CAPÍTULO 01 parte 3

5.1K 175 2
                                    

-Deberás obedecerme en todo lo que te diga o la pagarás caro.

Trago saliva y no respondo. Me habla con su mandíbula apretada.

-Como se dice.

-Si señor.

Digo por lo bajo, tan bajo que pienso que no me escucha.

-Así me gusta que seas obediente.

Al parecer si escucho, avanza hacia a mí y aunque quisiera alejarme de él, es imposible me quita las esposas de cada muñeca y me doy pequeños masajes en cada una.

-Sígueme.

Me ordena, dando pequeños pasos lo voy siguiendo, la casa es pequeña es toda de madera, pasamos a una especie de área común muy pequeña, donde está un mueble de doble espacio, una mesa con espacio para dos personas y una pequeña esquina hace de espacio de la cocina.

-Te harás cargo de todas las actividades del hogar, limpiaras toda la casa, lavaras los trastes, elaboraras la comida, lavaras la ropa, en fin, todo lo que te ordene lo harás y sin quejarse, entendido.

-Pero yo no soy su sirvienta.

Veo que aprieta a mandíbula y me jala mi cabello y se acerca a mi rostro totalmente rojo.

-Mira estúpida no pregunte tu opinión, solo quiero saber si escuchaste todo lo que te acabo de decir, cualquier cosa que no me guste como lo hagas te arrepentirás de no hacerlo bien, ahora bien, como se dice.

-Si señor.

-Así me gusta, ahora ponte a limpiar los pisos, ahí está el cepillo y la cubeta de agua.

Me aleja de él soltándome del cabello, caigo de sentón en el piso y rápidamente busco lo que me ordeno. En una esquina encuentro la cubeta y dentro de ella un trapo y un cepillo para lustrar los pisos, lo agregó de agua hasta lo mitad y busco algún químico para limpiar pisos, lo encuentro debajo del lavado de trastes y le agrego un poco, me pongo a hacer lo que me pidió limpiar todo el piso del área común. Llevo horas y el día está terminando y aun no termino, poco a poco empieza a oscurecerse y aun me falta, me da miedo dejarlo así y que me vaya a golpear por hacerlo a medias. Ya es super tardísimo y no hay luz del sol, solo veo poco por la luz lunar que entra por la ventana, la puerta principal está cerrada, cuando por fin terminó de lustrar el piso, la luna se encuentra en lo más alto del cielo.

Observo el exterior y no puedo evitar pensar nuevamente en qué momento mi vida cambio demasiado, hace dos años sí me hubieran dicho todo lo que me pasaría me reiría de ello, ahora huérfana de padres siendo mi única familia que tengo, ambos murieron por el virus que azotó al mundo, tuve que trabajar para pagar las deudas del hospital y ahora volverme independiente, sin el apoyo de nadie, recién cumplidos la mayoría de edad salirme de la escuela para pagar deudas y vivir sola, ahora secuestrada por un señor que me viola y me hacer realizar trabajos forzados que bien podría llegar a ser un abuelo o padre para mí, casi me triplica la edad, de eso estoy segura, nunca me lo hubiera pensado.

Estaba tranquilamente viendo por la ventana el cielo cuando siento que me toman del cabello y me arrastran hacia un cuarto de baño y me cierran la puerta. Cierran con llave y con eso entiendo que ahí dormiré el resto de la noche.

Soy levantada por una cubeta de agua helada tirada sobre todo mi cuerpo, se me corta un poco la respiración por la impresión del agua helada sobre mí y no es que durmiera calientita en aquel piso sucio y baño frio, pero al menos después de horas por fin había podido concebir el sueño y esperaba descansar un poco más de tiempo.

-Estas de floja durmiendo y ya es la hora de hacer el almuerzo.

Me dice después de tirarme en medio de la estancia y darme dos patadas a mi cuerpo, aun sin recuperar mi aliento trato de levantarme, pero justo me dio en la entrada del estómago y me están dando ganas de vomitar los líquidos del esófago.

-Que te levantes te digo, maldita floja.

-Voy señor.

-Haz el almuerzo rápido.

Me levanto lo más rápido que puedo y me pongo a cocinar el almuerzo, al finalizar le sirvo los platos en la mesa, mientras él en todo momento estaba sentado en la mesa esperando su comida, antes de yo me sentará en la mesa me interrumpe.

-En ningún momento te ordene que te sentaras aquí en el comedor.

-Disculpe señor, pero donde almorzare yo.

-En el piso, no quiero que te sientes, comerás como perro, sin cubiertos y con la boca, en ningún momento tomaras la comida con tus manos.

Me quedo parada completamente quieta analizando sus palabras, no creo lo que acabo de escuchar, como es esto posible, quiere que coma como un animal, yo no soy un animal.

Se levanta furioso y me somete, me tira al piso y me pone el plato justo frente a mí, aun sujetándome el cabello me agacha tanto que mi frente choca con la comida y me dice repetidamente,

-Así comerás, como un maldito animal, porque eso es lo que eres. Ahora come.

Me quedo unos segundos así y derramando lagrimas empiezo a comer poco a poco, se retira para tomar asiento volviendo a comer sentado en la mesa, cuando el termina de comer, se acerca a mí y deja nuevamente un plato alado de mí que contiene agua.

-Así tomarás agua.

-Si señor.

-Siempre comerás así tu agua y tus comidas, dormirás en el baño cada noche.

-Si señor.

-Ahora limpia ahora el piso del baño también del pasillo y por último de mi cuarto. Cuando regrese quiero todo terminado.

-Si señor.

Se va de la cabaña hacia el exterior, dejando la puerta abierta, me quedo un rato quieta hasta que por fin decido no continuar comiendo ni bebiendo agua así, cuando veo que no regresa, meto los dedos al plato y así ingiero lo último de la comida y el agua lo tomo como si fuera la última leche del cereal.

No puedo evitar llorar mientras voy llenado la cubeta de agua y del químico limpiador. Me siento usada, maltratada y totalmente humillada.









-

Una disculpa por tardar tanto en actualizar tratare de hacerlo un día si un día no, lo que pasa es que en el trabajo me ha llegado muchos pendientes y no he tenido tiempo suficiente para escribir y cuando puedo no puedo concentrarme como es debido para escribirles.

Espero les guste esta nueva historia, la segunda parte de Secuestrada por hombres lobos.

Denle mucho amor y voten por sus capítulos favoritos

Secuestrada por un Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora