se acurrucó en el pecho de Jennie y soltó un suspiro gustoso al por fin estar más juntas, cerró los ojos con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Me gusta tu aroma, Jennie.

La alfa líder no dijo absolutamente nada, simplemente se quedó en silencio, mirando a la chica que estaba acurrucado contra su cuerpo, su loba se removió en su interior, aún se sentía confundida al igual que ella frente a esa situación, ¿por qué algo así tenía que ocurrirle a ella? ¿Por qué la necesidad de apartarla se iba en cuanto miraba esa sonrisa? Definitivamente, está muy confundida.

La alfa líder no dijo absolutamente nada, simplemente se quedó en silencio, mirando a la chica que estaba acurrucado contra su cuerpo, su loba se removió en su interior, aún se sentía confundida al igual que ella frente a esa situación, ¿por qué a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La omega que no quería a su predestinada | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora