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Una serie de acontecimientos redirige el camino de tres huérfanos hacia la Sombra, un lugar infestado de oscuridad y muerte. Sin saberlo, este suceso marcará un Antes y un Después en sus vidas.
Para evitar la extinción del mundo, tendrán que...
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Dos días más tarde, llegamos a los gigantescos portones y las célebres murallas dobles de Os Alta. Me pareció que el nombre de "ciudad de los sueños" le quedaba grande, pues al recorrer la ciudad, no había visto más que tiendas cerradas, un amplio mercado y filas de casas estrechas y apretujadas. No era tan diferente a los comercios de Keramzin.
No fue hasta que llegamos a un puente que salvaba un gran canal, que cambié de opinión. Al otro lado, elevándose blanca y resplandeciente, se encontraba la prometida Os Alta. La verdadera ciudad de los sueños.
Fuentes, plazas, parques verdes, amplios bulevares y mansiones era todo lo que veía. Cuanto más subíamos, más grande e imponente se volvía la ciudad. Las puertas de una nueva muralla se abrieron y ascendimos por un camino de grava delimitado por árboles esbeltos, hasta que el Gran Palacio estuvo en nuestro campo de visión. Era el edificio más gigantesco que había visto nunca.
El Oscuro acercó su caballo al mío.
━━¿Y bien? ¿Qué te parece? ━━preguntó.
Lo miré de reojo y como no tenía ganas de charlar, encogí los hombros como única respuesta. Le oí soltar un suspiro.
Continuamos por un sendero que rodeaba el palacio y se adentraba en sus terrenos. Después penetramos en un largo y oscuro corredor; una vez llegamos al final, divisé un edificio que no se parecía a nada que hubiera visto antes. Parecía brotar entre los árboles, como sí se encontrara en medio de un bosque encantado. Era una amalgama de paredes de oscura madera y cúpulas doradas.
Avanzamos hasta por fin llegar. Un grupo de sirvientes vestidos de gris oscuro se encontraban en la escalinata, esperándonos. Cuando estaba a punto de desmontar, el Oscuro llegó a mi lado y extendió la mano para ayudarme.
Sentí una punzada de irritación. No me había dirigido la palabra desde lo sucedido en el granero, no había hecho más que enviarme a ese mortificador cada noche para que durmiera, ignorando mis reclamos. Y ahora, quería ayudarme. La capacidad que tenía para demostrar indiferencia a todo lo que le rodeaba, era sorprendente.
Pensé un momento en rechazarlo, pero como no quería hacer el ridículo y bajar de mi caballo en un deslizamiento torpe, terminé tomando su mano.
━━Gracias ━━le dije una vez mis pies tocaron el suelo.
━━Bienvenida al Pequeño Palacio ━━me dijo mientras cruzábamos el vestíbulo.
━━De pequeño no tiene nada ━━pasamos una enorme sala hexagonal con cuatro largas mesas en el centro que formaban un cuadrado. Por encima de nosotros, una cúpula dorada parecía flotar a una altura imposible. Cada detalle de aquel lugar, me hacía sentir auténtica curiosidad, ¿cómo iba a encajar ahí?
━━Ya que estás a salvo, debo marcharme ━━detuvo su andar y reposó su mirada en mí━━. Sé que tienes muchas dudas, pero ahora debes descansar. Enviaré al mortificador a tu habitación.
