Hasta encontrarlos

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Luego de resolver una seríe de actividades, Banban podía observar como el sujeto confiaba plenamente en el y hacia todo lo que le pedía.

-Bien, necesito que vayas al área de mantenimiento y consigas la última tarjeta. -Le indicaba el demonio rojo al visitante.

Banban sabía que en ese lugar se encontraba su contraparte azul y que no dudaría en dañar al individuo . . . Pero la sorpresa del demonio fue cuando vio al hombre subir salvo y sano al piso de arriba nuevamente, agitado pero vivo.

–¡No puede ser NabNab, eres un inútil! –Grito con irá. –Tendré que hacer yo el trabajo. –El demonio tomó lo primero que encontró y se acercó por detrás al individuo, al hacerlo lo golpeó fuertemente que este callo al suelo.

–Oh Vamos, no te pegue muy fuerte. –¿o si? Pensó el demonio rojo. Vio como el visitante perdía la conciencia, el demonio lo arrastro hacia una habitación en donde le sería más difícil salir.

–Bueno, te dejaré aquí hasta que encuentre a Banbaleena. –El demonio se dio la vuelta y antes de salir de la habitación escuchó un leve susurró del individuo, el demonio se acerco nuevamente a él para escuchar de mejor manera lo que decía.

–Ian, hijo . . . Ya voy por ti. . . No descansaré hasta encontrarte. –Dijo de manera débil y totalmente dormido.

Banban lo vio con algo de pena ¿en realidad su instinto paterno lo estaba orrillando a adentrarse en ese horrible mundo? Agito su cabeza para salir de los pensamientos que lo atrapaban, se dio media vuelta y salió de esa habitación, cerró la puerta detrás de él y se quedó de pie y susurró. –Yo también voy por ustedes, Maxi y Rodri.

Luego de eso Banban se dirigió nuevamente a la sala de cámaras y comenzó a observar para saber si encontraba una pista de su pareja, y si que lo hizo, Banbaleena se encontraba en el salón de clases en donde le encantaba estar, salió corriendo hacia el lugar pero al cruzar por un pasillo vio de reojo que el individuo se encontraba peleando con un capitán Fiddles muy grande.

–Oh no, este ser terminará acabando con mis monstruos. –Corrió más rápido pero en el área que dividía las zonas se encontró con el ser que había influenciado a Stinger Flynn para revelarse contra el.

–Banban, ha pasado tanto tiempo desde que te vi por última vez. –Hablo con una voz algo más fuerte que un susurró.

El demonio rojo no le otorgó respuesta, por lo cual el gran monstruo continuo su diálogo. –Veo que estas persiguiendo a un humano, ¿Qué te parece si te ayudo a atraparlo? Claro que a cambio necesito algo de ti.

Banban estaba enfurecido con el ser, ¿no le bastaba con haber corrompido a su mejor amigo? –No necesito tu ayuda Zolphius, puedo solo. –Trató de continuar su camino cuando ya le había dado la espalda al monstruo de cara pálida escucho su voz una vez más.

–No olvides que tus hijos están con nosotros, no te conviene estar en contra mía, caso 6.

El de los gorritos de fiesta se dio la vuelta rápidamente pero la criatura ya no estaba en el lugar, miró hacia el abismo y sólo lo gobernaba una gran obscuridad, no comprendía que pasaba pero prefirió no distraerse.

Por desgracia el individuo había llegado de primero a la zona 14 donde se encontraba Banbaleena y se encontraba perseguido por Opila, Banban estaba observando desde una de las puerta hasta que escucho la voz de su amada.

–Hey, por aquí rápido. –Dijo la albina tratando de rescatar al visitante. Banban no sabía si había sido amable o tonto de parte de su pareja, pero como fuera decidió ir a la habitación de las cámaras y vigilarlos mejor.

Todo el tiempo su pareja trató al individuo como un estudiante más haciéndole preguntas, parecía que su pareja se estaba divirtiendo demasiado pero sabía que no podía confiar en él así que se armo de valor y fue al aula de Banbaleena, antes de entrar toco la puerta para atraer la atención de su compañera, consigui que Banbaleena se dirigiera a la puerta descuidando totalmente al sujeto.

–¡Banbin! ¿Donde has estado? –La albina abrazo a su pareja muy emocionada y le dio un beso en la mejilla.

–Banbaleena, cariño ¿Por qué dejaste que el individuo se relacionará contigo, que hubiera pasado si te hubiera hecho daño? –Le dijo tomándola del rostro

–¿Individuo? Oh no espera . . . –Banbaleena corrió al interior de la clase y noto que su nuevo alumno se había espacado. –¡No otra vez, estaba tratando de ser buena maestra! –Dijo muy enojada.

Banban abrazo en forma de consolación a su pareja la cual estaba enojada, la llevó a la habitación de las cámaras para seguir vigilandolo y noto que se encontraba en la zona de los cañones.

–Sabes cariño. –Le hablo a su pareja, he pensado que necesitamos a este hombre con vida. –Beso la frente de Banbaleena.

–¿Por qué Banbin? –Pregunto la albina.

–Si el busca a su hijo. . . El va a ayudarnos a encontrar a Maxi y Rodri, el nos guiará a nuestros hijos. –Abrazo a su pareja.

El demonio rojo le dio una instrucción a su pareja, debía capturar al índividuo para convencerlo de ayudarlos, así que le indico que lo conducirian hacia el cuarto familiar, la habitación en la cual Banban y Banbaleena se habían conocido por primera vez. Luego de explicarle todo a detalle, planto un beso en la frente de su opuesta femenina.

–Te prometo que saldremos de aquí con nuestros hijos, no descansaré hasta encontrarlos –Le dijo tiernamente tratando de transmitirle confianza.

Cuando el individuo entró a la habitación de convivencia se sorprendió al ver varias puertas con los diferentes personajes de los murales, pero lo que más le extraño fue ver un pastel en el centro de la habitación, le llamo mucho la atención que no noto la presencia del demonio rojo detrás del cristal.

–Oh un día normal estarías donde estoy yo, detrás de la protección de este cristal.

El visitante de Banban volvió la vista asustado al ver al mismo sujeto que lo había golpeado anteriormente.

Banban le explico el motivo por el cual lo había golpeado y trató de convencerlo de que también estaba trabajando para recuperar a los niños, necesitaba ganarse la confianza del hombre para poder enfrentarse a través de él a Stinger Flynn y sus criaturas del subsuelo.

Cuando terminó su discurso, este le dio la orden a su pareja se perseguirlo, la albina corrió furiosa detrás del individuo, pero con lo que no contaba era con la intervención de Jumbo Josh.

–¡¿Otra vez tú?! –Banban se estaba artando de las intromisiones de Jumbo, corrió y tomó un atajo para poder observar que Banbaleena lo atrapará antes, pero en la recta final pudo notar como el monstruo verde tomaba a su pareja impidiendo su plan y dejando que el hombre bajara un piso más.

–¡No, cariño! –Ahora Banban tenia que pensar como lograr que Jumbo Josh dejara ir a su pareja.

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¡Hola queridos lectores!

Lamento la tardanza,  le estoy haciendo la competencia a los hermanos eufóricos para ver quien tarda más en actualizar capítulos 🤣.

Espero les guste y no olviden dejarme una estrellita y su bello comentario de que tal la están pasando leyendo "Hasta encontrarte"

Los veo en el siguiente capítulo

"Hasta Encontrarte" Banban Y Banbaleena [Garten Of Banban]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang