¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|

XV

Steve no me dijo nada más, solamente me llevó hasta su auto y condujo en silencio por una ruta que desconocía.

¡Me va a secuestrar!

Sabía que no debía de confiar en multimillonarios rubios y de ojos azules.

Me ponía nervioso que el Alfa no me diga nada, al menos debió de dejarme ir al baño, a este paso temo vaciar mi vejiga en el asiento de su auto.

- Steve, ¿a donde vamos?, acuérdate que debo dormir ocho horas, y comer antes de acostarme.- Mencione mirándolo fijamente, este no reacciono y pareció no importarle.- Te demandare por secuestro.

- Ni que quisieran algo tan feo y gordo.

- ¡No estoy gordo!, tu eres el que esta acostumbrado a ver a delgadas y huesudas mujeres.

- Al menos ella si serian bonitas.

- ¡Desgraciado!

- Ya, pero no te alteres, además iremos a ver a mi padre, él quiere conocerte.

- ¿Q-qué?

- Mi padre vio la noticia en redes y me pidió que te llevara para conocerte. Lo conozco como para saber que no te dejara tranquilo hasta tenerte en frente.

- P-pero tu padre, ¿por qué querría conocerme?

- Me pregunto si era el mismo Omega con el que me veía por las noches, y le dije que si.

- Idiota.- Murmure con el corazón en la garganta.

¿Ahora que iba a hacer?, quizás le diga a Steve que debía de dejar de verme por que de seguro este debe tener alguna relación con la tal Sharon.

No quise preguntar nada más aunque los nervios me comía, y solo me limite a ver el gran cambio que había entre donde vivía.

Malditos ricos.

- Ey, come esto.- De un compartimiento saco un pequeña barra de chocolate y me la dio.- No quiero que después estés enojado por que no conciento a un embarazado.

- ¿Por casualidad no tienes por ahí un baño?

- ¿Un baño?

- Si, porque temo que vaya a mojarte el asiento si no hago ahora mismo.

- ¡Ni te atrevas!, pronto estaremos en mi casa, aguanta.

Steve me llevó directamente al baño una vez que llegamos a su palacio. No me demore más de diez minutos y al salir me llevo a una sala con una mesa redonda llena de pasteles y tazas para el té.

- Padre.- Menciono Steve anunciándose. En unos de los sillones que miraba al gran balcón un señor se puso de pie, cuando estuvo a pocos pasos de mi pude verlo bien.

Aunque tuviera mucha más edad que yo, su rubio cabello unos tonos más claros le sentían muy bien, las pequeñas arrugas en sus ojos le hacían juego a su color de piel, su sonrisa parecía encantadora y muy elegante.

Y creo que me sonroje.

¿Será divorciado o viudo?

- Hola, tu debes ser Anthony, ¿verdad?, es un gusto poder conocerte, mi hijo ha hablado mucho de un Omega feo que siempre cuida, pero puedo apreciar que su vista esta descuidada.- Menciono con la sonrisa en su rostro, Estiro su mano y yo la tomé con un ligero temblor.

- S-si, soy yo.

- Pero por favor, tomemos asiento, ya llame para que nos trajeran el té.- Su mano pasó a mi espalda y me guió a un asiento al lado de él.

- S-señor Rogers yo...

Quizás este guapo señor piense que quiero aprovecharme de su hijo, o quiere que me aleje de él por ser pobre.

- Por favor, no me digas así, puedes referirte a mi como Padre.

¡¿Q-que?!

- ¡Papá!

- Cállate Steve, estoy hablando con Anthony, no interrumpas.- Le dio una mirada severa para volver a la tierna y compasiva conmigo.- No sabes lo que me alegra saber que mi hijo haya encontrado alguien en su vida, ya pensé que terminaría solo y yo sin nietos.

- P-pero yo no...

- Puedo verlo en sus ojos además, él no se iría tan en la madrugada por un simple Omega, y debo decirte que aprecia mucho sus horas de sueño.

- Papá, él no necesita saber eso...

- ¡Si no lo digo yo, tu nunca se lo dirás!- Menciono dando un mordisco a una tarta de fresa.- Se que me hijo es un cabeza hueca, algo engreído y no dice sus sentimientos con facilidad, pero es un buen Alfa, y por la manera que te cuida y se preocupa por ti me demuestra que tu eres un buen Omega, así que por favor, cuida de mi tonto hijo.

Osea que ¿ya no podre ser la madrastra de Steve?

Al parecer tengo la aprobación del padre del Alfa, sin embargo no una relación con él.

A los ricos les gusta hacer las cosas al revés, ¿no?