La omega que no quería a su predestinada | Jenlisa

Capítulo 04

—¡Princesa Lalisa!

La mencionada maldecía internamente al escuchar de nueva cuenta a Jennie, no ha parado de molestarle en toda una semana. ¿Acaso no entendía que no quería verla? ¿Era tan difícil entender eso? Miró a su amiga Jisoo, quien había salido corriendo para que Lisa no la alcanzara.

Jisoo apenas se había presentado como omega, era la hija de uno de los amigos de su padre, sabía que era el encargado de llevar a cabo los entrenamientos para lo alfas, o eso es de lo que se había enterado.

—¿Ahora qué es lo que quieres? —Jennie ya estaba acostumbrada a escuchar aquel tono de voz, lo había tomado como una forma en la que Lisa solamente le hablaba, pues no se dirigía a nadie más con ese tono, y a veces eso la ponía triste.

La omega era amable con los demás, siempre la veía inclusive darle una sonrisa a todo el mundo, hablarles amablemente. ¿Por qué a ella la trataba tan diferente? No lo entendía, y se sentía mal cada que escuchaba como de un de repente el buen humor de la princesa cambiaba tan radicalmente con su presencia.

—Traje esto para usted —extendió una flor, era un girasol, Lisa la miró por unos instantes.

Había llevado la flor, no sabía porque Lisa no la aceptaba en lo absoluto.

—No me gustan los girasoles.

—No es cierto —Kim frunció levemente el ceño, se había percatado que la princesa siempre era atraída por aquellas flores, las veía con esos ojos tan soñadores, y había decidido llevarle uno.

—No me conoces, no sabes absolutamente nada de mí, aleja eso de mí.

Lisa estaba dispuesto a irse, pero la alfa de inmediato se lo impidió agarrándola de mano, ambas habían sentido como una hermosa corriente las había recorrido en cuanto se realizó el toque.

—¿Por qué me rechazas?

Esa había sido la pregunta que hizo Jennie, y la omega sólo intento jalar su mano para soltarse.

—¡Suéltame! ¿O quieres qué llame a los guardias para que te saquen del palacio?

Esta la soltó con sumo cuidado, ¿por qué haría algo como eso? Ha visto como otros la detenían de esa forma, inclusive Jisooo y Somi lo hacían, y simplemente con que ella lo hiciera, ya era una amenaza.

—No vuelvas a tocarme.

—¿Por qué?

—Porque no quiero que lo hagas, me repugna que una alfa como tú, me agarre.

La castaña frunció levemente el ceño. ¿Cómo alguien de tan buen corazón como lo era la princesa, podía tratarla tan mal de un momento a otro? ¿No se suponía que las parejas predestinadas siempre terminaban juntas? ¿Acaso no sentía el mismo dolor que ella cada que prácticamente la rechazaba? Tal vez lo de las parejas predestinadas era sólo una vil mentira.

—Lalisa...

Se percató que la princesa ya estaba unos pasos lejos de ella y ni siquiera se había detenido cuando dijo su nombre, miró la flor que estaba en sus manos, sonrió con tristeza, tal vez... Sólo tal vez, para otra ocasión. Por lo mientras, guardaría la flor, y quizás se la dé a su madre.

Al menos ella no le rechazaría ninguno de sus regalos.

Mayoría gana, y como sólo una persona no estaba de acuerdo con que Jisoo sea omega y Rosé alfa, la decisión inicial se mantiene, Rosé alfa - Jisoo omega. ¡Lamento a quienes no les gusta!