Capítulo 25: Villano por elección: Parte II

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Al día siguiente, tal vez por acción de las hormonas, tal vez el hecho de tener evidencia le trajo confianza, cualquiera que haya sido la razón, no cambió el hecho de que Gabriel fue directamente con el joven Casanova para abordar el tema directamente con él, y si ya eso les suena como una terrible idea, es seguro que arrugarán la cara al escuchar que le mostró la foto, a él y a su banda, exponiendo su mano de forma precoz, y Damián lo sabía, así que le arrebató el celular, y le dijo:

-¿Qué decías, retrasado?

-E-está claro que ya saqué una copia del archivo en mi computadora -Mintió, esa era la única copia que existía.

-Eso ya lo sabía. Ni tú puedes ser tan imbécil como para traer la única copia -También mentía, en verdad creyó que sería así de fácil-. De igual manera, ¿Qué planeas hacer con esto? ¿Chantajearme? Te lo advierto -Exclamó, con rostro siniestro-: No sabes con quién te estás metiendo.

Nuestro pequeño Gabrielito estaba intimidado, eso era natural, pero con piernas tambaleantes y voz resquebrajada, le dio una respuesta concisa.

-N-nada. La borraré, y no se la mostraré a nadie. Tan solo quiero...que no la engañes más. Ella te adora, y se le rompería al corazón si se llega a dar cuenta de esto...

-Wow, eres todo un caballero, enano -Contestó, entre risas secas de la multitud-. No te estreses por eso, no la voy a engañar por mucho más tiempo.

-¿Q-qué significa eso?

-Al inicio, hice esto por una apuesta, de ver qué tan rápido podía ligarme a una setimilla, nada más -Esclareció, haciéndose el pelo para atrás-. Ahora bien, escogí a Aura porque es muy guapa, pero a la vez, tiene una inocencia que me cautiva. Como ya gané la apuesta, no tengo más interés en seguir con ella, pero antes de dejarla, quiero dejarle "mi marca", porque no deseo compartir esa inocencia con nadie más -Sonreía con malicia, a la vez que pasaba su lengua por sus labios.

-¡N-no puedes hacerle eso! -Vociferó el chico, dando un pequeño paso al frente.

-Claro que puedo. Yo siempre consigo lo que quiero, mae, y al final, ¿No es eso lo que siempre has querido? ¿Que terminemos? -Gabriel sacó una interjección de dolor- Es más que obvio que te gusta Aura, y si es así, no tendrás problema alguno en consolarla cuando yo me vaya y, quién sabe, incluso un beta como tú puede llegar a ligársela, pero recuerda: Aunque ella esté contigo, dentro su mente, yo seguiré siendo su dueño.

Gabriel bajó la cabeza, derrotado. Mientras Damián se iba, le dijo:

-No te martirices, no tardaré mucho tiempo en conseguir lo que quiero, y cuando lo haga, será toda tuya -Y se volteó para irse, pero...

-"¿No tardaré mucho?" ¿Crees que todas las mujeres son igual de fáciles que tu madre? -Inmediatamente, las mandíbulas de todos los amigos de Damián pesaron treinta kilos más y se desplomaron al suelo.

-¿Disculpa? -Preguntó, con la vista encendida por la ira.

-N-no, nada, fue un malentendido. Supongo que cuando dijiste "No tardaré mucho", te referías a lo que le dices a todas las chicas con las que has estado -Contestó con una sonrisa condescendiente; Algo dentro de él había despertado. Damián lo tomó del cuello de su camisa y lo levantó para verlo directamente a los ojos:

-¡Dígamelo en la cara ahora, maricón! -Ordenó, casi escupiéndole en la cara.

-Preferiría decírtelo desde otro punto. Tu olor a tabaco barato y sudor me tiene al borde del vómito -Esto hirió el ego de Damián, haciendo que lo soltara para taparse la boca. Con los pies firmes en el suelo, Gabriel acomodó su camisa y continuó haciendo lo suyo:

Amor entre perdedoresWhere stories live. Discover now