CAPÍTULO 17

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HANA

Eran las seis y media de la mañana tirando a las siete de la mañana. En todo momento pensaba que no me iba a dar tiempo. Así que debía crear una estrategia. Debía limpiar pero a la vez que las otras cosas se limpien ellas solas. Entonces, primero puse desengrasante a toda la encimera y todos los platos que necesitaban de ello. Segundo, saqué una escalera que teníamos en la galería y me puse a limpiar los muebles altos y lo que contenía. Todo iba bien hasta que vi una sombra en el mármol de la pared. En ese momento llevaba puestos los cascos así que no oía nada y al ver esa sombra pasar me asusté y quise ver quien era.

Así que me quité los auriculares. Entonces al dar una media vuelta, caí de la escalera pero no caí en el suelo sino en los brazos de alguien. Y ese alguien era Jay. Me asusté mucho por la caída y luego por caer en sus brazos. Estábamos muy cerca. Aproximadamente nos separaba una mano. Él se quedó mirándome y yo a él. Esos preciosos ojos me miraban tan fijamente. Nunca pensé que algún día iba a poder admirar sus ojos. Son tan bonitos... Duró unos segundos ese momento hasta que él habló.

        - ¿Estás bien? -Preguntó Jongho. Fue en ese momento que desperté de ese fanfic.

        - ¿Eh? ¡Sí! Sí, sí... ¿Puedo bajar? -Cuestioné incómoda en sus brazos.

        - ¡Oh! Sí. -Dijo para bajarme.

        - Gracias... Por cierto, ¿qué haces despierto ahora? ¿Vas a trabajar?

        - No, iba a beber agua. A partir de hoy puedo trabajar desde casa. ¿Y tú? ¿Qué hacías allí arriba?

        - Ahh... Estaba limpiando... -Dije dudando.

        - ¿Tan temprano? -Dijo Jay extrañado.

        - Sí, cada seis meses Skye y yo nos toca limpiar toda la casa en un día. Hoy es este día... -Dije sonriendo artificialmente para volver a poner la misma cara que antes.

        - ¿Por qué limpiar en un día, si puedes limpiar poco a poco cada día? -Cuestionó extrañado.

        - Mi madre... -Dije en voz baja.

        - Ahh... ¿Y Seoyun? -Dijo curioso.

        - Con resaca en casa de mi amiga. -Dije para cerrar la puerta de la cocina que desde que entró Jay, esta estaba abierta y mis padres estaban dormidos en la sala.

        - ¿Has estado limpiando todo... sola?

        - Sí. -Respondí y después se creó un largo silencio mientras Jongho miraba el suelo. - Bueno... Voy a seguir limpiando.

        - Ohh... Sí. -Dijo para beber agua y luego salir de la cocina cerrando la puerta detrás de él.


Cabe destacar que soy muy torpe. Aishhh. ¡¡Hana, aishhh!! ¿Puedo ser menos torpe? Siento que le he contado mucha cosa a Jay y no lo conozco porque no sé cuál es su intención. Como mi madre llega a saber que le he dicho eso sobre la limpieza a Jay, me va a matar. Bueno... Ya está. El pasado, pisado. Ahora sigue limpiando que sino la que va a ser pisada, vas a ser tú. Terminé lo que hacía para empezar a limpiar todas las vajillas, las máquinas y la encimera. ¡Venga falta poco! ¡Tú puedes Hayun!

Había pasado una hora. Solo me faltaba tender todos los paños limpios. Mientras, pensaba en todo lo que ha estado pasando estos últimos días. ¿Por qué me pasaba todo eso? Tengo un poco de miedo. ¿El señor Kang nos quiere hacer daño? ¿Por qué nos haría daño? ¿Por qué? ¿Para qué? No tiene sentido. ¿Por qué Jay tiene que vivir con nosotros? ¿Y qué hace él diciendo que es el hijo de Kang Taeyang? ¿Por qué salió de CRAZY BOYS así de repente? Según lo que me dijo la señora Baek, esa familia es muy peligrosa entonces es imposible. ¿O sea cómo y qué están haciendo en nuestras vidas? Entonces son mafiosos o algo. ¡¿Es una mafia?!

Mientras estaba pensando, sentí como alguien me había tirado algo frío. Adivinad quién era. Mi querida madre.

        - ¿Se puede saber en qué piensas? ¡Es la tercera vez que te llamo! -Me dijo casi enfadada.

        - Perdón, no te escuché. -Dije tranquila.

        - ¡Ya lo veo! ¿Dónde está Skye? -Me preguntó con tono de superioridad.

        - Se ha quedado en casa de Vera a dormir. -Dije sin mencionar la resaca.

        - ¿Supongo que tiene resaca? -Preguntó calmada.

        - Ss..í... -Dije con miedo.

        - Bien. -Dijo feliz para irse a la cocina. Me pareció extraña su reacción. Normalmente, me gritaría como si fuera yo la que bebió toda la noche o maldecería. Pero no, esta vez solo se fue feliz a la cocina. 

Nunca Se SabeWhere stories live. Discover now