Capítulo 2: "Despertar de la nueva era"

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Es una tarde de viernes, el sol está alto y el viento, estático. Rayos entran a través de la ventana, y se reflejan en las paredes blancas de un cuarto; un aposento relativamente espacioso y pulcro en apariencia, con un escritorio, una computadora, un armario, una repisa repleta de libros, un mueble con televisor, una consola y cajas de juegos puestas en orden alfabético. Nada colgaba de las paredes, ninguno de los muebles tenía colores distintos del gris, blanco o beige, y el único ornamento en toda la habitación era un pequeño cactus y su maceta. Entonces, se abrió la puerta blanca del dormitorio:

—Listo. Traigo galletas y un poco de jugo —dijo Lore con una bandeja llena en sus manos, a solo un vestido de ser una mucama victoriana.

—¡Muchas gracias! ¡Con permiso! —contestó Lupe, inmediatamente quitando peso de la bandeja.

—Qué lástima que Ale no pudiera haber venido hoy.

—Al parecer, se le ocurrió una nueva idea para un vestido, y ya sabes cómo se pone cuando le llega la inspiración —explicó, mientras masticaba.

—Sí, la última vez confundí sus ojeras con maquillaje... —recordó la rubia, apenada.

—¿Qué se le va a hacer? Bueno ¿Dónde está el juego?

Loretta extendió su mano y sacó la caja del estante con delicadeza:

—Aquí tienes.

La composición de la imagen era sencilla: Los personajes se encontraban en los extremos viendo hacia los lados y el título, en el medio. Este leía en grandes letras: "COSMO ASSAULT: ¡La nueva era!". Ciertamente el reparto de personajes era diverso y colorido, desde un director de orquestra con un peinado como el de Elvis Presley, una muchacha con lentes y un montón de matraces de laboratorio, una bruja cargando cajas de pizza sobre su escoba y...

—¡Mira, Lore! ¡esta doctora tiene mi mismo peinado! —expresó Lupe con sorpresa, señalando al personaje en la caratula.

—Lo noté la primera vez que lo jugué. Pienso que te quedaría como anillo al dedo.

—O como zapato al pie, o como brasier a la-.

—N-no es necesario ahondar tanto en la analogía, Lupe —detuvo oportunamente—. Prueba jugar con ella primero.

—Eso suena bien. Entonces, ¡Démole! —Gritó con emoción.

Loretta introdujo el cartucho en la consola, y no mucho después, el juego se presentaba con una película, mostrando todo lo que tenía que ofrecer, con luces y colores a montones, música bombástica y sonidos atronadores, todo a gran velocidad, y Lupe se sentía como si estuviera descendiendo en un agujero infinito hacia un lugar lleno de maravillas. Una vez esto acabo, era hora de empezar.

—¡Vamos con el primer nivel! —dijo la fleco de tubo con pasión.

—Oh, perdona, Lupe. Se me olvidó decirte que en este juego no hay niveles —aclaró Lore.

—¿Ah? ¿Y de qué va el juego? —cuestionó, rascándose la cabeza.

—Es un juego hecho para varias personas, y en vez de cooperar para pasar un nivel, la diversión viene en enfrentarse a los demás; un juego de peleas —explicó brevemente la rubia.

—Un juego de peleas, huh... —Mencionó Lupe con cierta intriga.

A la muchacha le gustaba uno que otro videojuego, pero sus pasatiempos favoritos se encontraban en otros sitios, como los animes y las historias de Internet. Escogieron sus personajes; Lore se fue con la muchacha de lentes, a la que el juego se refería como "Marie Grignard", mientras que Lupe se fue con la doctora del peinado prehistórico, llamada "Dr. A. B. Oliver". Le dieron "start" y el juego inició. Estaban en una plataforma flotante, y al fondo, un mar que se perdía en el horizonte, bañado por la luz de un sol rojo de ocaso. Lo primero que llamó su atención fue un número debajo de ella, un "0%". El número subía conforme más golpes asestaba uno, incluso por encima del cien por ciento, lo que traía una pregunta:

Amor entre perdedoresΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα