Sudores Fríos

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—Vamos, guapa. Coge tus cosas.
Jake me lanzó la bolsa de mi ropa que había guardada en el hospital.

—¿Guapa?.

—No es ninguna mentira, que yo sepa.

Cogí la bolsa con cuidado, se la lancé de vuelta y cogí mis muletas.
—Llévale la bolsa a la guapa.

—Tus deseos son órdenes, preciosa.
Cogió la bolsa y me abrió la puerta de la habitación.

—Para ya.

Jake rió.

La noche de ayer fue lo mejor. ¿Qué más podría desear?. Tenía  a un chico que me quería y que me aceptaba tal como soy. Es todo lo que siempre quise, pero... ¿porqué no pude decirle que le quería?.

Me dijo que me quería en la primera cita, ¿Quién dice eso en una primera cita?, ni si quiera éramos nada.

Le seguí por el pasillo, de camino me iba despidiendo de las enfermeras del hospital. Cuando me di cuenta, Jake había parado de andar. Holt, con el que había coincidido por el pasillo, estaba hablando con él.

—Justo contigo quería hablar.
Holt me miró y yo sonreí con cierto terror.

Bajamos el ascensor con normalidad, al llegar abajo, Jake se fue a por el coche y nos dejó a Holt y a mi a solas.

—¿Qué pasa capi?.
Pregunté mientras sacaba un cigarro de mi caja.

—Gallagher...
No sé si me reñía por fumar o por llamarle capi, pero aún así encendí el cigarrillo.

—¿Qué quería decirme?.

—Quiero que sepas que os apoyo a Peralta y a ti, en cualquier decisión que toméis.
Él parecía más serio de lo normal.
—Pero no quiero que esta situación perjudique a la comisaría.

—No, juro que no pasará.
Asentí.
—Sé separar mi vida y el trabajo.

—Tú si. Pero, ¿Has visto a Jake?. No te quita los ojos de encima y me preocupa que se desvíe.

—¿Está insinuando algo?.

—Nada. Solamente digo que no me gustaría tener que suspender a nadie.

Jake llegó con el coche, bajó y abrió la puerta del copiloto
—Suba, señorita.

Sonreí y di un paso hacia atlante para entrar.

—Becka, ¿Dónde vas?.
Jake me apartó, intentado aguantar la risa y sentó al capitán Holt en mi lugar.

El capitán, ofendido por haber sido llamado señorita, empezó a gritarle a Jake. Yo solo me reí y me senté en los asientos traseros.

En realidad, yo si que quiero a Jake. Pero, todo va muy rápido, intento no asustarme, pero es difícil.

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Volvería a trabajar en unos días, mientras tanto; debía cuidar de mi familia. Sobre todo, debía cuidar de Liam. Durante mi estancia en el hospital, soltaron a Fiona y le dieron el alta a Liam, Lip se llevaba al niño a todas partes con tal de que no estuviera a solas con Fiona, hasta se lo llevaba a las clases de la uni.

Debía asegurarme de que Fiona estaba bien, de que Lip continuara con sus estudios y de que Liam siguiese con su vida normal.

Jake dejó al capitán en su casa e insistió en llevarme a la mía.
Aparcó delante de la casa y bajó del coche. Se sentó a mi lado, en los asientos traseros y me dio la mano.

—Voy a decirte algo y espero que lo entiendas.

—No me asustes.
Sonreí, pensando en que estaba de coña. Al ver que él no sonreía, yo también dejé de hacerlo.

—Prefiero que dejemos lo nuestro a un lado, es difícil, ya lo sé, pero...

—¿Me estás vacilando?.

Jake sonrío.
—Si.

—Ni puta gracia, Peralta.

—¿Entonces te importa si estamos juntos o no, Gallagher?.

—Eres imbécil.
Intenté salir del coche, pero no me dejó hacerlo.

—Bee. Perdona. Era coña.
Sonrió.
—Solo quería ver tu reacción.

—¿Contento?.
Dije con cabreo notable.

—Vamos, guapa. No te enfades.

Si me lo dices así...

Me crucé de brazos.
—Te odio.

—Vaya, pues que pena. Te iba a pedir salir, pero si me odias...

—¿Que tú que?.

—Rebeccah Gallagher. ¿Quieres ser mi novia?.

Yo sonreí, él sonrió. El momento era perfecto. Solo tenia que abrir la boca y decir que si. Vamos, Beck, dilo.

Jake...
Silencio.
—¿Ese es el nombre de tu vídeo porno?.

El chico rió, así que yo también. Segundos después, volvió a la seriedad de nuevo, esperando una respuesta definitiva.

—Claro que si, Jake.

El chico se mordió los labios y sonrió con orgullo.

Le besé, le besé como la primera vez. Y en menos de dos segundos me senté sobre sus piernas.

(Si queréis omitir la parte +18 solo pasad al próximo capítulo 🫶🫶 voy a intentar basarme en realidades y así no idealizar el sexo o crear fantasías subrealistas)

Acaricié su pelo y lo apreté con fuerza mientras el me apretaba los pechos. En su respiración se notaba que estaba alterado y en verdad, también en sus pantalones.

Desabroché el botón y bajé la cremallera de mi pantalón. Él rápidamente bajó mis pantalones. Los besos eran cada vez más intensos.

Se quitó la camiseta y yo me quité la mía. Al final quedamos los dos en ropa interior.

Su respiración era muy fuerte. Acarició mi espalda desde la nuca hasta el culo mientras nos besábamos. No tardó en bajarme el tanga.

Pegué mi cintura a la suya y él se bajó los calzoncillos. Se colocó para estar más cómodo y me miró con toda la intensidad del mundo.

Iba a preguntarme si podía, y mi respuesta iba a ser obvia. Así que antes de que dijera nada, solo asentí y lo besé.

Con delicadeza, me quitó el sujetador. Una vez estuvimos los dos completamente desnudos. Me ayudó a recostarme en los asientos.

Conmigo acostada y él encima de mí, empezó con lo que todos llamamos "preeliminares". Acarició mis muslos hasta llegara la ingle. Con una fuerza totalmente inesperada, metió dos de sus dedos.

Con el gusto, hundí mi cabeza, dejando mi cuello totalmente al descubierto. Cosa que Jake aprovechó, para hacerme un chupetón.

Yo empecé a respirar tan alteradamente como él, cuando se dio cuenta, se separó y se sentó. Yo encima de él, besé todo su torso con delicadeza.

Sacó un sobre de protección de su bolsillo y se lo colocó.

(Y hasta aquí porque si sigo escribiendo me va a entrar una embolia cerebral. Muchos besos y espero que hayáis disfrutado lo que quiera que sea esto)

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⏰ Last updated: Jan 06 ⏰

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Life Warriors • Jake Peralta Where stories live. Discover now