Obedient » Narry

☞Siete

Niall se despertó bruscamente cuando oyó una fuerte explosión. Aturdidamente se sentó despacio, un dolor recorrió su cabeza y un dolor punzante su estómago. Niall gimió quitándose la bolsa de hielo que cubría su estómago, respiró hondo y miró a su alrededor el cuarto oscuro. Por un segundo olvidó donde se encontraba hasta que se acordó que estaba en la casa de Harry. Suspiró y tocó su estómago que sentía entumecido, por el paquete de hielo que había dejado ahí por Dios sabe cuánto tiempo.

—¿Niall? Lo siento, ¿estás despierto? —Oyó a alguien decir.

—¿H-Harry?

Harry encendió la lámpara que estaba en la sala y se acercó a Niall, sentándose junto a él en el sofá.

—¿Cómo te sientes?

—Como el infierno. —Niall gimió.

Harry asintió y se sentó allí por un momento, en silencio.

—¿Por qué me ayudas? —preguntó Niall con curiosidad. Él realmente quería saber, porque nunca nadie quiere ayudarlo. Nunca. Entonces, ¿por qué él sí?

—¿Por qué hiciste esa pregunta tan tonta? Joder, Niall. Tú no mereces eso. Me pone enfermo saber que te dan una paliza. Realmente duele. Me da como una sensación de malestar. —dijo Harry.

—No tienes que hacerlo. —dijo Niall.

—Sí, lo hago.

—¿Tú en serio golpeaste a Louis y Zayn? —preguntó Niall.

—Sí. Pensé que esos bastardos habían aprendido una lección pero ya veo que no. Sólo van a conseguir más de mí ahora. Sobre todo, de lo que te hicieron. —murmuró Harry.

—Por favor, no lo hagas, Harry. —susurró Niall, descolgando su cabeza al lado, sintiéndose somnoliento de nuevo.

—Tengo que. De todos modos, no te preocupes por eso Niall. Seré tu espalda.

—Ni siquiera me conoces. —murmuró Niall

—Tal vez no lo básico, pero sí sé lo suficiente como para ayudarte. —dijo Harry.

—¿Cómo es que sabes mi nombre? Pensé que no le importaba a nadie lo suficiente como para prestarme atención. Mucho menos a mi nombre. Solo usan mi nombre para burlarsen y molestarme. —dijo Niall tristemente.

—Yo no soy esa gente, Niall. Realmente me importas. Me importas lo suficiente como para prestarte atención.

—Gracias. —dijo Niall.

Harry sonrió.

—¿Qué hora es? —preguntó Niall.

Harry sacó su teléfono y le echó un vistazo.

—2:13 am. —dijo Harry, encogiéndose de hombros.

Los ojos de Niall crecieron del tamaño de Marte.

—¿2:13? ¡P-pero tengo que llegar a casa con Li! —Niall se sentó asustado, pero al estremecerse gimió y volvió al sofá.

—Relájate. Ya le envié un mensaje por ti diciéndole que te estabas quedando conmigo. —dijo Harry.

—Él sabe que yo no tengo amigos. Probablemente piense que me secuestraron. —Niall rodó sus ojos.

Harry rodo sus ojos respondiéndole.

—Yo soy tu amigo. —Espero que podamos ser más que eso algún día... Harry añadió en su cabeza.

—Gracias. ¿Pero por qué quieres a un fenómeno como amigo?