DARK MAGIC [DARKEST 1] (BORRADOR)

22•22

El estómago me empezó a pedir comida por lo que tuve que dejar mi lectura en proceso e irme directo hacia la cocina para callar el hambre de una vez.

Llegué a la cocina en busca de devorar lo que encontraría... Solo estaban Dam y Jhose sentados en la mesa sumergidos cada uno en algo: Dam por ejemplo en un cómic mientras que Jhose en un...

—¿Álbum de fotos?—mencione cómo si nunca hubiera visto uno de ellos, me senté a su lado luego de coger una taza de chocolate y galletas—¿Es tuyo?

Él por un momento se mantuvo callado mirando las fotos.

—No, bueno ya me pertenece pero este era de...—Me miró, entonces supe a quien se estaba refiriendo, a “Ella” victoria como sea, ella misma, luego agrego al incomodo silencio—hey, por cierto, tu novio no ha venido a desayunar ¿Puedes decirle que venga?

Me levanté de la silla.

—No, tranquilo—me acerqué a la cocina—Ire a llevarle el desayuno yo misma, es mi chico así que no me molesta hacerlo.

Tome galletas y dos tazas de chocolate caliente. Me dirigí al pasillo, llegue a donde ya se adornaban las puertas así que toque la puerta de Max y nadie salió. Pensé que no estaba ahí pero entonces la puerta se abrió y ahí estaba Max, frente a mi, sin camisa. Dios iba a desmayarme pero gracias a mi equilibrio él se apartó y me dejó pasar.

—Hola amorcito—intente darle un beso pero no lo hice—¿Cómo pasaste la noche?

—Peor que tú no—me contesto seco.

Se sentó en la cama y me dijo que me sentara al frente. Puse mi taza de chocolate en mi regazo y él frunció el ceño al ver las galletas ¿Acaso no le gustaba?

—Ah, te traje el desayuno—le ofrecí la bandeja, él la tomo y la puso en la cama, cómo si con eso me estaba rechazando un montón—¿Pero... Que?

Su rostro estaba serio, frío y... Raro.
No parecía el Max de ayer ni el de siempre, ya decía yo que era bipolar aunque no pensé que fuese tanto. Algo note en él y es que no tiene el mismo brillo en el iris de sus ojos. ¿Que paso con el Max?

—Max...—lo llame con voz casi baja, él entorno los ojos—tu... Que... ¿Estas bien?

—Deseara estarlo—dijo sosteniendo una galleta en sus manos, se la lleva a la boca mastica y luego sigue—No. No, definitivamente algo me está pasando Montse. No estoy normal... Tengo mareos, náuseas, ganas de hacer... De causar... Ay mierda. ¿Sabes que? Estoy en mi fase.

¿Fase? ¿Cual fase? Max no está pasando por nada, él está enfermo. Sus ojos lo delatan la falta de apetito lo delata. No come, no dice nada, está tan callado y eso me... Asusta.

Me levanté de golpe que olvide por un momento que tenía la taza sobre mis piernas y la dejé caer, las chispas de chocolate caliente me cayeron sobre la piel desnuda de mis piernas y me queje un poco.

—No fue tu culpa tranquila—hablo Max antes que yo me disculpara por el desastre, se levantó de la cama y tomo mi mano—Mañana hay un evento, con otros reyes de este mundo... Vendrán al castillo, a mi castillo el de Celestina, Jhose y victoria. Así que tú por ser mi princesa irás conmigo—explico él—, se que no debería involucrarte pero necesito de tu ayuda, hay un hombre que... Necesito investigar, pero necesito la ayuda de una dama más seductora. ¿Sabes a qué no me refiero a ti verdad? Sino a tu otra compañera. Enshandres. También necesito que te vistas como una diosa, yo estaré bien lo prometo, solo tomaré algunas pastillas y todo estará en orden.

—¿Tomas pastillas?—pregunte, él asintió—¿Cuales?

—Píldoras, antidepresivos, ansiolíticos, sedantes—menciono con pereza—¿Que sigue? ¡Ah! Y algunas pastillas azules que me regaló una...