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Una serie de acontecimientos redirige el camino de tres huérfanos hacia la Sombra, un lugar infestado de oscuridad y muerte. Sin saberlo, este suceso marcará un Antes y un Después en sus vidas.
Para evitar la extinción del mundo, tendrán que...
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Al día siguiente, después del desayuno, me dirigí a la cabaña de Baghra. A pesar de que no hacía absolutamente nada ahí, debía ir todos los días. No podía arriesgarme a escabullirme y que se dieran cuenta de que no estaba obedeciendo sus órdenes. No quería averiguar qué consecuencias tendría que pagar.
Apenas puse un pie en la cabaña, el calor comenzó a asfixiarme. Era increíble que Baghra pudiera soportar estar dentro tanto tiempo. La anciana estaba sentada como siempre, me acomodé en la silla frente a ella y me miré los pies. Nuestra rutina era simple: permanecíamos la mayor parte del tiempo sin hablar. Mientras yo me perdía en mis pensamientos, ella no me despegaba los ojos de encima. Si de repente se movía un poco, significaba que iba a gritarme. Pero si en vez de moverse, respiraba más fuerte, era porque estaba luchando con las ganas de atinarme un golpe en la cabeza. Al final, me dejaba marchar, no sin antes darme una mirada amenazadora.
Yo actuaba tan indiferente a la situación. Tal vez Baghra tenía buenos motivos y por eso me presionaba, pero la verdad era que yo todavía no estaba lista para aceptar mi poder. Y no sabía si algún día iba a estarlo. Algunas noches, en el abrumador silencio de mi habitación, me preguntaba que sucedería si cedía un poco, si probara un poco de aquello que había rechazado. Se me antojaba de vez en cuando la sensación de fuerza, el cosquilleo en los dedos que era tan familiar, la furia. Era extremadamente tentador, debía admitirlo. Sin embargo, no podía darme tal lujo.
De un lado de la balanza estaba ser Grisha, servir a mi nación y sentirme poderosa. Del otro lado estaba Alina y Mal, el Primer Ejército, la vida que conocía y mi hogar.
Era claro cuál pesaba más.
━━Ya no tienes un hogar allá fuera ━━dí un respingo cuando Baghra rompió el silencio. Fruncí el ceño. ¿Acaso sabía leer mentes? ━━. Te estás aferrando a algo que ya no existe.
━━Lo sé, es terriblemente deprimente ━━fingí una expresión de tristeza. Entendí que había sido una mala decisión cuando me golpeó el brazo con su bastón. Solté un quejido y comencé a sobarme.
━━Actúas como una niña estúpida ━━gruñó━━. ¿Por qué lo haces? ¿Aún crees que podrás irte de aquí?
━━Sí ━━confesé. No le debía explicaciones pero quería que me dejara tranquila, quería que le quedara claro que no iba a escucharla━━. No lo creo. Estoy segura.
Una risa amarga le salió de los labios━━. Eres más ingenua de lo que pensaba, niña. Estás dentro de una burbuja de fé, debes tener cuidado. Todo siempre es malo en grandes cantidades.
━━No tengo fé. Tengo certeza ━━dije firme. Ella soltó un bufido burlón━━. Probablemente tú te quedaste atrapada aquí y por eso estás tan amargada, pero yo no tendré el mismo final ━━pocas veces me defendía de sus ataques, puesto que no me gustaba provocarla. Pero esa vez estaba siendo más borde que de costumbre.
