Becka and Jake

622 63 4
                                    

—Peralta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Peralta.
Le llamé.

—Gallagher.
Jake me imitó y nos pusimos cara a cara.

Llegamos a la oficina como un día normal. Habíamos acordado no hablar nunca sobre cualquiera de las cosas que pasaron ayer. Y así fue.

—La apuesta finaliza hoy. ¿Lista?.
Jake volvió a hablar.

—Nací lista.
Contesté sin inmutarme.

—¿Para perder?, te pregunto "¿Lista para perder?" y dices que ya naciste lista.
Jake sonrió.

—Interpreta lo que quieras.

—De acuerdo.

—Voy a ganar esta apuesta.

—No.

—¿Qué apuesta?.
Scully intervino.

—¿Enserio?.
Terry preguntó ofendido.
—Han llevado el marcador durante unos diez meses. Es una competencia continua, ¿Qué haces durante todo el día?.

—Nada.
Scully contestó con orgullo.
—¿Porqué?, ¿Quiere quedar?.

Sostuve una carcajada.
—Hoy hace diez meses, apostamos para demostrar quién es mejor inspector.
Hablé mientras Jake se señalaba a si mismo a mis espaldas.
—Quien haya hecho más detenciones, gana.

—Y el marcador está empatado
Sonreí orgullosa.

Jake: 81
Becka: 81

—Por poco tiempo, porque dentro de ocho horas, ganaré la apuesta y llevaré a la inspectora Gallagher a la peor cita de la historia del mundo.
Jake sonrió.

—Atención.
Holt salió de su despacho, seguido de Boyle.
—Después del turno, quiero que me acompañéis a tomar unas copas en el Alibi en honor al inspector Boyle y su medalla al valor.

Charles había recibido una medalla al valor porque le metieron dos tiros en el culo.

—Anda. ¿Y vendrá crema de cacahuete?.
Ginna preguntó con ironía.
—Ese caballo es un maldito héroe.

A Charles le dieron la medalla junto al sargento crema de cacahuete, que era un caballo. Y el puto caballo se cagó en el escenario mientras le daban la medalla a Boyle. Que risa.

—Crema de cacahuete no vendrá.
Boyle intervino enseguida.

—Descansen.
Holt se despidió y entró en su despacho.

Jake y yo nos miramos desde una mesa a otra.

—Toma boli.
Jake me lanzó uno de sus bolígrafos y se lanzó corriendo hasta el despacho de Holt.
—Silla giratoria.
—Ola de papeleo.
Fue poniéndome obstáculos hasta llegar al interior del despacho y cerrarme la puerta en la cara y luego la persiana.

—Será cabrón.
Recogí el papeleo que Jake había tirado y me asomé a la ventana del despacho.

Después de que Jake hablara con Holt, abrió la puerta y entré yo. Echándole a Jake la mayor mirada de odio.

Life Warriors • Jake Peralta Where stories live. Discover now