Los gorros del diablo

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Banban despertó mareado por el golpe que su ex amigo le había proporcionado.

–¿S-Stinger por qué haces esto? –Preguntó frotando su cabeza.

–Banban, sé que planeas y créeme que no te va a funcionar. –Lo tomó entre su tentáculo. –Y es hora de terminar con esto.

Mientras tanto Banbaleena había sido liberada de aquel lugar gracias al visitante, no parecía una mala persona y por lo que le había contado si estaba en búsqueda de su hijo y solamente quería encontrarlo.

Pero Banbaleena se encontraba más preocupada por encontrar a Banban, así que necesitaba seguir al individuo.

Al separarse de la albina el visitante trató de comunicarse con Banban por medio de las cámaras pero no recibió respuesta de este, así que decidió explorar la última zona en la cual no había estado, el sector progresista.

En el lugar se encontró con diferentes puertas y acertijos, pero dentro de un cuarto con escaleras a los costados encontró a un bebé Opila, al cual, se acerco y al intentar atraparlo, Tarta salió en defensa de su bebé, picoteandolo y arañandolo, obligó al visitante a salir corriendo de la habitación y cerrar la puerta detrás de él.

–¿Qué haré?, la puerta de salida está detrás del bebé pájaro y si me acerco un centímetro su papá me atacara. –Vio frente a el otra puerta la cual parecía ser su única opción, en ella encontró una especie de carrito con dos ojos, en el dibujo en la pared del mismo personaje tenía dos gorros los cuales le faltaban. –JAJAJA SE PARECE AL TIPO ROJO. –No pudo evitar reírse tan fuerte al notar el parecido entre Banban y Mr. Kabob. Al escuchar la risa, Banbaleena trató de contener la suya mientras lo observaba.

El sujeto comenzó a buscar los gorritos por toda la habitación pero no la encontró, cruzo un largo pasillo con muchas puertas, se sentía observado, sabía que no era el tipo de las cámaras, entonces . . . Sé dio la vuelta y vio como detrás de él se escondía rápidamente la albina.

–¿Por qué me estas siguiendo? –Le preguntó a Banbaleena.

–Y-yo no. . . –Hizo una breve pausa y se resigno a decir la verdad. –Necesito encontrar a mi esposo, Banban . . . Stinger se lo llevo y temo que haga algo. –Dijo en tono triste.

–Pero yo no busco a Banban, no sé dónde está y tampoco Stinger. –Dijo siguiendo su camino de puertas.

–Pero a donde vayas tú, irá Stinger Flynn. . . Por favor. –Suplico la albina.

El sujeto lo pensó un momento pero entendió que el también estaba en búsqueda de su hijo y Banban le había ayudado a llegar hasta ese lugar sano y salvo, de lo contrario se hubiera perdido. –Esta bien, puedes venir conmigo hasta que encontremos a la cosa roja.

La chica de moño rojo aplaudió y se emocionó. Al abrir la última puerta, encontraron una sería de instrucciones.

–¿Qué es esto? –Le preguntó a la albina.

–No tengo idea, nunca había visto esta zona. –Dijo ella.

Se armó de valor y la abrió, al entrar encontraron una especie de celdas en los extremos de la habitación, en ese instante del abismo emergió una criatura grande con dos cabezas, una de tortuga y otra de camaleón.

–¿Q-qué es eso? –Pregunto la albina retrocediendo un poco.

Antes que el individuo pudiera decir una palabra, la criatura lanzó su larga lengua hacia ellos, los cuales saltaron a la esquina para evitar ser golpeados.

–¡¿Qué hacemos?! –Pregunto el hombre asustado.

Banbaleena observo toda la habitación y encontró la respuesta. –Allá mira, son botones, trae tu dron y  presionalos.

"Hasta Encontrarte" Banban Y Banbaleena [Garten Of Banban]Where stories live. Discover now