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Me encontraba en la biblioteca, necesitaba conseguir los libros de leyes para mis materias universitarias, comprarlos era muy caro y no contaba con demasiado dinero para darme el lujo de llenar mis repisas, es por eso que ocupaba mi mayor tiempo p...

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Me encontraba en la biblioteca, necesitaba conseguir los libros de leyes para mis materias universitarias, comprarlos era muy caro y no contaba con demasiado dinero para darme el lujo de llenar mis repisas, es por eso que ocupaba mi mayor tiempo para aprovechar los libros prestados.

Estaba en un estante alcanzando un libro cuando derrepente unas fuertes nauseas de devolver todo mi desayuno se hizo presente en mi garganta.

Dios, los panqueques no, ¡los panqueques no!

Mis labios comenzaban a temblar y la asquerosa sustancia amenazaba con salir, mis ojos se llenaron de la lagrimas y las arcadas ya se hacían presentes.

¡Los libros no!

- ¡Oye!, estas en medio del camino, sale.- Escuche una gruesa voz a mis espaldas, temble en ni lugar aguantando las ganas de expulsarlo todo.- ¿No habíamos dicho que teníamos librería más cerca?

- Si, pero esta estaba de camino a la empresa, lamento no tener sus cosas a tiempo.- Una segunda voz, algo más mayor que la primera se escuchó.

- No te preocupes, los obstáculos no son tu culpa.- Al momento de decir eso, toma mis hombros y me da la vuelta.- Si no tienes nada que comprar, entonces no te pongas en med...

¡Wuaaaaa!

De mis labios salió una sustancia color amarilla mezclada con pequeños trozos de mora. Adiós desayuno americano, ahí se van mis veinte dólares.

Levante la mirada, un Alfa rubio tenía su mirada perdida y su mano que estaba en mi hombro se encontraba temblando.

- ¡Lo siento!, creo que manche tu camisa.- Menciones, bueno solo era una pequeña mancha, no era tan grande.

- ¿Joven amo?

- Jeff, mi camisa de más de un millón de dólares, la que fue hecha a mi medida, ¿ha sido vomitada?

- Lamento informarle que si, joven amo, pero podemos limpiarla o, en su defecto, conseguirle una igual, hablaré con el sastre y...

- No.- Su mirada bajo a mi persona y un tic en su ojo se hizo presente.- Tu pagarás por esto.

- ¡¿Es broma?!, no tengo para los libros y, ¿quieres que pague una camisa de más de un millón y que con suerte cuesta veinticinco dólares en la tienda de la esquina?

- ¡Tu vomitaste en mi camisa!, hacete responsable.

- ¿Ha si?, pues tu...- Antes de siquiera terminar la frase mis manos pararon a mi boca, ¡iba a vomitar de nuevo!

Mis labios volvieron a temblar y en mi garganta podía sentir el sabor amargo avanzando hasta mi boca. Mis manos se aferraron a lo más cercano que era la camisa del sujeto, lo apreté con fuerza y salió.

El pantalón y los hermosos zapatos negros se tiñeron de un color amarillo, pero con la diferencia que eran sin los trocitos de mora.

- ¡Mis zapatos no!

Ups.

¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|Där berättelser lever. Upptäck nu