Dejar que fluya

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—Me alegro de haberme quitado el vestido

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—Me alegro de haberme quitado el vestido.
Sonreí mientras dejaba de mirar por los primáticos.

Holt había mandado a Jake a una misión de última hora, así que tuve que acompañarle. Aunque Peralta parecía bastante ofendido, yo agradecía poder quitarme el vestido.

—Daba un calor tremendo.
Me quejé.

—Seguramente porque era una mezcla entre algodón y plástico.
Jake me sonrió.
—Pero tranquila, atraparemos a esos tíos y volveremos a la peor cita de tu vida.

—Mhm... creo que no. Nada será peor que la cita que tuve con el podólogo de Vero. No paraba de intentar mirarme los pies, fue terrible.
Me espanté por el recuerdo y Jake rió.
—¿Cuál fue tu peor cita?.

—La ultima chica con la que salí se puso a llorar cuando le dije que era Géminis.

Me reí.
—¿Eres géminis?. Esto no puede funcionar.
Escondí mi cara con mis manos y Jake rió.

—Mira, se han dejado la puerta abierta. Vigilaremos mejor desde la azotea.

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—No sé cómo lo hace Batman. Da un miedo de la hostia estar aquí.
Jake reía mientras bajaba de un escalón alto en la azotea.
—¿Me lanzas los prismáticos?, están en mi bolsa.

—En tu bolsa solo hay cacahuetes.
Me reí.

—Es por la hambre. Además, son súper saludables, no tienen grasa.
Se sentó en una caja y yo hice lo mismo a su lado.

—Jake, eso no es verdad. Es todo lo contrario.

—¿Qué? El vendedor de frutos secos me mintió.
Se quejó mientras miraba con sus prismáticos.

—Creo que una paloma ha salido volando de tu coche.

—Si, las ventanillas no cierran demasiado bien.

—Ese coche es un trasto. ¿Porqué le tienes tanto cariño?.

Jake bufó.
—¿Quieres saberlo?.

Asentí.

—Había salido de la academia, estaba muy nervioso. Un tío salía de una bodega con mucho dinero en la mano, le perseguí a pie, 11 manzanas. Por fin lo atrapé, lo esposé y lo lancé contra ese coche.
Señaló su coche con una sonrisa.
—Tenía un cartel de se vende en la ventanilla y como era el mejor día de mi vida, lo compré. Así empezaron mis deudas.
Se quejó.

—Deudas demoledoras.
Sonreí haciéndole referencia a como él mismo llamaba a sus deudas.

Jake sonrió.
—Si, ya me conoces.

—¿Quieres?.
Le ofrecí cacahuetes de los que había encontrado en su bolsa.

—Si me lo lanzas...

Life Warriors • Jake Peralta Where stories live. Discover now