xi | he was his best friend

1.2K 191 2
                                    

         La cita de Blaise había ido fatal, el novio del chico que era su había llegado de repente y le había montado un escándalo y se habían marchado con la cita de Blaise rogándole que lo perdonara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


La cita de Blaise había ido fatal, el novio del chico que era su había llegado de repente y le había montado un escándalo y se habían marchado con la cita de Blaise rogándole que lo perdonara. Me senté con él y nos emborrachamos falsamente con cerveza de mantequilla.

El colmo de un ciego es llamarse Casimiro Buenavista.

Si yo fuera ciega y me tocara ese nombre me tiraba por el primer puente que viera, la verdad.

-Pss -llamó Blaise y alzó las cejas de forma juguetona -El guapote aquel te anda mirando, háblale.

Volteé la cabeza y en mi cara se formó una mueca. ¿Este no tiene mejores cosas que hacer?

-Una pena, me sigue buscando Daphne -dije desinteresadamente.

-Ella te odia.

-Ah.

Una repentina corriente de aire me despeinó. Se había vuelto a abrir la puerta de Las
Tres Escobas. Eché un vistazo por encima de la jarra y casi me atraganté. El profesor Flitwick y la profesora McGonagall acababan de entrar en el bar con una ráfaga de copos de nieve. Los seguía Hagrid muy de cerca, inmerso en una conversación con un hombre corpulento que llevaba un sombrero hongo de color verde lima y una capa de rayas finas: era Cornelius Fudge, el ministro de Magia. En menos de un segundo, Blaise me obligó a agacharme y esconderme debajo de la
mesa, empujándomd con las manos.

Chorreando cerveza de mantequilla y en cuclillas, empuñando con fuerza la jarra vacía, observé los pies de los tres adultos, que se acercaban a la barra, se detenían, se daban la vuelta y avanzaban hacia donde él estaba.

Blaise susurró:

-¡Mobiliarbo!

El árbol de Navidad que había al lado de la mesa se elevó unos centímetros, se corrió hacia un lado y, suavemente, se volvió a posar delante de ellos, ocultándonos.

Mirando a través de las ramas más bajas y densas, vi las patas de cuatro sillas que se separaban de la mesa de al lado, y oí a los profesores y al ministro resoplar y
suspirar mientras se sentaban.

Luego vi otro par de pies con zapatos de
tacón alto y de color turquesa brillante, y
oyó una voz femenina:

-Una tacita de alhelí...

-Para mí -indicó la voz de la profesora McGonagall.

-Dos litros de hidromiel caliente con especias...

-Gracias, Rosmerta -dijo Hagrid.

-Un jarabe de cereza y gaseosa con hielo y sombrilla.

-¡Mmm! -dijo el profesor Flitwick, relamiéndose.

-El ron de grosella tiene que ser para usted, señor ministro.

-Gracias, Rosmerta, querida -dijo la voz de Fudge-. Estoy encantado de volver a verte. Tómate tú otro, ¿quieres? Ven y únete a nosotros...

¹ENEMY (PJO&HP)✔️Where stories live. Discover now