¿Podemos hablar?

556 65 7
                                    

El timbre de la casa Gallagher tuvo que sonar tres veces para darme cuenta de que nadie iba ha abrir por mi

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El timbre de la casa Gallagher tuvo que sonar tres veces para darme cuenta de que nadie iba ha abrir por mi.

Me pasé toda la mañana durmiendo. Me lo merecía, después de haber sacado a Lip de la cárcel y haber evitado que Ian se fugara para hacerse militar.

El timbre sonó una cuarta vez mientras bajaba las escaleras, cosa que me irritó. Pasé por delante de un espejo y me di cuenta de que la herida de mi labio había empeorado.

—¿Qué?.
Abrí la puerta de golpe y con furia.

—Bee.
Jake estaba tras la puerta. Con una caja de cartón y cara de perro perdido.

—¿Qué haces aquí, Peralta?.
Pregunté con mal genio.

Jake solo dejó la caja en el porche y se lanzó ha darme un abrazo.

Oh...
Oh...

Dime en que puedo ayudarte.
Se separó de mi y me dio la caja que traía entre manos.

Una tarta de chocolate, mi favorita.

—A menos que tengas 5.000 dólares en el bolsillo, no creo que puedas ayudarme mucho.
Sonreí un poco forzada.

—¿Podemos hablar?.
Se volvió serio de repente.

—Vale... pasa.
Entramos y nos sentamos en la mesa de la cocina.
—Dime.

—Holt no quiere decirme porque te has ido.
Habló rápidamente y esperó a que le diera algún tipo de explicación.

—Jake, solo necesito tiempo. Mi familia ahora es una puta locura. No puedo estar con las dos cosas a la vez, es solo eso.
Expliqué mientras me servía una taza de café.

—¿Y lo de tu labio roto?, ¿te caiste por las escaleras?.
Reía con sarcasmo.

—Lo cierto es que si.
Sonreí.

—No cuela.

El sonido de la puerta de la cocina nos asustó a los dos. Detrás del susto, Ian y Lip aparecieron.

—¿Qué es eso?.
Señalé los sobres que tenían entre manos.

—Hemos comparado el ADN de todos con el de Mónica y Frank.
Ian sonrió y se sentó junto a Jake.

—Lo abriremos en la cena.
Lip bebió de mi taza de café.

—¿Te quedas a cenar?.
Ian habló directamente con Jake.
—Será un absoluto drama, igual Beck descubre que Frank no es su padre.

Jake me miró, buscaba mi aprobación, así que asentí.

—Claro, me quedo a cenar con mi familia favorita.
Jake sonrió.
—Hazme uno a mi a ver si en realidad son hijo de Jake Sully.
Bromeó señalando los sobres con los test.

—Quisieras.
Sonreí.

°°° °°° °°° °°° °°° °°° °°° °°° °°°

—Hijos míos.
Frank se sentó en su sitio de la mesa.

Jake y yo habíamos preparado la cena juntos. Tenía todo una pinta tremenda y además, nunca había parecido que había tanta comida en la mesa.

—Frank.
Le saludamos de vuelta.

¿Aquel problemita de que Frank estaba desaparecido?. Fiona y yo lo encontramos ayer. Él decía que se había despertado en Centro América, decía que pasó desde México hasta E.U. con 17 kilos de coca metidos en el culo.

—Provecho.
Jake sonrió antes de dar el primer mordisco a su carne.

Todos, absolutamente todos los Gallagher estábamos cenando juntos, cosa que no pasaba desde acción de gracias.

—Tengo una noticia que daros.
Frank se acomodó en su silla.

—¿Te estás muriendo?.
Dije con sarcasmo.

Lip me rió la gracia, pero después solo hubo silencio.

—Dios mío, te estás muriendo.
Dejé mis cubiertos en la mesa.

A Debbie empezaron a aguársele los ojos mientras todos estábamos más que confundidos.

—Solo si nadie me da uno de sus hígados.
Frank sonrió.
—Tanto wiski no les ha sentado bien.

Ha nadie le hizo gracia la broma.

—Vamos, vuestro padre se muere.
Frank nos animó.

¿Qué le hace pensar que alguien de nosotros le daría un riñón que él solito se ha destrozado?.

—Creo que es momento de abrir esto.
Ian pasó por completo de Frank y repartió los sobres con el test de ADN.

Miré a Jake. No parecía asustado ni nada parecido, él seguía con su cena como si nada pasara.

Cogí mi sobre y tuve cuidado de abrirlo al mismo tiempo que el resto de mis hermanos.

—Compatible con Mónica y Frank.
Carl fue el primero en hablar.

—Yo igual.
Debbie habló.

—Yo también.
Lip dejó su sobre encima de la mesa con notable decepción.

—Compatible con: Mónica Gallagher, Frank Gallagher y ¿Eddie Jackson?.
Fiona leyó su sobre, ponía exactamente lo mismo que en el mío.

—¿Qué es esto, Frank?.
Pregunté con enfado.

—¿Eso es posible?.
Jake habló sobre nuestro resultado en el test.

—Fue un desliz de nada.
Frank se defendió.

—Compatible con Mónica Gallagher y Clayton Gallagher.
Ian cortó la conversación.

—¿¡Qué?!.
Me sorprendí.

—¿Frank es tu tío?.
Carl preguntó con inocencia.

—¿Mónica se acostó con tu hermano?.
Lip le habló directa a Frank.

—Madre mía.
Fiona se llevó las manos a la cabeza.
—Ósea, que Beck y yo somos producto de un trio e Ian es hijo de tú hermano.

—Yo flipo.
Me levanté de la mesa.

Frank parecía no tener palabras para la situación y solo bebía de su cerveza.

Jake también se levantó.

—Eres increíble, Frank.
Me acerqué a mi padre.
—Arrasas con todo y todos, después nos pides ayuda y esperas que te recibamos como si nada. Te has jodido la vida y nos la estás jodiendo, piensa un poco en tus hijos, ¡joder!. Deja. de. beber.
Dije lo último entre pausas para que le quedara claro. Fue lo último que dije antes de salir por la puerta de la cocina, seguida de Jake.

—¡No le hables así a tu padre!.
Se oyó a Frank gritar desde dentro.

Mis ojos empezaron ha arder. Eran pocas las lágrimas que caían por mis mejillas y también era poca la luz que nos alumbraba en el jardín.

—Bee.
En el momento en el que Jake me llamó, rompí en llanto.

—Mierda.
Le abracé mientras lloraba.

Pobre chico, siempre le toca verme llorar después de estas mierdas.

Y es que, por muy fuerte que quisiera aparentar, yo no era como la mayoría de mis hermanos. A mi estas mierdas me seguían afectando tanto como las primeras.

—¡Fuera!.
Se oyó a Fiona abrir la puerta y cerrarla menos de dos segundos después.

Habrá echado a Frank.

—Si, que tu noviecito te consuele. Aprovecha, Rebeccah.
Frank salió del jardín, directo al Alibi.

Jake no dejó de abrazarme en ningún momento.

—¿Es muy pronto para bromear con esto?.
Preguntó, aunque no lo estaba mirando, sé que sonreía.

—Si.
Me alejé y le miré mal. Pero acabamos sonriéndonos.

Life Warriors • Jake Peralta Where stories live. Discover now