La mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares.
→⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...
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- No tan fuerte, besti-Mgh.- Me queje cuando sus grandes manos masajearon con rudeza uno de mis pies.
- Agradece que soy amable.- Menciono algo molesto.- A ver, ponte de lado.- Me ayudo tomando mis caderas y dejarme de costado, mi pierna derecha la elevo dejándome en una posición muy vergonzosa.
- ¿P-por que así?
- Bueno, en vista de que tu vientre está creciendo no puedes ponerte boca abajo, así que esta es la única manera en donde puedo llegar a la parte de atrás de tus muslos.- Menciono.- Y así evito de ver tu fea cara.
Ugh, claro.
Sus manos se unieron en más cremas hidratantes y las esparció a lo largo de mi pierna, hizo presión en mis muslos ganando un nuevo color en mi cara.
Repitió la misma acción en la otra pierna.
- Bueno, ahora ponte de espaldas y levántate la polera, pondré crema para las estrías así no serán tan notorias.- Asentí e hice lo que dijo.
Acaricio con cuidado mi vientre pasando las manos con crema por la parte baja de la casa de mi bebé.
- De verdad que esta muy duro.
- Ey, cochino, ¡¿que estas haciendo depravado?!
- ¡Hablaba de tu vientre, maldito Omega!
- ¿Cómo creerte maldito Alfa de cuarta?- Gruño molesto y termino con la crema.
Se sentó en la cama y quedo mirando el espacio.
- Comprare una cama más grande.
- ¿Que?
- Que comprare una cama más grande, si voy a seguir durmiendo aquí al menos que sea de forma cómoda.
- No va a caer, mi habitación es muy pequeña.
- ¿Pues compro un piso más grande, te molesta vivir en el centro de la ciudad?- Menciono como si no fuera nada.
Malditos ricos, lo único que saben hacer es arreglar los problemas con dinero.
- Estoy bien aquí, gracias. Pero puedes dormir en el sillón, ahí hay mas espacio.
- Creo que prefiero tener tu baba por mi pecho, gracias.- Gruñí bajo y me levante con cuidado de la cama. Acerque la taza de café a Steve y se la di.
- Gracias por hacer esto.
- No te preocupes, estos servicios no son gratis y las estoy sumando a tu cuenta.
- Claro, olvido por completo que eres un desgraciado.
- Soy un paquete jumbo, tesoro, obviamente vengo con lo mejor.- Menciono con gracias haciéndome sacar una sonrisa.- A todo esto recuerda que mañana pasaré por ti en la tarde, ya que tenemos una cita.
- ¿E-estas seguro de eso?
¿No sería erróneo que alguien de su posición esté 'saliendo' con alguien como yo?
- Si, ¿por que?, quiero demostrarte que soy el amantes perfecto, así que iremos a comer hamburguesas, iremos al cine y después quiero pasar a los árcades.
Esto más buen parecía un plan para adolescentes.
Aunque también era en simple modo, algo perfecto.
Como me hubiera gustado que Stephen haya puesto esa atención en mi.
- Ven, vamos a dormir, que después tienes ojeras y las personas van a pensar que salgo con un mapache.
- ¡Ey!
Y por primera vez escuché una encantadora risa.
Eso me dejó algo ido, pero rápidamente el rubio me ayudó a acostarme, como la noche anterior quedé recostado en el pecho de Steve, mi piernas estaban sobre las suyas y uno de sus brazos lo usaba de almohada.
Esto era muy íntimo, y me avergonzaba que él esté haciendo todo esto, lo normal es que el padre de mi bebé lo haga, pero...¡Stephen era un desgraciado!
Ya verá cuando llegue, ¿Cómo se le ocurre dejar a un papucho como yo embarazado y solo?, le quitare cada centavo por mi bebé, lo dejaré en las ruinas.
- Ey, ¿en que diablos piensas?, me pellizcaste el pecho como dos veces.
