- AMBER - 8

9.9K 980 614
                                    


34 AÑOS.

Miró desde la distancia, al grupo de personas reunidas en un mismo punto, con las cabezas agachadas, con la mirada en suelo, con el corazón roto entre sus manos y lágrimas de dolor.

- Señora... - Stone pone una de sus manos sobre mi hombro - ¿Por qué no se acerca?

Levanto mis manos para quitar las lágrimas que caen por mi barbilla.

- Si no quiere decir quién es, diga solo que es una colega - sugiere - Diga que es una amiga del trabajo.

Sería estúpido.

Quisiera acercarme y ponerme a gritar frente a todos, revolcarme entre la tierra removida y reclamarle a dios por lo que me está haciendo, pero no puedo.

- Es el momento - Stone susurra.

Unos hombres entran a escena y comienzan a cubrir los dos ataúdes que fueron puestos en ese hoyo profundo.

Los funerales aquí son diferentes, no puedo ver cómo entierran a mi hermano, es horrendo.

- Stone - le doy la espalda a la escena escuchando como la gente comienza a llorar con más fuerza.

- ¿Señora?

- Investiga... - mi voz se quiebra - Investiga que...

Mi cuerpo comienza a temblar por completo, siento mucho dolor, me estoy desvaneciendo, estoy cayendo sin caer.

- Señora...

Cubro mi rostro intentando controlar el llanto. Mi cuerpo tiembla como si estuviera en el lugar más frío del mundo, siento que mi cuerpo se rompe.

- Señora.

¿Luis, por qué te fuiste? ¿Por qué tuviste que dejarme así? ¿Por qué me dejas de todas las maneras posibles?

- Salgamos de aquí, señora - Stone me pide.

- No, tú... - mi cuerpo se dobla - Por favor ve y...

El aire me falta, no puedo dejar de llorar.

- Por favor, ve y hazte cargo - suplico.

- ¿De qué, Señora?

- Lucía - sollozo - Sobre lo que pase con Lucía.

- Lo haré, señora.

- Bien... Debo irme...

Me tambaleó hasta la camioneta que me trajo a este lugar y pido que me lleven a casa de inmediato.

Lo siento Lucía, no soy fuerte, aún no puedo sostenerte y hacerme cargo.

- Lo siento - sollozo - Lo siento.

Llego a casa y el personal se aparta de mi camino para dejar que me arrastre hasta la habitación que fue alguna vez de Luis.

Al entrar no encuentro nada que me recuerde a él, no hay nada suyo, no encuentro su olor, no encuentro su voz, no encuentro ni un recuerdo bueno y me lamento por eso.

- Luis... No me dejes así...

Caigo al suelo y me envuelvo en mis propios brazos, llorando pensando que puedo llegar a morir así, pero dos pequeños cruzan por mi mente haciéndome imposible querer dejar de respirar.

Jacobo y Lucía, ustedes deben vivir mejor que yo nosotros, debo encontrar la manera de que así sea.

¿Pero cómo voy a lograr algo así si no dejo de tener miedo? Tengo miedo, siempre he tenido miedo a vivir algo que no estaba destinado, tuve siempre miedo cuando Luis intentaba sacarnos de casa, tuve miedo cuando no vi irse y tengo más miedo ahora que estoy sola.

Amber Y NellyWhere stories live. Discover now