CAPÍTULO 7

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HANA

Llegué a la puerta de la habitación para tocarla con los nudillos de mi mano derecha y luego entrar despacio para no asustar a la señora Baek. Ella aún seguía durmiendo en la habitación oscura, ya que las cortinas estaban cerradas. Intenté despertarla sin espantarla.

        - ¡Buenos días señora Baek! Debería despertar. -Le dije sonriendo para acariciar su suave pelo gris.

        - Buenos días, Hayun... -Me dijo para abrir sus ojos y luego volver a cerrarlos. Me reí por lo acababa de hacer.

        - Señora Baek sé que dormir está muy bien pero se debería levantar. -Le dije pero seguía con la misma posición, con los ojos cerrados. Entonces, me acerqué a su oreja derecha y le susurré.- Tengo cotilleos para contarle. -Solo tuve que decir eso para que ella abriera los ojos y se enderezara. Al ver su reacción, empecé a reírme a carcajadas.

        - Date prisa. Ayúdame que me tienes que contar el cotilleo. -Dijo para quitarse la sábana de encima de sus piernas.

        - Ahora voy. -Dije mientras seguía riendo.

Después la ayudé a sentarse en la silla de ruedas, ya que no puede caminar. Luego, le eché una mano para ducharse, vestirse y maquillarse. En el caso del maquillaje, lo hizo casi todo ella. Cuando terminamos, bajamos por las escaleras que también tienen un salvaescaleras para las sillas de ruedas. Al llegar a la cocina, me puse a cocinar todo lo que había planeado antes. La señora Baek me iba hablando mientras yo iba preparando la comida.

Me contaba que había visto en el programa del día anterior por la noche. Me dijo que la gente del programa era muy estúpida porque jugaban juegos un poco extraños y que no le gustó.

        - Por eso, me fui a la cama temprano. -Dijo indignada. Me reí por su respuesta.

        - Pero le ha costado levantarse igualmente. -Dije para reír y seguir con mis deberes.

        - Ya, me fui a la cama pero no dormí temprano. -Dijo para sonreír.

        - Pero señora Baek... -Dije para ser interrumpida por ella.

        - Te dije la otra vez que me puedes llamar "abuela". ¿Por qué me sigues llamando señora Baek? -Me dijo.

        - Es que no habíamos entrado en confianza. Es por eso. -Le dije desconcertada.

        - Pues a partir de ahora llamame abuela. ¿Sí? -Me ordenó.

        - De acuerdo. -Le dije para seguir cocinando. En ese momento, me acordé de lo que me había dicho antes. -Por cierto, no se va a librar. ¿Por qué no dormiste temprano? -Dije sonriendo pero igual no me vió porque yo le daba la espalda cocinando en la encimera.

        - Porque no tenía sueño y ya... -Dijo para callarse.

        - ¿Solo eso? Abuela te conozco muy bien. -Le dije para dar la vuelta y poner los platos de kimchi y de tofu cocidos en la mesa del comedor de la cocina.

        - Estaba... pensando en ellos... ¿Estarán bien o no? -Me preguntó preocupada mientras miraba al suelo para no mirarme. Me acerqué a ella para ponerme en cuclillas delante suya. Le toqué su mano izquierda.

        - Mírame, abuela por favor. -Le dije para que me mirara. -Seguro que ellos estarán bien. -Le dije lo que hizo que me mirara directamente a los ojos.

        - ¿Y si no lo están? -Me preguntó con un brillo especial en sus ojos. Miré dudosa al suelo sin soltar su mano de la mía.

        - ¿Qué te parece si los llamamos? ¿Eh? -Le pregunté con esperanzas de que aceptara mi propuesta.

        - No. No soy capaz. -Me negó rotundamente.

        - Ellos no sabrán que eres tú. Solo los llamarás para escuchar su voz y ya está.

        - No sé si es una buena idea... -Me dijo dudosa.

        - ¿Qué te parece si lo probamos después de desayunar? -Le propuse.

        - De acuerdo...

        - Alégrate vas a poder escuchar sus voces. -Le dije para pellizcarle su mejilla, cosa que le hizo sonreír.- Por cierto, deberías tomar tus vitaminas. Y te debo contar el cotilleo.

        - Okey, okey. Espera que beba las vitaminas. -Dijo lo primero en inglés para sonreír y coger el pastillero y beber deprisa las vitaminas que le tocaba ese día.

En ese momento, coloqué todos los platos preparados para empezar a desayunar. No comí mucho porque antes de venir, ya desayuné. Solo como para acompañar a la señora Baek en el desayuno. Por la cara de la señora Baek, le gustaron los platos que preparé. Para terminar añadí un poco de kimchi en un plato pequeño. Luego le empecé a contar el cotilleo que tanto tenía ganas de escuchar. Básicamente, le relaté lo que pasó ayer en casa menos que mi madre me pegó. Creí que era mejor no contárselo porque sabía que iba a preocuparse por nada. Ella se sorprendió mucho sobre todo lo ocurrido. Es normal. Luego me preguntó quién era esa extraña pareja.

        - Era una pareja de coreanos que supuestamente son amigos de mis padres. -Le dije para recalcar la palabra amigos haciendo comillas con los dedos de mis manos.

        - Ohh... ¿Pero me has dicho que nunca antes los habías visto? ¡Qué extraño! ¿Y cómo se llaman? -Preguntó curiosa.

        - Sí, nunca los había visto antes. Es más, nunca escuché sus nombres antes. ¿Cómo eran? ¿Kang Taeyang? ¿Kim Sun Hee? -Dije recordando los nombres de la pareja. Me fije que cuando dije sus nombres la cara de la abuela se empalideció de repente.- ¿Abuela? ¿Estás bien?

        - ¿Estás segura de los nombres que acabas de pronunciar? ¡¿Estás segura?! -Dijo con desesperación. Me asusté mucho de su reacción.

        - Sí, abuela. Solo tranquilízate. ¿Qué pasa?

        - Hana, esa gente... es muy peligrosa... -Dijo con mucha cólera en sus ojos. Después, la señora Baek apretó bien fuerte su mano izquierda.

        - ¿Los conoce? ¿Por qué dice que son peligrosos? -Pregunté asustada.

        - Por su culpa estoy en una silla de ruedas. -Cuando dijo eso me dejó petrificada. O sea, ¡¿qué?! ¡¿Por qué mis padres se juntan con ese tipo de gente?!

        - Yo no lo sabía... -Le dije para abrazarla. Sentí mucha pena por ella. Se veía que sentía mucha tristeza y rabia a la vez.

        - Son capaces de hacer cualquier cosa. Son el diablo en persona. -Dijo apretando su puño.

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