IX

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El olor a comida invadió todo el lugar, Sunghoon estaba cocinando. Hace un par de horas se adueñó de mi casa luego de ayudarme a fingir que estaba enfermo. No sabía si enojarme por eso o no, pero en verdad me hacía bien tenerlo cerca.

ーQué cocinas? - me pare a su lado observando la olla con la que Sunghoon estaba preparando la comida, se veía rico

ーUna sopa para el resfriado - me miró y me sonrió de oreja a oreja, no sabía si lo hacía en serio o si lo hacía de broma por lo de que estaba "enfermo".

Solté una risita y lo miré a los ojos esta vez, él no despegaba su vista de la olla - no debes actuar como si lo estuviera, deja eso - intenté hacerlo a un lado pero él me gano, tenía más fuera y yo en este momento me sentía muy débil como para poder ganarle

ーNo, tú ve a descansar, te ves cansado.

Hice una expresión de confusión - me veo cansado? Yo? Cómo?

Sin despegar su vista de la comida me respondió - te ves sin ganas de nada, como si quisieras dormir todo el día: estás decaído.

Y era verdad, claro que lo era, después de lo de ayer me siento muy decaído, volver a recordar esos momentos me hacía querer llorar, solo quería dormir y dormir, tal como él dijo, el problema es... Tan cansado me veo como para que lo notara?

ーYa ve a acostarte, te llevaré la comida a tu pieza.

ーPero - intenté oponerme a eso, pero Sunghoon me miró con la clara intención de que le hiciera caso - ... Bien - me di la vuelta sin ánimo y comencé a caminar hasta mi habitación.

ーMás de vale que cuando llegué con la comida estes acostado!

ーSí mamá! - dije sarcásticamente y pude escuchar como Sunghoon soltaba una risa, yo solo sonreí ante eso e hice caso a Sunghoon cuando llegué hasta mi cuarto. Me puse el pijama y me acosté, para mi suerte justo Sunghoon había llegado con la comida.

ーEsta caliente, no te vayas a quemar - me entregó la bandeja que tenía en sus manos con la comida encima de ella.

ーGracias Sunghoon.

ーNo hay de qué - se sentó en la orilla de la cama y me sonrió, sentí como mi corazón se aceleró por un momento, solo por un momento.

Le dí una probada y... - woah, está rico!

ーSí? Cocino rico, ya ves? Por si no me tenías fé.

ーY en eso no te equivocas, no te tenía fé.

Me puso cara de desagrado - pesado.

Reí y seguí comiendo. Nos quedamos en silencio, de vez en cuando nos dábamos pequeñas miradas mientras sonreímos, sentía como mi corazón se aceleraba un poco y las mejillas se me calentaban.

ーPareces un tomatito.

ーDéjame - escondí mi cara en mis manos con cuidado de no botar la bandeja.

Rió sin dejar de mirarme - bien, avísame cuando termines de comer para que veamos una película - se levantó de la cama.

ーNi siquiera me preguntaste!

ーPorque sé que dirás que sí. O me equivoco? - me miró fijamente.

ーTienes razón... - respondí en un susurro con la cabeza gacha, tenía toda la razón, de igual modo iba a aceptar.

Sunghoon salió de la habitación y cuando cerró la puerta solté un suspiro. Sonreí inconscientemente, aún tenía mi corazón latiendo fuertemente. Sin siquiera haber hecho algo tan grande, Sunghoon hizo sentirme un poco mejor, una comida y una película, eso era suficiente para mí, no pedía nada más, cualquier cosa que él hiciera me hacía sentir completamente feliz y satisfecho.

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